viernes, 24 de julio de 2020

Ermanno Olmi (Bergamo, Italia, 24-7-1931 / Asiago, Italia, 7-5-2018): In memoriam

GRAN EXPONENTE DEL CINE ITALIANO DE AUTOR

Hoy es aniversario natal del cineasta italiano Ermanno Olmi, uno de los autores más admirados de la cinematografía de su país. Director, guionista en todas sus películas (en ocasiones también fotógrafo y montador), y a veces productor, adquirió gran experiencia filmando documentales y su cine inicial, rodado con escasos medios, es en gran medida continuador del neorrealismo y paralelo a la nouvelle vague francesa y al free cinema británico. Admirador de Rossellini, toda su personalísima obra, humanista, espiritual, sincera y sin concesiones a la galería, se mantuvo al margen de los cánones tradicionales y de las convenciones de la industria, manifestando un  marcado contenido social y un gran interés por los desfavorecidos desde un punto de vista arraigado en el catolicismo campesino de su infancia. Son frecuentes en ella la nostalgia por tiempos pasados, las raices culturales, las tradiciones, la vida sencilla y el contacto con la naturaleza. Estos temas fueron desarrollados a lo largo de su carrera en films sensibles e imaginativos donde casi siempre contó con actores no profesionales y que acapararon no pocos reconocimientos en festivales (Palma de Oro en Cannes, León de Oro en Venecia) y fueron celebrados dentro y fuera de Italia. Entre sus films más destacados figuran  El empleo (1961), El árbol de los zuecos (1978) o La leyenda del santo bebedor (1988). Con una larga carrera que se prolongó hasta un año antes de su muerte, en 1995 fue nombrado Comendador de la Orden al mérito de la República Italiana, ascendido a Gran Oficial de la misma en 2001, y a Caballero con la Gran Cruz en 2004. Así mismo fue premiado con la Medalla de Oro a los beneméritos de la cultura y el arte en 2004. El Festival de Venecia lo premió en 2008 con un León de Oro honorífico.
Ermanno Olmi nació en el seno de una humilde familia profundamente católica de clase trabajadora: su padre era ferroviario y su madre obrera. Creció en Treviglio, una pequeña población lombarda, y durante la II Guerra Mundial quedó huérfano de padre. Frecuentó primero un liceo científico y luego un liceo artístico pero no llegó a terminar sus estudios. Después se trasladó a Milán para seguir cursos en la Academia de Arte Dramático, que compaginó con un empleo en la compañía eléctrica Edison-Volta en la que ya trabajaba su madre. En la empresa le confiaron la organización de actividades recreativas para los empleados, en particular la filmación de cortometrajes documentales relativos a la producción industrial. A pesar de carecer de experiencia en el manejo de una cámara de cine, Olmi filmó más de cuarenta cortos entre 1953 y 1961. En ellos reflejó las condiciones de vida de los obreros, lo que anticipó características de sus futuras películas.
En el largometraje debutó con El tiempo se ha detenido (1959), una sutil mirada, evocadora del neorrealismo de la posguerra italiana, sobre dos obreros de generaciones distintas aislados en una montaña, con Natale Rossi, Roberto Seveso y Paolo Guadrubbi, actores no profesionales, al igual que en sus dos siguientes películas: El empleo (1961), conmovedor drama con Sandro Panzeri y Loredana Detto que narra las primeras experiencias amorosas de unos adolescentes atados a un trabajo alienante, auténtica obra maestra y documento sociológico que no ha perdido su vigencia y que recibió el premio de la crítica en el Festival de Venecia, siendo Olmi galardonado también con el David de Donatello al mejor director, y Los novios (1963), sensible drama revelador de las insuficiencias sociales y morales de la Italia desarrollista, con Anna Canzi y Carlo Cabrini, premiado por la Oficina Católica Internacional del Cine en Cannes. Combinando actores profesionales y no profesionales filma Y vino un hombre (1965), drama centrado en la figura de Angelo Roncalli, el Papa Juan XXIII, donde se mezcla ficción y materiales de archivo, la evocación del pasado y la reflexión, con Rod Steiger y Adolfo Celi, así como Un cierto día (1969), drama sobre la crisis existencial de un ejecutivo publicitario, con Brunetto Del Vita. En esos años realiza también notables trabajos para la televisión como los telefilms Los chatarreros (1970) o La circunstancia (1973). 
Su consagración internacional llegó con El árbol de los zuecos (1978), relato en tono semidocumental sobre la cotidianidad rural durante el cambio del siglo XIX al XX de los campesinos bergamascos, que llevan una vida dura y sacrificada, pero llena de dignidad, film que recibió gran aclamación crítica y fue premiado con la Palma de Oro en el Festival de Cannes (donde obtuvo también el premio del Jurado Ecuménico), así como con el David di Donatello a la mejor película y el César a la mejor película extranjera. Después rodó Camina, camina (1982), versión libérrima del episodio de los Reyes Magos ante la venida del Mesías, Larga vida a la señora (1987), comedia satírica con Marco Esposito sobre un aprendiz de camarero en una lujosa cena en un castillo, film que obtuvo el León de Oro en Venecia y el premio FIPRESCI, La leyenda del santo bebedor (1988), fábula sobre  la dignidad personal y la redención, protagonizada por Rutger Hauer, que ganó el León de Oro y el premio OCIC en Venecia, así como cuatro premios David di Donatello (entre ellos los de mejor película y dirección), El secreto del bosque viejo (1993), fantasía dramática protagonizada por Paolo Villaggio, El oficio de las armas (2001), drama de aventuras en el siglo XVI, con Hristo Jivkov, ganador de nueve premios David di Donatello (entre ellos los de mejor película, dirección y guión para Olmi), Cantando tras los biombos (2003), drama  de aventuras con Bud Spencer y Jun Ichikawa, Tickets (2005), film de tres episodios respectivamente dirigidos por Ermanno Olmi, Abbas Kiarostami y Ken Loach con el común denominador de un viaje en tren, Cien clavos (2007), ambigua fábula antisistema con Raz Degan, El pueblo de cartón (2011), drama sobre un párroco que acoge inmigrantes clandestinos en una iglesia cerrada, con Michael Lonsdale y Rutger Hauer, y Volverán los prados (2014), drama ambientado en la I Guerra Mundial, con Claudio Santamaria. En 1986 publicó la novela "Chico de barrio".
Ermanno Olmi contrajo matrimonio en 1963 con Loredana Detto, protagonista femenina de su película El empleo, con la que tuvo tres hijos. Desde los cincuenta años padeció una enfermedad neurológica degenerativa y crecientemente paralizante que acabó con su vida a la edad de 86.



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