domingo, 20 de septiembre de 2015

Zapateado de Pablo Sarasate (Antologia de la Danza Española)

PABLO SARASATE (Pamplona, España, 10-3-1844 / Biarriz, Francia, 20-9-1908): IN MEMORIAM

Hoy es aniversario del fallecimiento del violinista y compositor español Pablo Sarasate. Calificado en su época como "el mago de violín" o "el moderno Paganini", logró concitar en la segunda mitad del siglo XIX la admiración internacional por sus dotes interpretativas, que convirtieron sus conciertos en verdaderos acontecimientos y a él en el violinista mejor pagado de su época. Su reconocimiento como compositor llegaría más adelante.
Bautizado como Martín Melitón Pablo de Sarasate y Navascues, era hijo de un músico militar. Fue un niño precoz, tomó lecciones de volín, dio su primer recital en La Coruña a los 7 años y posteriormente continuó estudiando en Santiago de Compostela, Pontevedra y Madrid, donde fue presentado a la Familia Real. Bajo la protección de Isabel II, en 1856 viajó a París con su madre a fin de iniciar sus estudios allí. Por el camino enfermaron ambos y la madre falleció en Biarritz, dejandole huérfano a los 12 años. En la capital francesa tuvo como tutor a Jean-Delphine Alard. A los 13 años obtuvo el Premio de Violín del Conservatorio de París, emprendiendo en 1859 su carrera internacional como concertista, que le llevaría por toda Europa, América y Oriente. Su nombre se hizo famoso en las principales cortes europeas: además de la de Isabel II de España (que le regaló un Stradivarius), fue aclamado en las de Napoleón III de Francia o la reina Victoria de Inglaterra. También fueron frecuentes sus desplazamientos a América del Norte y del Sur. Según la prensa de la época sus conciertos y recitales fueron memorables. En ellos aunaba su facilidad natural para el violín con la sutileza, la pasión y la flexibilidad. Su técnica de la mano izquierda fue célebre, así como la velocidad de ejecución. Arrancaba el más hermoso sonido que pueda esperarse del violín sin mostrar el enorme esfuerzo. Como intérprete rehuía los falsos efectismos y fue muy relevante la importancia de su triunfo artístico en Europa Central y en el mundo germánico, contrapuesta su concepción estética a la entonces allí predominante. Fue muy apreciado por compositores de la época, como Max Bruch, Camille Saint-Saëns y Antonin Dvorák, quienes le dedicaron importantes obras.
Como compositor, una constante en sus obra es la presencia del folclore español, destacando las jotas navarras y zorcicos vascos como punto de partida y como principal elemento rítmico y melódico. De entre sus 50 obras catalogadas destacan la Fantasía sobre Carmen de Bizet, opus 25; los Aires gitanos, opus 20, y una serie de piezas con fuerte inspiración folclórica española, como la Malagueña n.º 1, opus 21, la Habanera n.º 2, opus 21, la Romanza andaluza, opus 22, el Zapateado, opus 23 y el Capricho vasco, opus 24.
Pablo Sarasate fue ampliamente reconocido y condecorado dentro y fuera de España. Entre sus distinciones nacionales figuran: Caballero de la Orden de Carlos III (1861), Comendador de la Orden de Isabel la Católica (1880) y Gran Cruz de Caballero de la misma (1886), y Placa de la Orden de Alfonso XII (1907). Entre las extranjeras: Caballero de la Legión de Honor Francesa (1892) y Oficial de la misma (1902), Cruz de Primera Clase de la Orden de Alberto de Sajonia (1893), Caballero de la Orden de Leopoldo de Bélgica (1895) o  Encomienda de la Orden de la Corona de Rumanía (1902).
El gran artista navarro se mantuvo activo hasta su muerte, acaecida a consecuencia de una angina de pecho a los 64 años.



El Zapateado, opus 23, de Sarasate, compuesto en 1878, es seguramente la pieza más conocida del músico pamplonés. El video muestra una coreografía incluida en la Antologia de la Danza Española, representada en el Teatro La Latina de Madrid en 2006.

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