lunes, 21 de septiembre de 2015

Tributo a Héctor Alterio (Buenos Aires, Argentina, 21-9-1929)

PRESTIGIOSO INTÉRPRETE A AMBOS LADOS DEL ATLÁNTICO

El actor argentino Héctor Alterio cumple hoy 86 años. Formado en grupos de teatro vocacional y, pese a iniciar tardíamente su carrera en el cine, su trayectoria posterior fue brillante. Incluido en las listas negras de la organización terrorista de extrema derecha Triple A, cuyas amenazas de muerte obligaron a varios actores argentinos al exilio, en 1975 recaló en España, donde fue requerido por los más reputados realizadores, incluso con posterioridad a la instauración de la democracia en su país (1983), circunstancia que lo indujo a trazar un puente y trabajar de forma alternativa a uno y otro lado del Atlántico. Intérprete siempre convincente y muy respetado, en 2004 recibió el Goya de Honor y en 2010 el Cóndor de Plata a su carrera.
Hijo de padres originarios de Italia, su debut en los escenarios se produjo en 1948 con la obra "Prohibido suicidarse en primavera" de Alejandro Casona. Nada más finalizar sus estudios de arte dramático, creó la compañía Nuevo Teatro, convirtiéndose en un renovador de la escena teatral argentina, en la que mantuvo una constante actividad hasta 1968, alternando montajes vanguardistas con otros de teatro clásico. Posteriormente destacó por  sus trabajos en el cine, que comenzaron  con Todo sol es amargo (1965) de Alfredo Mathé. En los años siguientes intervino en varias de las mejores películas de la entonces nueva generación de cineastas argentinos: El santo de la espada (1970) de Leopoldo Torre Nilson, La fidelidad (1970) de Juan José Jusid, Argentino hasta la muerte (1971) de Fernando Ayala, La mafia (1972) y Los siete locos (1973), ambas de Leopoldo Torre Nilson, La venganza de Beto Sánchez (1973) y La Patagonia rebelde (1974), las dos de Héctor Olivera o La tregua (1974) de Sergio Renán. Esta última, basada en una novela de Mario Benedetti, fue la cinta película sudamericana en conseguir una nominación al Oscar a la mejor película en lengua extranjera.
En 1975 se encontraba de gira en España cuando le llegó la noticia de que la organización paramilitar argentina Triple A había amenazado con represaliarle, por lo que decidió no regresar a su país e instalarse en España, donde continuó su carrera interpretativa y adquirió la nacionalidad española. Los comienzos no fueron fáciles, pero gracias a sus solventes trabajos en films como Cría cuervos (1975), de Carlos Saura, Geraldine Chaplin, Mónica Randall y Ana Torrent, y Pascual Duarte (1976), de Ricardo Franco, con José Luis Gómez, acabó haciéndose un nombre y una popularidad bien asentada, si bien en ocasiones se vio obligado por necesidades económicas a participar en proyectos de dudosa calidad. Entre los más destacados figuran: Asignatura pendiente (1977) de José Luis Garci, con José Sacristán y Fiorella Faltoyano, La guerra de papá (1977) de Antonio Mercero, con Lolo García, Teresa Gimpera y  Verónica Forqué, A un dios desconocido (1977) de Jaime Chávarri, con Xabier Elorriaga, por la que obtuvo el premio al mejor actor en el Festival de San Sebastián, Las palabras de Max (1978) de Emilio Martínez-Lázaro, con Ignacio Fernández de Castro y Gracia Querejeta, ¡Arriba Hazaña! (1978) de José María Gutiérrez Santos, con Fernando Fernán Gómez y José Sacristán, ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste? (1978) de Fernando Colomo, con Carmen Maura y Félix Rotaeta, El crimen de Cuenca (1979, prohibida por la censura posfranquista y no estrenada hasta 1981) de Pilar Miró, con Amparo Soler Leal, Daniel Dicenta, José Manuel Cervino y Fernando Rey, o El nido (1980) de Jaime de Armiñán, con Ana Torrent, nominada al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa.
Con Tiro al aire (1980) de Mario Sabato, retornó al cine argentino, alternando desde entonces su carrera con producciones en España y Argentina. En los años siguientes pudo vérsele en Los viernes de la eternidad (1981) de Héctor Olivera, Asesinato en el Comité Central (1982) de Vicente Aranda, con Patxi Andión y Victoria Abril, Antonieta (1982) de Carlos Saura, con Isabelle Adjani y Hanna Schygulla, Camila (1984) de María Luisa Bemberg, con Susú Pecoraro e Imanol Arias, también candidata al Oscar a la mejor película de habla no inglesa. Mención aparte merece La historia oficial (1985) de Luis Puenzo, soberbio drama en torno a las consecuencias de la última dictadura militar argentina, con Norma Aleandro, que ganó el Oscar a la mejor película en lengua foránea por primera vez para una producción argentina y el Globo de Oro en categoría similar. 
Otros títulos sucesivos son Mi general (1987) de Jaime de Armiñán, Yo, la peor de todas (1990) de María Luisa Bemberg, Don Juan en los infiernos (1991) de Gonzalo Suárez, Tango feroz (1993) de Marcelo Piñeyro, El detective y la muerte (1994) de Gonzalo Suárez, Caballos salvajes (1995) y Cenizas del paraíso (1997), ambas de Marcelo Piñeyro, Las huellas borradas (1999) de Enrique Gabriel, Esperando al mesías (2000) de Daniel Burman, El hijo de la novia (2001) de Juan José Campanella, comedia dramática con Ricardo Darín y Norma Aleandro de gran impacto popular y quinta entre las películas en las que intervino Alterio en ser nominada al Oscar a la mejor película en lengua no inglesa, Vidas privadas (2001) de Fito Páez, Kamchatka (2002) de Marcelo Piñeyro, Cleopatra (2003) de Eduardo Mignogna, Noviembre (2003) de Achero Mañas, o En ninguna parte (2005) de Miguel Angel Cárcano.
Héctor Alterio ha mantenido una importante carrera teatral tanto en Argentina como en España, e intervenido en series de televisión como "Anillos de oro" (1983), "Teresa de Jesús" (1984), "Segunda enseñanza" (1986), "La Regenta" (1995) o "Vientos de agua" (2005). Se casó en 1969 con Tita Bacaicoa. Sus hijos, Ernesto Alterio y Malena Alterio también son actores.

  

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