jueves, 28 de julio de 2016

Herbert Von Karajan - Air, Suite nº 3, BWV 1068 (Johann Sebastian Bach)

JOHANN SEBASTIAN BACH (Eisenach, Sacro Imperio Romano Germánico, 21-3-1685 / Leipzig, Ibíd., 28-7-1750): IN MEMORIAM 

Hoy es aniversario del fallecimiento del compositor alemán Johann Sebastian Bach. Uno de los más grandes y productivos genios de la música europea -para algunos el mayor compositor de todos los tiempos-, dejó su influencia en músicos posteriores como Mozart, Beethoven, Mendelssohn o Chopin. Dedicado de lleno a la música toda su vida, legó a la posteridad una obra inmensa, en su mayor parte de carácter religioso, cumbre del Barroco alemán y uno de los pilares de la música universal.

Reseña procedente (con retoques) de la página Biografías y Vidas:

Johann Sebastian Bach nació en el seno de una dinastía de músicos e intérpretes que desempeñó un papel determinante en la música alemana durante más de dos siglos y cuya primera mención documentada se remonta a 1561. Hijo de Johann Ambrosius Bach, trompetista de la corte de Eisenach y director musical de dicha ciudad, la música rodeó a Johann Sebastian desde el principio de sus días.
A la muerte de su padre en 1695, se hizo cargo de él su hermano mayor, Johann Christoph, a la sazón organista de la iglesia de San Miguel de Ohrdruf. Bajo su dirección, el pequeño Bach se familiarizó rápidamente con los instrumentos de teclado, el órgano y el clavicémbalo, de los que sería un consumado intérprete durante toda su vida. Su formación culminó en el convento de San Miguel de Lüneburg, donde estudió a los grandes maestros del pasado, entre ellos Heinrich Schütz, al tiempo que se familiarizaba con las nuevas formas instrumentales francesas o italianas que podía escuchar en la corte.
A partir de estos años, los primeros del siglo XVIII, Bach estaba ya preparado para iniciar su carrera como compositor e intérprete. Una carrera que puede dividirse en varias etapas, según las ciudades en las que el músico ejerció: Arnstadt (1703-1707), Mühlhausen (1707-1708), Weimar (1708-1717), Köthen (1717-1723) y Leipzig (1723-1750). Si en las dos primeras poblaciones, sobre todo en Mühlhausen, sus proyectos chocaron con la oposición de ciertos estamentos de la ciudad y las propias condiciones locales, en Weimar encontró el medio adecuado para el desarrollo de su talento. Nombrado organista de la corte ducal, Bach centró su labor en esta ciudad sobre todo en la composición de piezas para su instrumento musical: la mayor parte de sus corales, preludios, tocatas y fugas para órgano datan de este período, al que también pertenecen sus primeras cantatas de iglesia importantes.
En 1717 Johann Sebastian Bach abandonó su puesto en Weimar a raíz de haber sido nombrado maestro de capilla de la corte del príncipe Leopold de Anhalt, en Köthen, uno de los períodos más fértiles en la vida del compositor, durante el cual vieron la luz algunas de sus partituras más célebres, sobre todo en el campo de la música orquestal e instrumental: los dos Conciertos para violín, los seis Conciertos de Brandemburgo, el primer libro de El clave bien temperado, las seis Sonatas y partitas para violín solo y las seis Suites para violoncello solo.
Durante los últimos veintisiete años de su vida fue kantor de la iglesia de Santo Tomás de Leipzig, cargo éste que comportaba también la dirección de los actos musicales que se celebraban en la ciudad. A esta etapa pertenecen sus obras corales más impresionantes, como La Pasión según San Juan y La Pasión según San Mateo, la monumental Misa en si menor, el Oratorio de Navidad y la Cantata de la Ascensión. Entre las obras para teclado compuestas durante este periodo destacan las famosas Variaciones Goldberg, el segundo libro de El Clave bien temperado y el Arte de la fuga, formada por 16 fugas y cuatro cánones, todos sustentados en el mismo tema.
En los últimos años de su existencia su producción musical descendió considerablemente debido a unas cataratas que lo dejaron prácticamente ciego. Falleció a los 65 años de una apoplejía poco después de someterse a una fallida operación ocular.
Casado en dos ocasiones, con su prima Maria Barbara Bach la primera (1707-1720) y con la soprano Anna Magdalena Wilcken la segunda (1721-1950), Bach tuvo veinte hijos, siete de su primera esposa y trece de la segunda, de los que sólo nueve alcanzaron la edad adulta y entre los cuales descollaron como compositores Wilhelm Friedemann, Carl Philipp Emanuel, Johann Christoph Friedrich y Johann Christian.
Pese a que tras la muerte del maestro su música, considerada en exceso intelectual, cayó en un relativo olvido, compositores de la talla de Mozart o Beethoven siempre reconocieron su valor. Recuperada por la generación romántica, desde entonces la obra de Johann Sebastian Bach ocupa un puesto de privilegio en el repertorio mundial. La razón es sencilla: al magisterio que convierte sus composiciones en un modelo imperecedero de perfección técnica, se une una expresividad que las hace siempre actuales.

Portrait of  J. S. Bach by E. G. Haussmann, 1746

Una de la obras más conocidas de Johann Sebastian Bach es la Suite para orquesta n.º 3 en re mayor (para oboes, trompetas, timbales, cuerdas y continuo), de la que en el clip se puede escuchar el segundo movimiento, Aire, en una grabación dirigida por Herbert Von Karajan.

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