domingo, 12 de febrero de 2017

Charles Darwin (Shrewsbury, UK, 12-2-1809 / Downe, UK, 19-4-1882): In memoriam

EL PADRE DE LA TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN

Hoy es aniversario natal del naturalista, geólogo y escritor inglés Charles Darwin, una de las personalidades que más han representado para la ciencia en la historia de la Humanidad. Sus estudios sobre evolución biológica, según los cuales todas las especies descienden de un antepasado común, y el descubrimiento de la selección natural, que establece el mecanismo del cambio evolutivo, marcó el nuevo rumbo de la Biología.
Charles Darwin fue el quinto de los seis hijos del doctor y financiero Robert Darwin y de Susannah Wedgwood y nieto de dos prominentes abolicionistas: Erasmus Darwin por parte de padre y de Josiah Wedgwood por parte de madre. A los ocho años de edad ya tenía interés por la historia natural. Desde 1818 asistió a la anglicana Shrewsbury School y, al finalizar sus estudios en esa institución en 1825, ingresó en la Universidad de Edimburgo, donde comenzó a estudiar medicina. Dos años después dejó la carrera, pues no era esa su vocación (no podía soportar la visión de la sangre), y fue admitido en la Universidad de Cambridge con el fin de convertirse en ministro de la Iglesia anglicana, siguiendo los pasos de su padre. Allí conoció al geólogo Adam Sedgwick y al naturalista John Stevens Henslow. Estimulado entre otros motivos por la lectura de las obras del alemán Alexander von Humboldt, su interés principal se centró en las ciencias naturales.
Tras acabar sus estudios en 1831, con veintidós años obtuvo por mediación de Henslow el puesto de naturalista sin sueldo en el barco de reconocimiento H.M.S. Beagle, en el que inició un periplo alrededor del mundo que le llevó a viajar por América del Sur, las islas del Pacífico, Australia, Nueva Zelanda y el sur de África. Entre los libros de cabecera que llevó consigo se encontraba Principios de Geología de Charles Lyell, texto que le había impresionado. En esta época, la mayoría de los geólogos apoyaban la teoría catastrofista, que defendía que la Tierra era el resultado de una sucesión de creaciones de la vida animal y vegetal, y que cada una de ellas había sido destruida por una catástrofe repentina. Según esta teoría, el diluvio universal había destruido todas las formas de vida que no habían sido incluidas en el arca de Noé y las demás tan sólo estaban presentes en forma de fósiles. El geólogo Charles Lyell cuestionó este punto de vista, sosteniendo que la superficie terrestre está sometida a un cambio constante como resultado de fuerzas naturales que actúan de modo uniforme durante largos periodos de tiempo. En sus observaciones geológicas a lo largo de la expedición, Darwin se mostró muy sorprendido por el efecto de las fuerzas naturales en la configuración de la superficie terrestre. Durante el viaje, que duró cinco años, pasó muchas penalidades, mareos y enfermedades, lo que no impidió que a su regreso hubiera recopilado una cantidad inmensa de datos y anotaciones sobre geografía, geología, botánica y zoología, así como un gran número de muestras de organismos vivos y fósiles.
Su vuelta fue acogida con entusiasmo por la comunidad científica londinense y Darwin se dedicó a reunir sus ideas acerca del cambio de las especies. Encontró la explicación de la evolución de los organismos al leer el libro "Ensayo sobre el principio de población" (1798) del economista británico Thomas Robert Malthus, que explicaba cómo se mantenía el equilibrio en las poblaciones humanas. Malthus sostenía que ningún aumento en la disponibilidad de alimentos básicos para la supervivencia del ser humano podría compensar el ritmo de crecimiento de la población. Este, tan sólo podía verse frenado por limitaciones naturales, como las hambrunas o las enfermedades, o por acciones humanas como la guerra. Darwin aplicó este razonamiento a los animales y las plantas, y en 1838 había conseguido una orientación de la teoría de la evolución a través de la selección natural. Sus siguientes