lunes, 17 de agosto de 2020

Clarence Brown (Clinton, Massachusetts, US, 10-5-1890 / Santa Monica, California, US, 17-8-1987): In memoriam

CINEASTA A RECONSIDERAR

El cineasta estadounidense Clarence Brown falleció tal día como hoy en 1987. Comenzó su andadura en el cine silente en 1915 de la mano de Maurice Tourneur y después de un paso breve pero exitoso en los estudios Universal, triunfó dirigiendo a Rudolph Valentino y a Norma Talmadge. En esta etapa rodó sus películas más enérgicas e interesantes. Desde 1926 desarrolló su carrera en Metro-Goldwyn-Mayer, estudio del que se convirtió en uno de los más destacados directores y que fue prorrogando sus contratos hasta 1952, ya que la mayoría de sus films resultaron muy taquilleros. En él adquirió prestigio dirigiendo a las principales estrellas, así a Greta Garbo (en siete ocasiones), a Clark Gable (en seis) o a Joan Crawford (en cinco) en títulos que lanzaron sus carreras o les dieron lustre. Tuvo la habilidad de combinar su dominio de la técnica narrativa con una cuidadosa y eficaz planificación, poniendo de manifiesto su buen gusto y artística plasticidad, que sus críticos consideran académica, comedida y poco original o arriesgada. En todo caso, pocos como él encontraron el equilibrio necesario para filmar producciones de calidad que gustasen al público. Su especialidad desde el principio fueron los dramas románticos o melodramas concebidos para el lucimiento de las luminarias que los protagonizaron y no el cine de género (nunca rodó un musical, un western o un noir). Más adelante destacó en algunos títulos enclavados en el concepto conocido como Americana, producciones destinadas a exaltar los conservadores valores característicos de la cultura tradicional estadounidense, hoy menos valoradas que en su época. Sus films acumularon un total de 38 nominaciones a los premios de la Academia en distintas categorías, ganado en nueve. Empero, Brown ostenta el record de ser el director más veces (seis) nominado al Oscar sin ganarlo nunca: Lo fue por Anna Christie (1930), Romance (1930), Alma libre (1931), La comedia humana (1943), Fuego de juventud (1944) y El despertar (1946), no necesariamente las mejores del conjunto su obra. Simplistamente etiquetado durante décadas como 'el director favorito de Greta Garbo', su obra ha sido poco estudiada cuando no ignorada. Cuando en los años 50 los críticos de Cahiers du Cinéma establecieron la 'política de autores' y el subsiguiente culto a los directores 'rebeldes' con un marcado sello distintivo, su figura fue relegada a la indiferencia, cuando no menospreciada, como arquetípico director al servicio del star system de M.G.M., estudio al que se acomodó durante más de un cuarto de siglo y contra el que nunca se rebeló. Pero en tiempos más recientes su filmografía está siendo revisada y evaluada en su totalidad por críticos encabezados por el británico Kevin Brownlow.
Clarence Leon Brown nació en el seno de una familia de clase media en la que fue hijo único; su padre era un georgiano técnico de telares y su madre una irlandesa. Los Brown se trasladaron a Knoxville, Tennessee, cuando Clarence tenía once años. En la escuela destacó por su oratoria, se interesó por el teatro y la poesía y se graduó en 1905, siendo el más joven de su clase. En 1910 se licenció en ingeniería mecánica y eléctrica en la Universidad de Tennessee. Aunque su padre ansiaba que su hijo se uniera a él en el negocio del algodón,  Brown rechazó seguir la tradición familiar en el campo de la industria textil y, apasionado por los coches, la mecánica y la aviación, decidió introducirse en la relativamente nueva industria del automóvil. La disputa fue tal que provocó su salida precipitada del hogar. Se trasladó a Moline, Illinois, donde las industrias del metal estaban en pleno auge, y obtuvo su primer empleo en el departamento de ingeniería de la Moline Automovile Company. Después trabajó en Massachusetts como ingeniero asesor para una fábrica de automóviles y en Birmingham, Alabama, llegó a dirigir su propia compañía en 1913. Su tiempo libre lo dedicaba al visionado de películas producidas por los Peerless Studios en Fort Lee, New Jersey. Impresionado por las posibilidades del arte cinematográfico, decide abandonarlo todo: vende su empresa de automóviles y se traslada a Fort Lee para conocer a alguno de los directores de Peerless cuyas películas admira, principalmente al francés Maurice Tourneur.
