jueves, 12 de noviembre de 2015

Richard Quine (Detroit, Michigan, US, 12-11-1920 / Los Angeles, California, US, 10-6-1989): In memoriam

ELEGANCIA, SENTIMIENTO... E INFORTUNIO

Tal día como hoy hace 95 años nació el cineasta estadounidense Richard Quine. Actor de teatro y cine, guionista, director y productor en diferentes fases de su carrera, se distinguió especialmente por su faceta de brillante realizador, sobre todo de comedias que armonizaban sofisticada elegancia y sentimentalismo. Descubridor y perdido enamorado de Kim Novak, a quien dirigió en cuatro películas, su éxito cinematográfico se mantuvo desde la mitad de la década de los años 50 hasta mediada la siguiente, para proseguir su trayectoria en inexorable declive. Quine no pudo o no supo adaptarse al 'nuevo Hollywood'. Su suicidio no impidió que dejase varios clásicos a la posteridad.
Hijo adoptivo de una pareja de actores de vaudeville, Richard Quine se trasladó con su familia a Los Angeles a la edad de seis años, debutando como actor teatral a los once. En 1933 comenzó su carrera como actor cinematográfico, apareciendo en la pantalla en buen número de películas hasta 1950. Tras codirigir Leather gloves (1948) con William Asher, entre 1951 y 1953 dirigió siete películas de bajo presupuesto, casi todas para los estudios Columbia, entre las que destacan Marino al agua (1953), musical con Mickey Rooney, y La sirena de Bagdad (1953), comedia de aventuras con Paul Henreid y Patricia Medina. Sus primeros éxitos fueron La senda equivocada (1954), noir con Mickey Rooney y Dianne Foster, cuyo guión coescribió con Blake Edwards, y La casa número 322 (1954), noir con Fred MacMurray y Philip Carey que tuvo la virtud de suponer el lanzamiento de Kim Novak, actriz desconocida hasta entonces y destinada a ser su musa y sempiterna amada sin esperanza. Después rodó los musicales Tres amores en París (1955), con Tony Curtis y Gloria DeHaven, y Mi hermana Elena (1955), con Janet Leigh, Jack Lemmon y Betty Garrett, donde Bob Fosse ejerció de actor, bailarín y coreógrafo, y las comedias Un cadillac de oro macizo (1956), con Judy Holliday y Paul Douglas, Llenos de vida (1956), con Judy Holliday y Richard Conte, y Operación gran baile (1957), con Jack Lemmon, Ernie Kovacs, Kathryn Grant, Arthur O'Connell y Mickey Rooney. 
Me enamoré de una bruja (1958), magnífica comedia romántica con James Stewart, Kim Novak, Jack Lemmon y Ernie Kovacs, supuso el espaldarazo decisivo a su carrera como director de primera fila, continuada con La indómita y el millonario (1959), comedia con Doris Day, Jack Lemmon y Ernie Kovacs, Un extraño en mi vida (1960), suculento melodrama romántico con Kirk Douglas, Kim Novak, Ernie Kovacs y Barbara Rush, El mundo de Suzie Wong (1960), drama romántico con William Holden y Nancy Kwan, La misteriosa dama de negro (1962), estupenda comedia de intriga con Kim Novak, Jack Lemmon y Fred Astaire, Encuentro en París (1964), comedia romántica con William Holden y Audrey Hepburn, La pícara soltera (1964), ingeniosa comedia con Tony Curtis, Natalie Wood, Henry Fonda, Lauren Bacall y Mel Ferrer, y Cómo matar a la propia esposa (1965), divertida comedia negra con Jack Lemmon y Virna Lisi.
A partir de Synanon (1965), drama sobre las nefastas consecuencias de la adicción a las drogas, con Edmond O'Brien, Chuck Connors y Stella Stevens, Intriga en el gran hotel (1967), adaptación de una novela de Arthur Hailey, con Rod Taylor, Catherine Spaak, Karl Malden, Melvyn Douglas, Richard Conte, Michael Rennie, Kevin McCarthy y Merle Oberon, y ¡Oh papá, pobre papá, mamá te ha metido en el armario, y a mí me da tanta pena! (1967), comedia con Rosalind Russell, Robert Morse y Barbara Harris, su carrera cae en picado y no consigue remontar con films como Talento por amor (1969), western cómico con Richard Widmark, Topol, Geneviève Page y Cesar Romero, o El infierno del whisky (1970), drama criminal ambientado en los años de la Ley Seca, con Patrick McGoohan, Richard Widmark y Alan Alda. Refugiado en la televisión, vuelve al cine para dirigir W (1974), thriller con Twiggy, Dirk Benedict y Michael Witney, y El estrafalario prisionero de Zenda (1979), cómica adaptación de la novela de Anthony Hope, con Peter Sellers.
Quine tuvo cuatro esposas: la actriz Susan Peters (1943-1948), a la que un infortunado accidente con un rifle durante una cacería de patos dejó paralizada de cintura para abajo poco después de un año de la boda; con ella adoptó a un niño de diez meses en 1946, lo que no impidió el divorcio de la pareja dos años más tarde; Barbara Bushman (1951-1960), con quien tuvo dos hijos, matrimonio deshecho por mor de la pasión del director hacia Kim Novak, quien rechazó casarse con él; la actriz Fran Jeffries (1965-1968), de la que solicitó el divorcio por "extrema crueldad"; y Diana Balfour (1977-1989), que sería su viuda. Enfermo, deprimido y desesperado ante la falta de oportunidades profesionales, Richard Quine se suicidó de un disparo a la edad de 68 años.



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