sábado, 9 de diciembre de 2017

William A. Wellman (Brookline, Massachusetts, US, 29-2-1896 / Los Angeles, California, US, 9-12-1975): In memoriam

WILD BILL

Hoy se cumplen cuarenta y dos años del fallecimiento del director cinematográfico estadounidense William A. Wellman. Con la vitola de héroe de guerra y un temperamento fogoso y pintoresco, su espíritu aventurero le llevó a Hollywood en la época del cine silente. A lo largo de treinta y cinco años conformó una abundante, honorable y compacta filmografía de casi ochenta películas de diversos géneros, bastantes de las cuales son hoy clásicos muy apreciados que rezuman vitalidad, energía y emoción. Se especializó en películas de acción, particularmente producciones bélicas y westerns, en las que dejó su personal huella de artista sensible, sobrio y clásico. Su película Alas (1927) fue la primera en la historia en ganar el Oscar. Candidato después a ese premio al mejor director en tres ocasiones, sólo lo consiguió como argumentista de Ha nacido una estrella (1937), en cuyos remakes de 1954 y 1976 también fue acreditado. Cineastas posteriores como Kubrick o Scorsese expresaron su admiración por sus películas.
Nacido en año bisiesto, William Augustus Wellman era, por parte paterna, descendiente de uno de los firmantes de la Declaración de Independencia americana. Su padre era un corredor de valores y su madre una agente de libertad condicional para delincuentes juveniles. Curiosamente, en su adolescencia, a pesar de su desahogada extracción social, William adquirió reputación de camorrista. Aparte de destacar como atleta y, particularmente, como jugador de hockey sobre hielo, por las noches se divertía conduciendo coches robados. A los diecisiete años fue expulsado de la escuela por arrojar en la cabeza al director una bomba fétida. Sin llegar a graduarse, trabajó después como vendedor y en un almacén de madera, empleos que le duraron poco, para finalmente convertirse en jugador profesional de hockey sobre hielo. Durante un partido en Boston, su bien parecido aspecto físico, buena figura y desenvuelto estilo llamaron la atención del actor y futura estrella del cine silente Douglas Fairbanks, quien le recomendó que se convirtiese en actor de cine. Pero el sueño de Wellman era ser aviador. Cuando tenía diecinueve, ya en plena Primera Guerra Mundial, se alistó como conductor en el cuerpo de ambulancias y después se unió a la Legión Extranjera francesa (Estados Unidos aún no había entrado en el conflicto), donde dio rienda suelta a su anhelo aventurero y aprendió a volar. Sirvió en la famosa Escuadrilla Lafayette y allí, por su audacia, se ganó el apodo de 'Wild Bill', que le acompañaría posteriormente. Meses después, en 1918, tras diversas acciones de combate, el avión que pilotaba fue derribado por fuerzas antiaéreas alemanas; Wellman sobrevivió pero resultó herido y le quedó una pronunciada cojera el resto de su vida. Relevado del servicio, recibió la Cruz de Guerra y volvió como un héroe a su país. Alistado en las fuerzas aéreas americanas, fue destinado a San Diego, California, como instructor de vuelo para los nuevos pilotos.
Poco antes del fin de la guerra, Wellman voló a Hollywood y aterrizó en el campo de polo de Douglas Fairbanks para pasar un fin de semana. Fascinado por su vida aventurera, el actor le prometió recomendarle para trabajar en la industria del cine. Así, Wellman debutó como actor en 1919 y apareció en un par de películas, pero era una profesión que no le gustaba, pues no la consideraba lo bastante masculina y detestaba aprenderse un guión. Incluso fue despedido de un rodaje por abofetear a la actriz protagonista, Miriam Cooper, que resultó ser la esposa del director, Raoul Walsh. Así las cosas, Wellman recurrió a Fairbanks para continuar en la industria en otros cometidos tras la cámara. Paultinamente pasó de mensajero a ayudante de montaje, encargado del decorado, ayudante de dirección y director de la segunda unidad. Finalmente, en 1920, logró dirigir su primera película, en la que su nombre no fue acreditado. Una producción de Fox Film Corporation hoy perdida, El hombre de pecho triunfa (1923), fue el primero de sus alrededor de quince films silentes (de los que pocos se conservan), entre los que también figuran Amor y voluntad (1923), Amor al rojo (1923), Pacto sublime (1924), El rey del lazo (1924), Esposas, alerta (1925), Boda convencional (1926), comedia con Betty Bronson y Ricardo Cortez, o Ballet ruso (1926), drama con Florence Vidor, Lowell Sherman y Clive Brook.
