jueves, 21 de abril de 2016

Charlotte Brontë (Thornton, Yorkshire, UK, 21-4-1816 / Haworth, Yorkshire, UK, 31-3-1855): In memoriam

ESCRIBIR PARA SOBREVIVIR A LA DESDICHA

Hoy se conmemora el bicentenario del nacimiento de la novelista y poetisa Charlotte Brontë, una de las autoras más reconocidas de la literatura inglesa y cuya obra abrió un camino vedado a las mujeres escritoras en el siglo XIX. Su vida fue un cúmulo de desdichas (la tuberculosis se llevó a sus cinco hermanos), de las que intentó escapar por medio de sus escritos. Es célebre fundamentalmente por su novela Jane Eyre, apasionada expresión de las inquietudes y problemas femeninos, novedosa en su época y cuya popularidad nunca ha declinado. 
Tercera hija de un párroco anglicano de origen irlandés, Charlotte Brontë perdió a su madre en 1821 a consecuencia de un cáncer uterino, y a sus dos hermanas mayores, Maria y Elizabeth, en 1825, víctimas de la tuberculosis, enfermedad que acabaría también con ella y sus hermanos menores Patrick Branwell, Emily y Anne. Desde la muerte de la madre, los Brontë residieron en Haworth, localidad en la que el padre era vicario y donde vivían al cuidado de su tía Elizabeth Branwell. A pesar del aislamiento de la familia Brontë, sus miembros inicialmente crecieron felices, rodeados de afecto, cariño e historias fantásticas que se contaban los unos a los otros, tomando como personajes a los soldados de juguete de Branwell, y creando un reino imaginario al que llamaron Angria.
Pero Charlotte y sus hermanas fueron enviadas a estudiar en una escuela para hijos de sacerdotes en Cowan Bridge, a la que comenzaron a asistir en el año 1824. Tras un año en el recinto y a causa de las duras condiciones del mismo, frío e insalubridad -Maria y Elizabeth enfermaron allí de tuberculosis y murieron poco después-, las Brontë retornaron a Haworth, en donde Charlotte fue, junto a sus restantes hermanos, instruida por su padre y su tía. La ausencia de entretenimientos durante los largos inviernos en la brumosa campiña del norte de Inglaterra empujó a las hermanas a refugiarse en mundos ficticios y a componer crónicas sobre las vidas de los habitantes de su universo imaginario. Entre 1831 y 1832 Charlotte continuó sus estudios en Mirfield, localidad a la que volvió como profesora entre 1935 y 1938. Después trabajó como institutriz entre 1939 y 1941 y en 1942 viajó a Bruselas junto a su hermana Emily para residir en un internado y estudiar francés. Allí se enamoró sin esperanza de su tutor Constantin Heger, bastante mayor que ella, casado y con hijos. La muerte de su tía obligó a las dos hermanas a regresar a los pocos meses. Charlotte volvió después sola a Bruselas, donde permaneció entre enero de 1943 y enero de 1944.
Su vocación lieraria llevó a las tres hermanas -Charlotte, Emily y Anne- a publicar en 1946 un libro conjunto, Poemas, firmado bajo tres nombres masculinos con el apellido Bell: Currer, Ellis y Acton (la primera letra de cada uno de los seudónimos correspondía a los nombres reales de las Brontë). El mismo impulso para dar a conocer su poesía llevó a Charlotte a tratar de vender el manuscrito de El profesor, una novela que no se publicaría hasta después de su muerte, pero que despertó el interés del editor y la animó a terminar Jane Eyre en 1847. Basada en experiencias autobiográficas y publicada bajo el seudónimo masculino Currer Bell, la novela relata la batalla interior y las dificultades sociales de una joven ante las constricciones de la época victoriana. Nadie hasta entonces había escrito sobre el sufrimiento y las pasiones femeninas con tal vehemencia. El libro fue un éxito editorial inmediato y fue recibido con elogios por la crítica, que sin embargo matizó su entusiasmo cuando comenzó a especularse que era una mujer quien estaba detrás de aquellas páginas.
En 1948 murieron sus hermanos Branwell y Emily y, a comienzos de 1949, Anne, la menor. Tras la dolorosa pérdida en ocho meses de los tres hermanos que le quedaban, Charlotte publicaría Shirley (1849), su segunda novela, y Villette (1853), la tercera. La notoriedad de sus libros la hizo viajar ocasionalmente a Londres, donde amplió su vida social en circulos más elevados, si bien sus ausencias de Haworth no superaban las dos semanas, pues Charlotte no quería dejar solo a su anciano padre (que llegaria a sobrevivirla). En 1854 se casó con Arthur Bell Nicholls, sacerdote que trabajaba con su padre y del que las hermanas Brontë habían tomado el apellido para sus seudónimos. Embarazada de Bell, Charlotte falleció de tuberculosis el 31 de marzo de 1855. Tenía 38 años. Dos años después, en 1857, apareció de forma póstuma El profesor, su primera novela. También ese año su amiga Elizabeth Gaskell publicó su biografía, "La vida de Charlotte Brontë".


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