lunes, 3 de diciembre de 2018

Tribute to Brendan Fraser (Indianapolis, Indiana, US, 3-12-1968)

TALENTO GOLPEADO, CARRERA A LA DERIVA

El actor estadounidense Brendan Fraser cumple hoy 50 años. Muy alto, guapo, atlético y de resonante voz profunda, expresó en su día su gusto por interpretar personajes que se sienten como pez fuera del agua. Alcanzó un relevante pero efímero estrellato en los últimos años 90, especializándose en comedias y muy populares películas de acción y aventuras. Para muchas escenas en ellas no requirió doble y su físico se fue dañando una y otra vez. Problemas de diversa índole se añadieron a sus lesiones y, a partir de 2014, su carrera llegó practicamente a un callejón sin salida, del que ahora intenta resurgir.
Brendan James Fraser es el menor de los cuatro hijos de una pareja canadiense. Su padre fue periodista y trabajó para la oficina gubernamental de turismo de Canadá, su madre fue consejera de ventas. Brendan posee la doble nacionalidad estadounidense y canadiense. A causa de la profesión de su progenitor, residió desde niño en diversos lugares en Estados Unidos, Canadá y Europa (Holanda, Suiza). En Toronto estudió en la institución privada Upper Canada College. Estando en Londres de vacaciones se interesó por las representaciones teatrales del West End. En 1990 se graduó en arte en el Cornish College de Seattle y luego empezó a actuar en una pequeña escuela de arte dramático en Nueva York. Aunque pensaba continuar estudios en Texas, decidió probar fortuna en Hollywood.
Tras su traslado a California, debutó en la televisión con un pequeño papel y seguidamente lo hizo en el cine con La última apuesta (1991) de Nancy Savoca, comedia dramática con River Phoenix y Lili Taylor, a la que siguieron El hombre de California (1992) de Les Mayfield, comedia con Sean Astin y Pauly Shore que dio origen a su popularidad al interpretar a un hombre prehistórico en choque con la civilización moderna, película exitosa en taquilla pero denostada por la crítica, Colegio privado (1992) de Robert Mandel, drama deportivo donde encabezó el reparto por delante de Matt Damon, Ben Affleck y Chris O'Donnell, Younger and Younger (1993) de Percy Adlon, comedia con Donald Sutherland y Lolita Davidovich, El billete (1993) de Keva Rosenfeld, comedia indie con Linda Hunt, Elisabeth Shue, Steve Buscemi, Christopher Lloyd y Spalding Gray, Un intruso en Harvard (1994) de Alek Keshishian, comedia con Joe Pesci, Moira Kelly, Patrick Dempsey y Josh Hamilton, Cabezas huecas (1994) de Michael Lehmann, comedia con Steve Buscemi y Adam Sandler, El cazatalentos (1994) de Michael Ritchie, comedia con Albert Brooks, La pasión de Darkly Noon (1995) de Philip Ridley, thriller con Ashley Judd y Viggo Mortensen, y Con cariño desde el cielo (1996) de Richard Benjamin, comedia romántica con Shirley MacLaine y Ricki Lake
Alcanzó el estrellato popular internacional con George de la jungla (1997) de Sam Weisman, comedia paródica de las películas de Tarzán, con Leslie Mann y Thomas Haden Church, apareciendo después en  Dioses y monstruos (1998) de Bill Condon, drama que adaptaba la novela "El padre de Frankenstein" de Christopher Bram acerca de los últimos días de vida del realizador James Whale, autor en 1931 y 1935 de los dos primeros films sobre Frankenstein, con Ian McKellen y Lynn Redgrave. Aunque en su día no funcionó comercialmente, recibió casi unánime aclamación crítica y es, sin duda, la mejor película de toda la filmografia de Fraser. Ese año se casó con la actriz Afton Smith, matrimonio que produciría tres hijos: Grifffin (2002), Holden (2004) y Leland (2006), y que concluiría en divorcio en 2007, tras la venta del domicilio conyugal en Beverly Hills.