Contratado por Paramount, realizó Alas (1927), drama bélico con Clara Bow, Charles 'Buddy' Rogers, Richard Arlen y Gary Cooper que ha pasado a la historia por ser el primer título que ganó el Oscar -cuando el premio de la Academia aún no ostentaba ese nombre- a la mejor película. En esta ambiciosa, innovadora y espectacular producción, llena de nervio, de energía y de furor, con impresionantes combates aéreos y complicados y acrobáticos movimientos de cámara, dejó claro su amplio conocimiento del tema aeronáutico y la eficacia narrativa que cimentó su reputación como director. Sus siguientes films fueron La legión de los condenados (1928), otro drama bélico aéreo, en este caso sobre pilotos de la Escuadrilla Lafayette, con Fay Wray y Gary Cooper, Una de tantas (1928), drama con Clara Bow y Richard Arlen también perdido, Los mendigos de la vida (1928), drama parcialmente sonoro con Wallace Beery, Louise Brooks y Richard Arlen, un canto a los vagabundos y marginados que viajaban de ciudad en ciudad en trenes de mercancías, La frontera de la muerte (1929), drama criminal con Wallace Beery, Florence Vidor y Warner Oland rodado como film silente y posteriormente estrenado con sonido doblado, El hombre que yo amo (1929), comedia parcialmente sonora con Mary Brian y Richard Arlen, La denuncia (1929), drama criminal ya completamente sonoro con Hal Skelly, Evelyn Brent y Chester Morris, Paraíso peligroso (1930), drama que adaptaba una novela de Joseph Conrad, con Nancy Carroll, Richard Arlen y Warner Oland, y Aguiluchos (1930), drama con Charles 'Buddy' Rogers, Jean Arthur y Paul Lukas donde volvía a incidir en el tema aeronáutico bélico. 
En los años 30, su década más prolífica, rodó para diversos estudios, empezando por Warner Brothers: Mujeres enamoradas (1931), drama romántico con Grant Withers, Regis Toomey y Mary Astor, El enemigo público (1931), destacado film de gangsters con James Cagney y Jean Harlow, Enfermeras de noche (1931), drama de intriga con protagonismo de Barbara Stanwyck, primera de sus colaboraciones con esta actriz, El testigo (1931), drama criminal protagonizado por Walter Huston, A salvo en el infierno (1931), drama criminal con Dorothy Mackaill y Donald Cook, El hacha justiciera (1932), drama criminal con Edward G. Robinson y Tully Marshall, Los conquistadores (1932), western con Richard Dix y Ann Harding, Barrio chino (1932), drama criminal con Ruth Chatterton y Louis Calhern, Aeropuerto Central (1933), drama aéreo con Richard Barthelmess y Sally Eilers, Lilly Turner (1933), drama con  Ruth Chatterton y George Brent, Gloria y hambre (1933), drama que recorre la historia de los Estados Unidos desde la Primera Guerra Mundial hasta la Gran Depresión, con Richard Barthelmess, Aline MacMahon y Loretta Young, Rosa de medianoche (1933), drama con Loretta Young, Ricardo Cortez y Franchot Tone, Una avería en la línea (1934), comedia criminal con Spencer Tracy y Jack Oakie, Mercaderes de la muerte (1934), drama político con Edward Arnold, Arthur Byron y Paul Kelly, La llamada de la selva (1935), film de aventuras con Clark Gable, Loretta Young y Jack Oakie, Joaquín Murrieta (1936), western antirracista sobre el héroe mexicano, encarnado por Warner Baxter, Una chica de provincias (1936), comedia romántica con Janet Gaynor y Robert Taylor, Ha nacido una estrella (1937), drama sobre el mundo del cine, un emotivo análisis psicológico de la relación entre una actriz emergente (Janet Gaynor) y un actor que inicia su decadencia (Fredric March) que fue candidato al Oscar en siete categorías (entre ellas mejor película y director) ganando en la de mejor argumento original (del que Wellman fue coautor), La reina de Nueva York (1937), comedia excéntrica con un subrayado tono negro que protagonizaron Carole Lombard y Fredric March, Beau Geste (1939), clásico del cine colonial, con Gary Cooper, Ray Milland, Robert Preston y Brian Donlevy, o En tinieblas (1939), adaptación de una novela de Rudyard Kipling, con Ronald Colman y Walter Huston