Entre 1915 y 1917 trabajó como ayudante de dirección, montador, director de la segunda unidad en exteriores y escritor de rótulos en la producciones de Maurice Tourneur. En 1918 su incipiente carrera en el cine se ve interrumpida por la I Guerra Mundial. A comienzos de año se alista en el Servicio Aéreo del ejército estadounidense y es trasladado a Belleville, Illinois, donde comienza su instrucción de vuelo. Meses después es ascendido a teniente segundo y sirve como instructor aeronáutico. Licenciado a finales de ese año, vuelve a Fort Lee y descubre que Maurice Tourneur se ha trasladado a Hollywood, por lo que se desplaza hasta allí y retoma su actividad desempeñando sus funciones anteriores, pero asumiendo cada vez mayores competencias y filmando más metraje de sus películas.
Tourneur produjo y supervisó la primera película de Brown, el mediometraje El gran redentor (1920), drama con reparto encabezado por House Peters que logró un notable éxito. En el rodaje de El último mohicano (1920), adaptación de la novela de James Fenimore Cooper, con Wallace Beery, Barbara Bedford, Lillian Hall y Alan Roscoe, comenzó como ayudante de Maurice Tourneur, pero ante una enfermedad del director, tomó a su cargo la dirección y realizó en solitario tres cuartas partes de la película, que se exhibió acreditando a ambos como directores y recibió aclamación de crítica y público. La huella de Tourneur quedaría patente en el resto de su filmografía. Su primera película en solitario fue La copa misteriosa (1922), un drama con Hope Hampton, Lon Chaney y E.K. Lincoln, al que siguió Tras la fortuna (1923), drama con House Peters. Contratado por Universal Pictures, dirigió para ese estudio cinco títulos modestos pero muy exitosos que cimentaron su fama como director: Veredicto de culpabilidad (1923), drama criminal de intriga con Claire Windsor y Norman Kerry, La caseta de señales (1924), drama con Virginia Valli, La niña mimada (1924), drama con Laura La Plante, Norman Kerry, Kenneth Harlan y Ruth Clifford, La llamada del amor (1925), drama con Pauline Frederick y Laura La Plante, y La mujer de los gansos (1925), drama con Jack Pickford, Constance Bennett y Louise Dresser. De mayor envergadura son sus dos siguientes películas, para el productor Joseph M. Schenck: El águila negra (1925), comedia dramática de aventuras basada en una novela de Alexander Pushkin, con Rudolph Valentino, Vilma Bánky y Louise Dresser, y Kiki (1926), comedia con Norma Talmadge y Ronald Colman. El resonante triunfo de ambas propició que Metro-Goldwyn-Mayer contratase a Brown, que desarrollaría (con una única excepción) el resto de su carrera en el estudio del león y se convertiría en el director favorito del presidente Louis B. Mayer, quien le concedió mayor libertad de acción que la acostumbrada a los cineastas en nómina de la compañía. En no pocas ocasiones el nombre de Clarence Brown precedió al título de sus films, en algunos de los cuales también ejerció como productor.
Su primer encargo en M.G.M. fue dirigir El demonio y la carne (1926), excelente drama romántico triangular con John Gilbert, Greta Garbo y Lars Hanson, film cuyo rodaje propició uno de los más famosos romances de la edad de oro de Hollywood (Gilbert y Garbo estuvieron a punto de casarse) y resultó luego un enorme éxito que convirtió a Garbo en estrella de primera magnitud, hasta llegar a ser la actriz mejor pagada de Hollywood, y a Brown en uno de los principales directores del momento. Después rodó La senda del 98 (1928), drama ambientado en la fiebre del oro desencadenada al noroeste de Canadá a finales del siglo XIX, con Dolores del Rio, Ralph Forbes y Karl Dane. Esta producción no logró la repercusión esperada y Brown volvió a apostar por la pareja Gilbert-Garbo en La mujer ligera (1928), fascinante drama romántico de gran éxito crítico y comercial. Le siguieron El poder de las mujeres (1929), drama parcialmente hablado, con Lewis Stone, Leila Hyams y Peggy Wood, y Corazón de marino (1929), comedia dramática con William Haines y Anita Page, su primer film completamente sonoro.
