martes, 29 de septiembre de 2015

Antonio Buero Vallejo (Guadalajara, España, 29-9-1916 / Madrid, España, 29-4-2000): In memoriam

UN SOÑADOR PARA UN PUEBLO

Hoy se cumple el 99 aniversario natal del dramaturgo español Antonio Buero Vallejo. Autor de dramas históricos o de crítica social, las líneas maestras de su obra obedecen al propósito explícito de lograr una síntesis de dos estilos que, en sí mismos, son antagónicos, el realismo y el simbolismo, y que a lo largo de su producción se pueden ver integrados en armonía. Su carrera teatral ha sido ampliamente reconocida.
Hijo de un militar, tras estudiar el bachillerato en su localidad natal, Antonio Buero Vallejo cursó estudios en la Escuela de Bellas Artes de Madrid, adonde su familia se había trasladado en 1934, impulsado por su afición desde muy pequeño por el dibujo y la pintura. También había mostrado gran interés por la literatura y el teatro. Poco después de estallar la Guerra Civil española, su padre, capitán de ingenieros, fue detenido y fusilado en diciembre de 1936. Al mes siguiente el joven Buero se enroló en el ejército republicano y fue destinado al frente del Jarama, de donde será trasladado al frente de Aragón. Al terminar la guerra es detenido y conducido al campo de concentración de Soneja, en la provincia de Castellón. El régimen franquista lo condenó a muerte por "adhesión a la rebelión", aunque se le conmutó la pena capital por otra de treinta años y pasó encarcelado casi siete en varias prisiones; en una de ellas coincidió con el poeta Miguel Hernández, a quien anteriormente había conocido en Benicasim y de quien dibujó su retrato más famoso. Al salir de la cárcel en 1946, no se le permitió volver a Madrid y se estableció en Carabanchel Bajo.
La experiencia de la guerra y de la cárcel del joven Buero Vallejo marcó después su trayectoria personal, así como su obra teatral, influida por el compromiso político, los anhelos de libertad y de justicia y la lucha por la vida. En sus primeras obras se propuso desvelar la angustia y soledad en las que se debate la existencia humana, casi siempre en condiciones mediocres cuando no hostiles. Se dio a conocer en el año 1949 con su obra Las palabras en la arena, premiada por la Asociación de amigos de los Quintero, e Historia de una escalera, una de las obras más importantes del teatro español contemporáneo, con la que logró un importante éxito cuando se presentó en el Teatro Español, causando gran impacto por su realismo y contenido social y por la que obtuvo el premio Lope de Vega del Ayuntamiento de Madrid.
En la etapa posterior, el autor muestra una tendencia al mito, la leyenda y la fábula, en obras como En la ardiente oscuridad (1950), La tejedora de sueños (1952), Madrugada (1953), Hoy es fiesta (1956), Las cartas boca abajo (1957), La doble historia del doctor Valmy (1964), estrenada en Inglaterra en 1968 y prohibida en España hasta 1976, El tragaluz (1967), Llegada de los dioses (1971), La fundación (1974), Jueces en la noche (1979), Caimán (1981), Diálogo secreto (1984), Lázaro en el laberinto (1986) o Música cercana (1989).
Una poderosa tendencia que anima su teatro es incorporar, convenientemente retocadas, corrientes antiguas del teatro español que han sido desdeñadas. Otro de los ejes de su dramaturgia es la preocupación por la realidad española y el intento de propiciar una reflexión apasionada y serena, rigurosa pero abierta, que abra la conciencia civil al espejo de la historia. Mediante el recurso al simbolismo y a la evaluación histórica, el autor esquivó de paso los rigores de la censura franquista y pudo ver estrenadas sus obras con relativa normalidad. Un soñador para un pueblo (1958), Las Meninas (1960), El concierto de San Ovidio (1962), El sueño de la razón (1970) y La detonación (1977) son otras obras que hablan de esa preocupación por desvelar enigmas que cubren momentos cruciales de la historia española.
A lo largo de su vida, Buero Vallejo, que luchó contra toda clase de adversidades (particularmente contra la censura) y que nunca abdicó de sus ideas ni de una actitud ética de compromiso con los más débiles, recibió numerosos homenajes. El mundo oficial se rindió ante su talento, fue elegido miembro de la Real Academia de la Lengua Española (1971) y se le concedió el Premio Nacional de Teatro (1980) y el Cervantes (1986). Fue también galardonado con el Premio Nacional de las Letras (1996) y con el Premio Max Honorífico (1999). Su última obra estrenada fue Misión al pueblo desierto (1999).
En 1959 se casó con la actriz teatral Victoria Rodriguez, con quien tendría dos hijos. Buero Vallejo falleció en Madrid tras sufrir una embolia cerebral a los 83 años.

 

1 comentario:

  1. Estupenda semblanza! No es de los dramaturgos que haya apreciado ni conocido su obra así que gracias a la publicación puedo saber de este dramaturgo.

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