La década de los 40 añadió otros interesantes títulos a su filmografía: Roxie Hart (1942), comedia satírica que llevaba a la pantalla la obra teatral "Chicago" estrenada en Broadway en 1926, con Ginger Rogers, Adolphe Menjou y George Montgomery, Una gran señora (1942), western con Barbara Stanwyck y Joel McCrea, La estrella de variedades (1943), intriga ambientada en el mundo del music-hall, con  Barbara Stanwyck y Michael O´Shea, Incidente en Ox-Bow (1943), tenso y perturbador western de gran fuerza emocional considerado como una de sus mejores películas, con Henry Fonda, Dana Andrews y Mary Beth Hughes, Las aventuras de Buffalo Bill (1944), western biográfico con  Joel McCrea, Maureen O'Hara y Linda Darnell, También somos seres humanos (1945), descarnado retrato del lado más oscuro de la guerra, con Burgess Meredith y Robert Mitchum, un clásico bélico estrenado poco después de la rendición de Alemania, Ciudad mágica (1947), comedia con James Stewart y Jane Wyman, El telón de acero (1948), thriller sobre la guerra fría con Dana Andrews y Gene Tierney, Cielo amarillo (1948), western clásico con Gregory Peck, Anne Baxter y Richard Widmark, o Fuego en la nieve (1949), film bélico sobre la famosa Batalla de las Ardenas, con Van Johnson, John Hodiak, Ricardo Montalban y George Murphy, que obtuvo seis nominaciones al Oscar (una de ellas para Wellman como director) y consiguió dos de estos premios.
El resto de su filmografía lo componen películas de planteamiento más comercial, como Años felices (1950), comedia de época sobre la educación de un adolescente interpretado por Dean Stockwell, Más allá del Missouri (1951), western con Clark Gable, Ricardo Montalban, John Hodiak, James Whitmore y María Elena Marqués, Caravana de mujeres (1951), insólito western de tintes feministas con Robert Taylor, Denise Darcel, Hope Emerson y John McIntire, Infierno blanco (1953), drama aéreo de supervivencia con John Wayne, Escrito en el cielo (1954), otro drama aeronáutico protagonizado por John Wayne, Claire Trevor, Laraine Day, Robert Stack y Jan Sterling, candidato al Oscar en seis apartados (incluyendo el de mejor director), El rastro de la pantera (1954), western con Robert Mitchum y Teresa Wright, Callejón sangriento (1955), panfleto anticomunista de aventuras ambientado en China, con John Wayne y Lauren Bacall, El niño y el perro (1956), drama con Walter Brennan, Phil Harris y Brandon De Wilde, Los jóvenes invasores (1958), drama bélico con James Garner y Etchika Choureau, o La escuadrilla Lafayette (1958), especie de autobiografía que rememora cómo cambió la vida de un joven rebelde norteamericano al alistarse en la fuerzas aéreas francesas durante la Primera Guerra Mundial, con Tab Hunter y Etchika Choureau. Tras esta película, que significó mucho para él, se retiró del mundo del cine.
Wellman reveló casi al final de su vida que, durante el periodo en que formó parte de la Escuadrilla Lafayette (1918), se casó con una francesa llamada Renée, que murió poco después en un bombardeo aéreo. En los Estados Unidos contrajo nupcias en cuatro ocasiones; los tres primeros matrimonios fueron breves y acabaron en divorcio, el cuarto duró más de cuarenta años. Sus esposas fueron: la actriz Helene Chadwick, con la que se casó en 1918 para separarse un mes después y divorciarse en 1923; Margery Chapin, con quien se casó en 1925 y adoptó una hija, separándose la pareja un año más tarde y divorciándose en 1931; Marjorie Crawford (1931-1933); y la actriz Dorothy Coonan (1934-1975), con la que tuvo cuatro hijas y tres hijos. El director falleció de leucemia a los 79 años.


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