A continuación M.G.M. le encomienda dirigir Anna Christie (1930), la primera película sonora de Greta Garbo, adaptación del drama homónimo de Eugene O'Neill, en la que tambien actuaron Charles Bickford, George F. Marion y Marie Dressler, film ampliamente publicitado con el lema "Garbo habla" que resultó el mayor éxito del año y proporcionó sendas nominaciones al Oscar a Brown como mejor director y a Garbo como mejor actriz. Lo mismo ocurrió ese mismo año en las candidaturas de la Academia con Romance (1930), drama de época con Lewis Stone y Gavin Gordon. La compenetración entre Brown y Garbo en los sets de rodaje era absoluta y él era el director preferido de la estrella sueca (1), colaborando ambos de nuevo en Inspiración (1931), adaptación de una novela de Alphonse Daudet en la que Garbo fue secundada por Robert Montgomery, Lewis Stone y Marjorie Rambeau. El siguiente film de Brown fue Alma libre (1931), drama con Norma Shearer, Leslie Howard y Lionel Barrymore, otro gran éxito que le deparó su tercera nominación al Oscar al mejor director. Sucesivamente filmó Amor en venta (1931), drama que supuso el primer gran éxito de la pareja formada por Joan Crawford y Clark Gable, Emma (1932), comedia dramática con Marie Dressler que obtuvo en enorme éxito de taquilla, Letty Lynton (1932), drama con Joan Crawford y Robert Montgomery, Canción de Oriente (1932), drama con Helen Hayes y Ramon Novarro, El futuro es nuestro (1933), drama con Lionel Barrymore, Lewis Stone, Benita Hume, Elizabeth Allan y Phillips Holmes, Vuelo nocturno (1933), drama basado en una novela de  Antoine de Saint Exupéry sobre sus experiencias como aviador, que produjo David O. Selznick, con John Barrymore, Helen Hayes, Clark Gable, Lionel Barrymore, Robert Montgomery y Myrna Loy, Así ama la mujer (1934), drama romántico con Joan Crawford y Franchot Tone, Encadenada (1934), drama romántico con Joan Crawford y Clark Gable, Ana Karenina (1935), brillante adaptación de la novela de Tolstoi producida por Selznick, con Greta Garbo, Fredric March y Freddie Bartholomew, Ayer como hoy (1935), comedia dramática que adaptaba una obra de Eugene O'Neill, con Wallace Beery y Lionel Barrymore, Entre esposa y secretaria (1936), comedia con Clark Gable, Jean Harlow y Myrna Loy que se convirtió en su mayor éxito comercial, La espléndida descarada (1936), drama de época con Joan Crawford y Robert Taylor, Maria Walewska (1937), drama histórico sobre la historia de amor entre una condesa polaca y Napoleón Bonaparte, con Greta Garbo y Charles Boyer, film que no tuvo éxito. Su primera incursión en el género conocido como Americana fue Ingratitud (1938), drama con Walter Huston, James Stewart, Beulah Bondi, Guy Kibbee, Charles Coburn y John Carradine, tras el cual realizó La delicia de los idiotas (1939), comedia con Norma Shearer y Clark Gable. Cedido en 'préstamo' a 20th Century Fox, dirigió la superproducción Vinieron las lluvias (1939), exitoso drama de aventuras con Myrna Loy, Tyrone Power y George Brent.