Las siguientes películas de Fraser fueron Unidos por el destino (1998) de James F. Robinson, comedia romántica con Joanna Going, Buscando a Eva (1999) de Hugh Wilson, comedia romántica con Alicia Silverstone, Sissy Spacek, Christopher Walken y Dave Foley, La momia (1999) de Stephen Sommers, film de aventuras en Egipto con Rachel Weisz, John Hannah, Kevin J. O'Connor y Arnold Vosloo que obtuvo un gran éxito de taquilla, al contrario que la fracasada Dudley de la montaña (2000) de Hugh Wilson, comedia con Sarah Jessica Parker y Alfred Molina, Al diablo con el diablo (2000) de Harold Ramis, remake de una comedia dirigida por Stanley Donen en 1967, con Elizabeth Hurley, Monkeybone (2001) de Henry Selick, comedia de animación con Bridget Fonda que resultó otro notable fracaso comercial, El regreso de la momia (2001) de Stephen Sommers, secuela de La momia con reparto y éxito similar, y El americano impasible (2002) de Phillip Noyce, adaptación de una novela de intriga de Graham Greene, donde compartió créditos con Michael Caine, de buena acogida crítica. En esta época también actuó en Londres en una versión escénica de "La gata sobre el tejado de zinc caliente" de Tennesse Williams.
A partir de 2003 la carrera de Fraser experimentó un lento pero inexorable declive (en cuyas causas nos detendremos después) y sólo Crash, donde no era protagonista, y dos films de 2008 resultaron exitosos. La taquilla comenzó a fallar y la crítica fue hostil a la inmensa mayoría de sus títulos sucesivos: Looney Tunes: De nuevo en acción (2003) de Joe Dante, comedia de animación con Jenna Elfman y Steve Martin, y Crash (2004) de Paul Haggis, una excepción, drama de historias cruzadas con Sandra Bullock, Don Cheadle, Matt Dillon, Jennifer Esposito y Terrence Howard ganador del Oscar en tres apartados, incluyendo el de mejor película, El lado oscuro de la noche (2006) de Eric Eason, thriller con Mos Def, Scott Glenn, Alice Braga y Catalina Sandino Moreno, La última oportunidad (2006) de Michael Caleo, comedia dramática indie con Michael Keaton y Amber Valletta en la que Fraser también ejerció como productor ejecutivo, Cuatro vidas (2007) de Jieho Lee, drama de historia cruzadas con Kevin Bacon, Julie Delpy, Andy Garcia, Sarah Michelle Gellar, Emile Hirsch y Forest Whitaker, Viaje al centro de la Tierra (2008) de Eric Brevig, adaptación de la novela de Jules Verne, con Josh Hutcherson y Anita Briem, en la que de nuevo actuó como productor ejecutivo y que gustó más al público que a la crítica, algo parecido a lo ocurrido con La momia: La tumba del emperador Dragón (2008) de Rob Cohen, segunda secuela de La momia con Jet Li y Maria Bello, Corazón de tinta (2008) de Iain Softley, film de aventuras con Paul Bettany, Helen Mirren, Jim Broadbent y Andy Serkis, Medidas extraordinarias (2010) de Tom Vaughan, drama con  Harrison Ford, En pata de guerra (2010) de Roger Kumble (Fraser también productor ejecutivo), comedia familiar con Brooke Shields y Ken Jeong, Atraco en Belfast (2011) de Terry George (Fraser asímismo productor ejecutivo), comedia criminal independiente con Colm Meaney, Martin McCann, Yaya DaCosta y David O'Hara, Una historia de amor (2013) de Kat Coiro, comedia romántica independiente con Justing Long y Evan Rachel Wood donde Fraser tuvo un rol secundario, Ni un pelo de listo (2013) de Billy Kent, comedia con Alex Wolff, Crónicas salvajes (2013) de Wayne Kramer, comedia criminal con Elijah Wood, Vincent D'Onofrio, Thomas Jane, Lukas Haas, Norman Reedus, Matt Dillon y Paul Walker, Fuga desesperada (2013) de Damian Lee, thriller de acción con Dominic Purcell y Ethan Suplee estrenado directamente en dvd, y Buscando un destino (2013) de Ronald Krauss, drama indie con Vanessa Hudgens, James Earl Jones y Rosario Dawson
