JEROME ROBBINS (New York City, US, 11-10-1918 / Ibid, 29-7-1998): IN MEMORIAM
Hoy se cumplen veinte años del fallecimiento del director de ballet, coreógrafo y bailarín Jerome Robbins. Auténtica leyenda de Broadway, es considerado el más grande creador de la danza estadounidense. Sus sofisticados ballets destacaron por su gran sentido escénico y por la unión armónica e indisoluble entre el movimiento y la música, combinando estilos de danza académicos y populares. Muchos de sus espectáculos fueron llevados al cine después de triunfar en los escenarios. Con Leonard Bernstein, autor de la partitura, fue el principal responsable del gran éxito de la película West Side story (1961), que codirigió junto a Robert Wise y por la que ambos ganaron dos Oscars cada uno. Ente los muchos otros reconocimientos que recibió figuran cinco premios Tony, el nombramiento en 1964 como Caballero de la Orden de las Artes y las Letras en Francia, los Honores del Kennedy Center (1981) o la Medalla Nacional de las Artes (1988).
Jerome Wilson Rabinowitz era hijo de judíos rusos emigrados a los Estados Unidos que hicieron fortuna como comerciantes en New Jersey. Talento precoz, a los tres años ya tocaba el piano. En su adolescencia estudió danza, debutando como bailarín en 1937. Después de bailar en coros en espectáculos de Broadway, se convirtió en 1941 en bailarín solista. En 1944 ideó y actuó en Fancy free, un ballet acerca de marineros de permiso para el que encargó la música a un entonces desconocido Leonard Bernstein. Estrenado en el Metropolitan Opera House, meses después se transformó en el musical On the town, parcialmente inspirado en el ballet y el primero en romper las barreras raciales en Broadway. "Un día en Nueva York" (1949), su posterior traslación a la pantalla a cargo de Gene Kelly y Stanley Donen, aun con notables diferencias respecto al original, lo hicieron famoso internacionalmente.
En 1945 Robbins fue coreógrafo del musical Billion dollar baby y un año después se hizo miembro del Ballet Theatre, dirigido por George Balanchine, donde permanecería tres años. Por su coreografía del musical High button shoes (1947) ganaría su primer premio Tony. Ese mismo año entró a formar parte del recientemente constituido Actors Studio, donde tuvo como compañeros de clase a Montgomery Clift, Marlon Brando, Maureen Stapleton o Sidney Lumet.
En el New York City Ballet, de nuevo dirigido por Balanchine, se distinguió como bailarín y coreógrafo a partir de 1949. Entre las coreografías que realizó en los años 50 destacan las de los musicales Llámeme señora (1950), que estrenó Ethel Merman, El rey y yo (1951), que estrenaron Gertrude Lawrence y Yul Brynner, Suena el teléfono (1956), codirigido con Bob Fosse, que estrenó Judy Holliday, West Side story (1957), que dirigió y coreografió, ganando su segundo Tony como coreógrafo, o Gypsy (1959), también dirigido y coreografiado por él y protagonizado por Ethel Merman. Todos estos musicales serían posteriormente llevados al cine con éxito. Particularmente, West Side story (1961), film dirigido y producido por Robert Wise, quien no teniendo experiencia entonces en filmar musicales, contó con Robbins para dirigir y coreografiar las secuencias de danza. La cinta, exhibida con créditos para ambos como directores, logró un enorme éxito en todo el mundo, obtuvo candidaturas al Oscar en once categorías, ganando en todas ellas (excepto en la de guión adaptado), incluyendo las de mejor película y dirección. Robert Wise recibió dos de estos premios (como productor y director) y Robbins recibió uno como director y otro especial (no competitivo) por la coreografía. Su debut como director de cine, sin embargo, resultó ser también su despedida en este medio.
Entre sus posteriores trabajos escénicos figuran la dirección de Madre Coraje y sus hijos (1963), que protagonizó Anne Bancroft, la supervisión de Funny girl (1964), que lanzó a Barbra Streisand, o la dirección y coreografía (ambas galardonadas con sendos premios Tony) de El violinista en el tejado (1964), que en su estreno protagonizó Zero Mostel. Posteriormente creó diversas coreografías para ballets clásicos, regresando al musical para dirigir y coreografiar la revista antológica Jerome Robbins' Broadway (1989), que le valió su quinto premio Tony. Tras la muerte de Balanchine en 1983 compartió la dirección artística del New York City Ballet (con su primer bailarín) hasta su dimisión en 1990.
En 1950, sospechoso de simpatías comunistas, Robbins fue citado a testificar ante al Comité de Actividades Antiamericanas. En un primer momento se resistió a dar nombres de otros con similares conexiones políticas en el pasado (1943-1947), pero tras su silencio de tres años, fue amenazado con la exposición pública de su homosexualidad, conque finalmente en 1953 delató a ocho personas. Ello le libró de ser incluido en listas negras y pudo proseguir su carrera. Entre sus muchos ocasionales amantes estuvo el actor Montgomery Clift.
Jerome Robbins falleció de un accidente cerebrovascular a la edad de 79 años. La noche de su muerte las luces de Broadway se apagaron un minuto en su honor.
Basada en el musical homónimo estrenado en Broadway en 1957 con libreto de Arthur Laurents y música y canciones de Leonard Bernstein, a las que puso letra Stephen Sondheim, West Side story (1961) fue el primer musical en ganar el Oscar a la mejor película. Asímismo fue la primera producción premiada con sendas estatuillas de la Academia de Hollywood para dos colaboradores que compartieron la dirección, Robert Wise y Jerome Robbins. Este último no dirigió ninguna otra película. America, quizá su número más popular, se sustenta en el contraste entre las opiniones de dos inmigrantes portorriqueños: Anita (a favor de las supuestas comodidades de su país del acogida) y su novio Bernardo (con irónicas réplicas en contra, fundamentalmente por los prejuicios raciales y anti-migratorios). Rita Moreno y George Chakiris, que interpretaron estos papeles, recibieron respectivamente el Oscar a la mejor actriz y mejor actor de reparto.
Deliciosa esta publicación!! Javi nos detalla detalla de una manera muy amena estos aspectos relevantes de la vida de Jerome Robins. Para los balletómanos significa también alguien trascendente. La parte de su actuación frente al Mcartismo no era conocida para mí.
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