TRIBUTE TO FRANÇOISE HARDY (París, 17-1-1944)
La cantante francesa Françoise Hardy cumple hoy 71 años. Debutante en el mundo musical a los 18 años, obtuvo un éxito inmediato y se convirtió en icono de una generación. Sus canciones expresan las dudas, los interrogantes y la ansiedad que suscitan en ella los tormentos de las relaciones sentimentales. Tras seis años de actuar en escenarios, se concentró en una carrera esencialmente discográfica.
Informe biográfico procedente (con algún retoque) de la página alohacriticón:
Delicada intérprete de suave voz y dotada compositora de inclinación  sentimental, sofisticada y melancólica, Françoise Hardy es la gran diva  en la historia del pop francés.
Françoise Madeleine Hardy vivió una niñez solitaria marcada su extrema  timidez y una estricta educación en un internado religioso de La  Bruyère. Una salida para su monotonía vital era la música en la radio, escuchando  con devoción a los grandes nombres de la chanson francesa. Poco a poco  fue agrandando sus influencias, que residían principalmente en la  canción pop tradicional gala, el music-hall, el rock’n’roll, el jazz, el  surf y el folk. Cuando en su adolescencia le regalaron su primera guitarra todo cambió  para Françoise. Expresaría su estado emocional mediante la música, pero  para ello tendría que recibir una instrucción previa en canto. Nada  mejor que acudir al Petit Conservatoire de Mireille Hartuch. A sus padres no les desagradaba que Françoise quisiese pasar parte de su  tiempo libre componiendo y cantando siempre que no descuidara sus  estudios. Así, Hardy, una aplicada estudiante, decidió estudiar en la  Sorbona Ciencias Políticas, carrera que abandonó para comenzar  Literatura.
Con su guitarra acústica, la joven y tímida Françoise Hardy principió a  actuar a comienzos de la década de los 60 por diversos clubes parisinos,  interpretando sus tristes y nostálgicas historias. En 1962 consiguió grabar en Vogue Records su primer single, Tous les  garçons et les filles, una canción escrita por ella y Roger Samyn  que se convirtió en un enorme éxito europeo, especialmente en su país  natal, en donde de la noche a la mañana Hardy, que en ese momento  solamente tenía 18 años, se convirtió en una gran estrella de la música ligera francesa.
La personalidad de Hardy, todavía muy medrosa y retraída, cambió de  manera rotunda cuando conoció al fotográfo Jean-Marie Périer mientras estaba siendo fotografiada para la revista Salut les Copains. Ambos comenzaron una intensa relación amorosa que  conllevaría también una transformación estética. Périer la modeló a su  gusto, Hardy ganó en seguridad personal y su rostro se hizo famoso en  todo el mundo. 
Tout le garçons et les filles (1962), su primer  álbum, es todo un clásico dentro de la chanson francesa que  contiene su famoso sencillo y piezas como Oh oh chéri, Le temps de l’amour, Ton meilleur ami o  C’est à l’amour auquel je pense, inspiradas y elegantes melodías imbuídas de tristeza, con gran  producción y arreglos, características encontradas en sus siguientes álbumes Le  premier bonheur du jour (1963), Mon amie la rose (1964), L’amitié (1965) o La maison ou j’ai grandi (1966). 
Su atractivo físico llamó la atención del director cinematográfico Roger  Vadim, siempre atento a las bellezas de la época, con quien debutó como  actriz en “Château en Suède” (1963), film co-protagonizado por Monica Vitti. También participó en el Festival de Eurovisión de 1963 en representación de Mónaco, interpretando L’amour s’en va y  teniendo que conformarse con la quinta posición. También compitió en Sanremo 1966, llegando a la final con la canción Parlami di te de Pallavicini/Vianello.
Hardy, a diferencia de otras cantantes francesas del período, es la  principal protagonista de sus discos al componer casi todas sus  interpretaciones y aportar ideas en la producción y arreglos, que ayudan a construir su exquisito pop, sibarita, emocional y romántico. Su talento, junto a su belleza, llamó la atención de muchos grandes nombres del momento, como Bob Dylan o Mick Jagger,  y poco a poco fue abriéndose paso en el mercado anglosajón, grabando  regularmente LPs en inglés, al igual que hizo en italiano o en alemán.
En 1967, año de la aparición del álbum Ma jeneusse fout le camp,  con bellas canciones como su version del tema de Georges Brassens Il n’y a pas d’amour heureux o Voilà, Françoise rompió su relación con Périer y un año después daría inició a  un noviazgo con el cantante Jacques Dutronc, con quien se casaría en 1981,  después de una larga relación que en 1973 dió como fruto a su hijo Thomas.
Después de Comment te dire adieu (1968), uno de sus mejores discos en la década de los 60, en la que sonaba el single homónimo (adaptación de una canción interpretada previamente por Margaret Whiting),  Hardy cambió de sello discográfico comenzando a grabar para Sonopresse,  compañía en la que aparecía el  estupendo álbum Soleil (1970), de gran carga atmosférica.
En los años 70, cansada de ser un icono de modas y consumo de una  masa que solamente aprecia la comercialidad, Françoise, imbuida cada vez  más en la astrología, evoluciona en su imagen y en su música, grabando  con la guitarrista brasileña Tuca el álbum La question (1971). A este disco le siguieron Et si je m'en vais avant toi (1972), Message personnel  (1973), un album que contó con la esencial colaboración de  Michel Berger, y Entr'acte (1974), otro estimable trabajo de una  artista en plena madurez como autora. 
Con Gabriel Yared coincide por primera vez con el disco Star (1977),  un álbum recibido con entusiasmo por crítica y público. Yared volverá a  colaborar con Françoise en Musique saoule (1978), Gin Tonic (1980), À suivre (1981) y Quelqu'un qui s'en va (1982), trabajos en los  cuales Hardy era ayudada por otros compositores, como Michel Jonasz o  Alain Goldstein.
Décalage (1988) fue proyectado como su último LP y su trabajo de  despedida como cantante. No sería tal, ya que Françoise retornaría  con Le danger (1996), un álbum publicado en la Virgin. En esta época  Hardy volvió a la primera línea musical, colaborando también con el  grupo Blur en el tema “To the end”. Clair-obscur (2000) fue uno de sus últimos discos grandes y un trabajo  notable que ponía de manifiesto que su habilidad para escribir temas  pop, en muchas ocasiones asociada a Alain Lubrano, no se había perdido  con el tiempo, sabiendo acomodarse a las nuevas épocas que corrían. 
En el álbum colaboró Iggy Pop, quien canta junto a Françoise el tema “I’ll been seeing you”.
Tant de belles choses (2004), Parenthèses (2006), La pluie sans parapluie (2010) y L'amour fou (2012) son sus últimos álbumes. 
Tous les garçons et les filles, una canción escrita por Françoise Hardy y arreglada por Roger Samyn se editó en 1962 y vendió cuatro millones de discos en Francia. En Europa es una de las canciones más representativas de la década de los años 60.
POSDATA
 Françoise Hardy falleció de cáncer de faringe y del sistema linfático el 11 de junio de 2024 en París a la edad de 80 años.

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