En la década siguiente amplía su filmografía, si bien a menor ritmo, con títulos como Edison, el hombre (1940), drama biográfico sobre el famoso inventor, personificado por Spencer Tracy, No puedo vivir sin ti (1941), comedia romántica con James Stewart y Hedy Lamarr, Aventura en Bombay (1941), film de aventuras con Clark Gable y Rosalind Russell, La comedia humana (1943), adaptación de la obra homónima de William Saroyan que también produjo, con Mickey Rooney y Frank Morgan, exitoso film nominado al Oscar en cinco categorías (entre ellas las de mejor película y director) que se convirtió en el favorito de Louis B. Mayer, Las rocas blancas de Dover (1944), drama con Irene Dunne como esposa y madre de militares participantes en las dos guerras mundiales, Fuego de juventud (1944), su primera película en technicolor, un drama familiar ecuestre con Mickey Rooney, Donald Crisp y una adolescente Elizabeth Taylor, que obtuvo gran éxito comercial y cinco candidaturas al Oscar (una de ellas, la quinta para Brown como mejor director), El despertar (1946), su segunda película en color, un drama rural familiar con Gregory Peck, Jane Wyman y Claude Jarman, Jr., que obtuvo siete nominaciones al Oscar (entre ellas la sexta y última como mejor director para Brown), Pasión inmortal (1947), drama biográfico sobre el compositor alemán Robert Schumann y su esposa Clara, con Katharine Hepburn, Paul Henreid y Robert Walker, y Han matado a un hombre blanco (1949), críticamente celebrada adaptación de la novela "Intruso en el polvo" de William Faulkner, con David Brian, Claude Jarman Jr. y Juano Hernández que fracasó comercialmente.
Menor interés suscitan sus cuatro últimas películas, rodadas en los años 50: Indianápolis (1950), drama automovilístico con Clark Gable, Barbara Stanwyck y Adolphe Menjou, Ángeles y piratas (1951), comedia con Paul Douglas y Janet Leigh, Aventura en Roma (1952), comedia con Van Johnson y Paul Douglas, y La aventura de Plymouth (1952), evocación del famoso viaje del Mayflower entre Gran Bretaña y Virginia en 1620, con Spencer Tracy, Gene Tierney, Van Johnson y Leo Genn.
Tras dejar el cine ganó una fortuna en negocios inmobiliarios. Hombre generoso y agradecido, mantuvo hasta el final su amistad con los dos personajes que más contribuyeron a su éxito profesional: Maurice Tourneur y Louis B. Mayer. También mantuvo estrechos lazos con la Universidad de Tennessee, su alma mater, a la que en vida hizo cuantiosas donaciones económicas para la construcción del Clarence Brown Theatre y asímismo en su testamento.
Clarence Brown se casó en cuatro ocasiones, divorciándose de sus tres primeras esposas. Estas fueron: Paula Herndon Pratt (1913-1920), con la que en 1917 tuvo a su hija Adrienne; la ex corista del Ziegfeld Follies Ona Wilson (1922-1927); la actriz Alice Joyce (1933-1945); y su secretaria Marian Spies (1947-1987), que sería su viuda. Su muerte se produjo por un fallo renal a la edad de 97 años.
El águila negra (1925), Kiki (1926), El demonio y la carne (1926) y La mujer ligera (1928), todas ellas enclavadas en la última etapa del cine silente, constituyen lo mejor de su legado al arte cinematográfico.


(1)  Clarence Brown se ganó la confianza de Greta Garbo dirigiéndola con mucho tacto y sutileza. En el set de rodaje se apartaba con ella a un rincón y, en susurros que ningún miembro del equipo podía escuchar, le daba instrucciones para actuar. Sobre Garbo comentó que su poder de fascinación a escala mundial residía en que ella expresaba sus emociones simplemente con el pensamiento; apenas  necesitaba gesticular o moverse. Podía transmitir sentimientos de felicidad, alegría, tristeza, esperanza, decepción, desesperación o tragedia sólo con pensar en ellos y la cámara lo recogía en su rostro y multiplicaba el efecto de la escena en la pantalla. Según Brown nadie más que Garbo tuvo nunca esa cualidad.



 

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