veinte años los dedicó a esta teoría y a otros proyectos de historia natural. En 1939 se casó con su prima Emma Wedgwood, con la que tendría diez hijos (seis varones y cuatro hembras). El fallecimiento de la segunda a los diez años por tuberculosis le hizo perder su fé religiosa, aunque no se reconocía ateo, sino agnóstico. La tercera murió antes de cumplir un mes y el décimo sólo vivió un año y medio. Darwin fue un padre cariñoso y solícito, siempre preocupado por la salud y bienestar de sus hijos. Trabajador infatigable pese a sus continuos problemas de salud, abandonó Londres y trasladó la residencia familiar a  una propiedad en Downe, Kent.
En 1858 Darwin publicó su teoría, aunque un año después aparecería completa como El origen de las especies (1859). En dicha obra, Darwin propone, por un lado, que las especies no son inmutables, evolucionan con el tiempo y descienden unas de las otras; y, por otro, que la principal causa de la evolución es la llamada selección natural, es decir, la supervivencia de los mejor adaptados, que, gracias a dicha adaptación, disponen de mayor cantidad de oportunidades para salir airosos en la lucha por la obtención de unos recursos limitados imprescindibles para su supervivencia. Este libro, destinado a convertirse en uno de los paradigmas fundamentales de la biología moderna se agotó el primer día de su publicación, por lo que se tuvieron que hacer seis ediciones sucesivas y se tradujo a la mayoría de idiomas cultos. La obra de referencia del darwinismo, que asestó un golpe mortal a la visión antropocentrista del mundo, provocó reacciones inmediatas. Algunos biólogos criticaron que Charles Darwin no podía probar su hipótesis. Otros, su concepto de variación, sosteniendo que ni podía explicar el origen de las variaciones ni cómo se transmitían a las sucesivas generaciones. Aunque los ataques a las ideas de Darwin que encontraron mayor eco provenían de sus oponentes religiosos, escandalizados por su cuestionamiento a la interpretación literal de la Biblia. La idea de que los seres vivos habían evolucionado por procesos naturales negaba la creación divina del hombre tal y como lo cuentan las Sagradas Escrituras y parecía colocarlo al mismo nivel que los animales. La jerarquía anglicana lanzó sermones incendiarios contra la selección natural y los caricaturistas de los periódicos victorianos ridiculizaron al científico retratándolo como un mono peludo e iletrado. Darwin, que había reflexionado largamente respecto a la conveniencia o no de publicar sus trabajos, y que los dio a conocer, en colaboración con Alfred Russel Wallace, impulsado por una comunicación que le daba noticia de hallazgos similares por otros investigadores, no participó directamente en las polémicas y dejó que fuera el biólogo británico Thomas H. Huxley el encargado de asumir el peso de la defensa de su teoría de la evolución. Hacia 1881, la teoria de la evolución por medio de la selección natural había conseguido la aceptación por medio de la comunidad científica, pero aún pasarían décadas antes de darle la importancia conveniente. Con el desarrollo de la síntesis evolutiva moderna en los años 1930 y 1940, el concepto de Darwin, ahora unificador de las ciencias de la vida, se convirtió en fundamental.
El científico transcurrió el resto de su vida ampliando diferentes aspectos de los problemas planteados en El origen de las especies. Entre sus últimos libros figuran: La variación de los animales y plantas bajo la acción de la domesticación (1868), La descendencia humana y la selección sexual (1871), Expresión de las emociones en el hombre y los animales (1872) y su Autobiografía, publicada postumamente en 1887.
Tras ser diagnosticado de angina de pecho, Charles Darwin falleció en su residencia de un colapso cardiaco a los 73 años, hecho tras el cual se le rindió la distinción de ser enterrado con honores de héroe nacional en el panteón de hombres ilustres de la Abadía de Westminster.

Charles Darwin, 1954
  

Evolución de las especies

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