miércoles, 11 de noviembre de 2015

René Clair (París, France, 11-11-1898 / Ibídem, 15-3-1981): In memoriam

PREMIER 'AUTEUR' FRANÇAIS

Hoy es aniversario natal del cineasta francés René Clair. Vanguardista e innovador en sus comienzos, a finales de la era del cine silente se le consideró uno de los grandes directores junto a Griffith, Chaplin, Pabst o Eisenstein y sus primeras películas sonoras le dieron celebridad internacional. Luego de sus cuatro films en Hollywood, sus obras, aun manteniendo su característica elegancia, se acomodaron a un mayor clasicismo y su prestigio crítico fue decreciendo. En 1953 recibió el Gran Premio del cine francés y sucesivamente fue galardonado como Gran Oficial de la Legión de Honor, Comandante de las Artes y las Letras, o con la Gran Cruz de la Orden Nacional al Mérito.
René Lucien Chomette nació y creció en el popular barrio parisino de Les Halles, cuya animación, vida nocturna y pintoresquismo, vistos a través de sus ojos de niño, dejarán en él una impronta inolvidable. Desde muy joven mostró interés por el teatro y la literatura. Durante la Primera Guerra Mundial, declarado no apto para el combate, fue conductor de ambulancias en el frente. Profundamente impresionado por los horrores bélicos, escribió dos colecciones de poemas que no fueron publicados. Finalizada la contienda trabajó como periodista para el diario de orientación izquierdista L'Intransigeant y escribió canciones para Damia, una figura del music-hall de la época, que le introdujo como actor en el mundo del cine con el nombre de René Clair. De ahí pasó a ayudante del director Jacques de Baroncelli en cuatro películas y también ejerció de crítico cinematográfico en diversas revistas.
Su primer estreno como director fue el corto silente Entreacto (1924), un encargo de Francis Picabia y Erik Satie para incorporar a su ballet Relâche. Antes había rodado París que duerme (1924), mediometraje de 35 minutos estrenado a comienzos de 1925, cuyo éxito sitúa a Clair en el contexto del cine de vanguardia de la época, cercano al dadaismo y al surrealismo, a la vez que consigue hacer popular su poesía visual. Después dirigió El fantasma del Moulin-Rouge (1925), El viaje imaginario (1926) y La presa del viento (1927), cerrando su periodo silente con la populares comedias Un sombrero de paja de Italia (1928) y Los dos tímidos (1928). René Clair, que escribió todas sus películas y se encargó del montaje hasta la llegada del cine sonoro, es uno de los primeros en aportar al cine una visión de autor. Con su mundo de fantasía, optimismo lúcido, ternura hedonista y énfasis en el sentimiento de conciencia colectiva, se propuso en sus primeras obras alegrar a la gente más sencilla con su humor sentimental, asociando sutilmente ingenuidad y refinamiento. Sus películas de entonces fueron concebidas como un homenaje al cine de los pioneros, dominado por el movimiento, el sentido del ritmo y el gusto por lo inexplorado.
Con la llegada del cine sonoro se mantuvo fiel a sus principios en sus siguiente cuatro films, en los cuales se ofrece una visión afectuosa e idealizada de vida de la clase obrera: Bajo los techos de París (1930), de gran éxito internacional, fue su título más famoso, además de El millón (1931), Viva la libertad (1931) y 14 de julio (1933). Todos ellos contribuyeron a crear en el mundo entero una imagen romántica y popular de la ciudad de París. Tras el fracaso de El último millonario (1934), sátira no exenta de fantasía del totalitarismo en general y del fascismo en particular, Clair aceptó una oferta del productor británico Alexander Korda para dirigir El fantasma va al oeste (1936), comedia fantástica con Robert Donat, Jean Parker y Eugene Pallette. En el Reino Unido dirigió también la comedia musical Break the news (1938), con Maurice Chevalier, Jack Buchanan y June Knight.
De regreso en Francia intentó rodar otra película, pero el comienzo de la Segunda Guerra Mundial se lo impidió, optando por emigrar a los Estados Unidos. Contratado por Universal Studios rodó su primera película en Hollywood, La llama de Nueva Orleans (1941), comedia romántica de época con Marlene Dietrich de protagonista que no tuvo éxito. Su siguientes films fueron las comedias fantásticas Me casé con una bruja (1942), con Fredric March y Veronica Lake, y Sucedió mañana (1944), con Dick Powell, Linda Darnell y Jack Oakie, ambas mejor aceptadas, y Diez negritos (1945) adaptación de Agatha Christie, con Walter Huston, Roland Young y Louis Hayward, que supuso su mayor éxito comercial pese a ser el menos personal de sus trabajos.
Nuevamente en París dirige El silencio es oro (1947), evocadora comedia romántica con Maurice Chevalier y François Périer, donde vuelve a mostrar el encanto de sus cintas de los primeros años 30. Más literarias o teatralizadas resultan sus siguientes películas, La belleza del diablo (1950), drama fantástico con Michel Simon y Gérard Philipe, Mujeres soñadas (1952), comedia fantástica con Gérard Philipe, Martine Carol y Gina Lollobrigida, Las maniobras del amor (1955), comedia romántica con Michèle Morgan y Gérard Philipe, y Puerta de las Lilas (1957), sombrío drama con Pierre Brasseur, Georges Brassens, Henri Vidal, Dany Carrel que fue nominado al Oscar a la mejor película en lengua extranjera.
En 1960 fue el primer director de cine nombrado miembro de la Académie Française, lo que le confirmó en su status de representante del cinéma de qualité denostado por los jóvenes de la nouvelle vague. Sus últimas películas fueron Todo el oro del mundo (1961), comedia rural protagonizada por Bourvil, y Fiestas galantes (1965), comedia histórica con Jean-Pierre Cassel. A partir de entonces se consagró a la escritura y a la puesta en escena teatral.
René Clair se casó en 1926 con la actriz Bronja Perlmutter, con quien un año después tuvo a su único hijo. El cineasta falleció a los 82 años.

 

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