En los cinco años siguientes Fraser solamente apareció en algunos episodios de series televisivas, pero en ninguna película de cine. La decadencia del actor era también física: las fotos en los medios le mostraban con aspecto muy desmejorado, entrado en carnes y desaliñado. Se hablaba de una prolongada depresión. Finalmente Fraser rompió su largo silencio y a comienzos de 2018 concedió una larga entrevista a la revista GQ. En ella, además de revelar que su madre había muerto en fecha reciente, recuerda que sus años como estrella de acción todoterreno de Hollywood acabaron pasándole factura en torno a 2008, cuando estaba rodando en China la tercera parte de la saga La momia. Su cuerpo ya no daba para más. Cirugías faciales, una operación parcial de la rodilla, lesiones de espalda que precisaron una laminectomía e incluso una intervención quirúrgica para reparar sus cuerdas vocales. También tuvo que pasar por las consecuencias de su divorcio: llegó un momento en que no podía cumplir sus obligaciones financieras de 900.000 dólares anuales para el mantenimiento de su familia y Fraser solicitó a los tribunales una reducción de esa cantidad, pero su ex esposa le acusó de ocultar sus bienes.
El punto que Fraser considera determinante, y sobre el cual ha hablado públicamente por primera vez, es la agresión sexual que alega haber sufrido en el verano de 2003. En un almuerzo organizado por la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, la poderosa HFPA que organiza los Globos de Oro, cuenta Fraser que el que fuera uno de los presidentes de la misma, Philip Berk, fue a saludarle y aprovechó el gentío para tocarle el culo. El propio Berk hizo mención en sus memorias a ese -escribió él- pellizco en el culo como parte de una broma. Pero Fraser tiene otra versión: "Su mano izquierda hace un rodeo, me agarra la nalga y uno de sus dedos me toca en el perineo. Y lo empieza a mover por ahí". El actor confiesa que aquello le abrumó de pánico y que su reacción fue la de apartarle la mano a Berk y salir disparado del hotel sin hablar con nadie. "Me sentí enfermo, como un niño pequeño, como si tuviera una bola en la garganta. Creí que me iba a poner a llorar...". Berk asegura que Fraser se ha inventado la historia por completo, pero el actor dice que aquel instante le persiguió durante años y que la experiencia cambió la forma en la que él se veía a sí mismo o lo que estaba haciendo con su vida... Parece que el hecho de que el actor mencionase el incidente a personas en los entresijos de la industria ocasionó el rechazo de la misma a contratarle. "El teléfono deja de sonar en tu carrera y te empiezas a preguntar por qué. Hay muchas razones, ¿pero fue esta una de ellas? Yo creo que sí". "¿Todavía tengo miedo? Por supuesto. ¿Siento que necesito decir algo? Por supuesto. ¿He querido hacerlo muchas, muchas veces? Por supuesto. ¿Me he impedido a mí mismo hacerlo? Sin duda", dice Fraser. Ahora, el actor parece recuperado y, según ha afirmado, "aliviado" tras haber podido hablar libremente del episodio que sufrió. Además, ha vuelto a trabajar. Primero en las series "Trust" y "Condor" y luego en tres películas, actualmente en post-producción.


2 comentarios:

  1. Tuvo su atractivo, ciertamente. No sabía la parte triste de su historia.

    ResponderEliminar
  2. Prometía mucho me gusto en dioses y monstruos si no me equivoco ignoraba los momentos malos qué pasó

    ResponderEliminar