jueves, 30 de agosto de 2018

Alain Corneau (Meung-sur-Loire, Loiret, France, 7-8-1943 / Paris, France, 30-8-2010): In memoriam

LA SOLEDAD Y LA BÚSQUEDA PERSONAL DE IDENTIDAD 

El cineasta francés Alain Corneau falleció tal día como hoy hace ocho años. Técnico de grandes cualidades, además de director fue guionista o coguionista de todas sus películas. En la primera etapa de su carrera se especializó en el género policiaco (el polar francés), al que aportó títulos memorables con intrigas muy estructuradas. Luego realizó otros films diversos y ganó el César al mejor director por el excelente drama de época Todas las mañanas del mundo (1991), con sugestivas resonancias de la música del Barroco.
Hijo de un veterinario rural, Alain Roger Corneau creció en las orillas del Loire y realizó estudios secundarios en Orléans. Desde su infancia se sintió fascinado por el cine, particularmente el americano, y luego también se aficionó a la música (el jazz sobre todo), aprendiendo a tocar la batería, instrumento con el que practicó en diversas formaciones musicales. Admitido en la Escuela de Cine de París, se diplomó en dirección y montaje. Antes de debutar como director fue ayudante de cineastas como Costa-Gavras, Marcel Camus y otros.
Su primera película, France société anonyme (1974), una ambiciosa historia de política-ficción, no acabó de resultar convincente. Después se especializó en narraciones policiacas: Policía Python 357 (1975), thriller con indisimulada influencia de Melville, con Yves Montand, Simone Signoret, François Périer, Stefania Sandrelli y Mathieu Carrière, La amenaza (1977), thriller con Yves Montand, Carole Laure y Marie Dubois, Serie negra (1979), sólida adaptación de una novela de Jim Thompson, y su obra más lograda en el género polar, con Patrick Dewaere, Myriam Boyer, Marie Trintignant y Bernard Blier, y La decisión de las armas (1981), drama criminal con Yves Montand, Gérard Depardieu y Catherine Deneuve. Después cambió de temática y realizó Fort Saganne (1984), drama de aventuras en el Sahara que evoca la época colonialista de principios del siglo XX, con Gérard Depardieu, Philippe Noiret, Catherine Deneuve, Michel Duchaussoy y Sophie Marceau, y Nocturno indio (1989), drama con Jean-Hugues Anglade que adaptaba una novela de Antonio Tabucchi sobre un portugués a la búsqueda de su identidad en las viejas colonias de la India.
Con Todas las mañanas del mundo (1991), sobrio y conmovedor drama ambientado en el siglo XVII, consiguió su obra maestra. El film narra la historia del maestro de viola más importante de todos los tiempos, un austero viudo inconsolable (Jean-Pierre Marielle), y su relación con un alumno dispuesto a triunfar a cualquier precio (Gérard Depardieu, de mayor, y Guillaume Depardieu, de joven), con roles secundarios para Anne Brochet y Caroline Sihol. Impregnada de suave melancolía, esta exquisita producción, con bellísima banda sonora de Jordi Savall, fue candidata a once premios César, ganando en siete categorías (mejor película, director, música original, sonido, fotografía, vestuario y actriz secundaria). En Francia fue vista por más de dos millones de espectadores.
Desigual acogida obtuvieron El nuevo mundo (1995), drama sobre una historia de amor entre adolescentes en la Francia de los años 50, con Nicolas Chatel, Sarah Grappin, James Gandolfini y Alicia Silverstone, El soplón (1997), retorno al drama policiaco con Alain Chabat y Patrick Timsit, El príncipe del Pacífico (2000), film de aventuras en la Polinesia con Patrick Timsit, Thierry Lhermitte, Marie Trintignant y François Berleand, Estupor y temblores (2003), drama sobre una joven belga en Japón protagonizado por Sylvie Testud (quien ganó por él un César a la mejor actriz), Las palabras azules (2005), drama sobre discapacidad con Sylvie Testud, Sergi López y Camille Gauthier, Le deuxième souffle (2007), thriller adaptador de una novela de José Giovanni, con Daniel Auteuil, Monica Bellucci, Michel Blanc, Jacques Dutronc y Eric Cantona, y Crime d'amour (2010), thriller con Ludivine Sagnier y Kristin Scott Thomas estrenado apenas doce días antes de la muerte de su autor.
Alain Corneau fue compañero sentimental durante mucho tiempo de la también cineasta Nadine Trintignant, con la que finalmente se casó en 1998. El director falleció de cáncer de pulmón a los 67 años.


1 comentario:

  1. Después de leer esta reseña estoy obligado a ver "Todas las mañanas del mundo"!

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