miércoles, 30 de agosto de 2017

Mary Shelley (London, UK, 30-8-1797 / Ibid, 1-2-1851): In memoriam

LA CREADORA DE FRANKENSTEIN

Hoy es aniversario natal de la escritora inglesa Mary Shelley, reconocida sobre todo por ser la autora de la novela gótica Frankenstein o el moderno Prometeo. Pionera del género de ciencia-ficción, fue la creadora del monstruo moderno que nació en los albores de la Revolución Industrial y lo introdujo en el mundo de la literatura y en las mentes de sucesivas generaciones de lectores. Influyó, asimismo, de manera decisiva en otros creadores, no solo de las letras sino del cine y de las artes plásticas. Personaje adelantado a su tiempo, fue vanguardista e irreverente en una época en que las mujeres no gozaban de oportunidades. Actualmente se la considera como una de las principales figuras del Romanticismo.
Mary Wollstonecraft Godwin era hija única del filósofo y periodista político William Godwin y de la escritora feminista Mary Wollstonecraft, quien falleció antes de un mes  tras el nacimiento de Mary. Su padre se casó cuatro años después con la viuda Mary Jane Clairmont, quien ya tenía dos hijos de su anterior matrimonio; Godwin tuvo otro hijo con ella. Mary creció y se educó en un ambiente intelectual y progresista que marcó fuertemente su personalidad. En 1814 inició una relación amorosa con el poeta romántico Percy B. Shelley, quien en aquellos momentos se encontraba casado con otra mujer llamada Harriet. Shelley visitaba muy a menudo a Godwin, a quien admiraba por su capacidad intelectual. Al mismo tiempo iba estrechando lazos emocionales con su hija Mary, con la que terminó escapándose a Francia. Harriet, la primera esposa de Percy, se suicidaría en diciembre de 1816 y pocos días después contrajo matrimonio la pareja fugada.
La obra literaria más importante de Mary fue creada en unas vacaciones que los Shelley estaban disfrutando en la residencia suiza de Lord Byron. En una noche tormentosa en junio de 1816, Byron propuso la elaboración de un relato de terror por parte de cada uno de los invitados en su mansión. Además de Lord Byron y el matrimonio Shelley, en su casa se encontraban John William Polidori, el secretario y médico de Byron, y Claire Clairmont, la amante de Byron y hermanastra de Mary Shelley. Unos días después de la propuesta, Mary les leyó un esbozo de su creación, Frankenstein o el moderno Prometeo, magistral historia que finalizó un año después. Esta obra, un logro más que notable para una autora de sólo 20 años, se convirtiría en un clásico de la novela gótica a partir de su publicación de forma anónima a comienzos de 1818. La novela de Shelley se centra en los deseos del doctor Víctor Frankenstein, quien, en su afán de crear un nuevo ser mediante cadáveres, va en contra de las leyes de la naturaleza y sufre las consecuencias de su delirio; una obra moderna con tintes clásicos que rompió esquemas en el naciente género de terror. La autora se nutre de los avances técnicos de la época, la experimentación con la electricidad y los estudios avanzados de anatomía, para dar toques de realismo a su obra. En una reflexión sobre los interrogantes que atenazan la existencia del hombre, la obra trata sobre la rebelión de la persona de ciencia frente a su destino final. La historia de Frankenstein, estudiante de lo oculto y de su criatura subhumana, constituye un estremecedor derroche de imaginación y se llevaría mucho después al teatro y al cine (por primera vez respectivamente en 1923 y 1931) en múltiples ocasiones. Frankenstein no fue el científico loco o desquiciado, cliché cinematográfico que poco ha tomado de la obra original. En la novela de Shelley, se lo concibió como un hombre de ciencia, heredero del Siglo de las Luces, que todo lo analizaba bajo los dictámenes de la ciencia. Elementos similares del científico que rompe las reglas de la ciencia están presentes en autores como Robert Louis Stevenson, Isaac Asimov, Phillip K. Dick, H.P. Lovecraft o Gustav Meyrink, entre otros.
Desde 1818 Mary residió con Percy en diversas ciudades italianas. En Forencia nació, a finales de 1919, Percy Florence, el cuarto hijo que tuvo con Shelley y el único que sobrevivió. Para el matrimonio, sus años en Italia supusieron una etapa de intensa actividad intelectual y creativa. Mary escribió allí la novela autobiográfica Matilda (1920), la novela histórica Valperga (1923) y los dramas en verso Midas (1922) y Proserpina (1932). Después que su esposo falleció ahogado en el verano de 1822, Mary retornó a Inglaterra un año después junto a su hijo Percy Florence, continuando su labor literaria. Entre sus obras posteriores destaca El último hombre (1926), novela apocalíptica que, narra la futura destrucción de la raza humana por una terrible plaga de peste desconocida. Otras novelas fueron Lodore (1935) y Falkner (1837). Asímismo Mary se dedicó a difundir la obra de su marido, a quien no dejó de recordar el resto de su vida, así como a los tres primeros hijos que tuvo con él y perdió.
En 1848, su hijo Percy Florence se casó con Jane Gibson St. John y Mary se fue a vivir con ellos. Algo más de dos años después, la escritora, con mala salud desde 1939, falleció a los 53 años de edad a consecuencia de un tumor cerebral.


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