miércoles, 24 de diciembre de 2014

Ava Gardner (Smithfield, North Carolina, US, 24-12-1922 / Westminster, UK, 25-1-1990): In memoriam)

LA DIOSA REBELDE

Hoy es aniversario natal de la actriz estadounidense Ava Gardner, llamada en su día 'el animal más bello del mundo' por su exuberante y sensual belleza y fotogenia. Se la considera una de las grandes estrellas míticas de toda la historia del cine. Con aureola de femme fatale y demasiado temperamento para amoldarse a los dictados de Hollywood, disfrutó mientras pudo de una existencia cosmopolita de lujos y fiestas, bebiendo y trasnochando sin medida. Frases suyas como “He debido de ver más amaneceres que cualquier otra actriz en la historia de Hollywood” o  “desearía vivir hasta los 150 años, pero el día de mi muerte querría tener un cigarrillo en una mano y un vaso de whisky en la otra” hablan a las claras de su modo de concebir la vida.

Reseña biográfica a partir de la página El Criticón:

Ava Lavinia Gardner, una de las diosas de la belleza de Hollywood, nació en el seno de una familia numerosa dedicada a tareas agrícolas en una plantación sureña de tabaco. Cuando creció y se convirtió en una hermosa adolescente, su cuñado, dedicado a la fotografía, le tomó una instantánea para colocarla en el escaparate de su establecimiento en la Quinta Avenida durante una visita de Ava a NY. La casualidad fue que un ejecutivo de la Metro Goldwyn Mayer se quedó prendado de la chica que aparecía en la fotografía y quiso de inmediato contratarla para hacerle una prueba. Era el año 1941 y Ava se trasladó a Hollywood sin dudarlo ni un momento, donde tomó clases de dicción para pulir su acento y de arte dramático. Casi recién llegada, a comienzos de 1942, cuando ella era una desconocida y él una gran estrella, se casó con Mickey Rooney, pero su matrimonio resultó un fracaso y duró poco más de un año.  
Durante los dos primeros años de su contrato, las apariciones de Ava Gardner fueron muy breves y sin acreditar hasta La casa encantada (1943) de William Beaudine, una comedia de terror de modesto presupuesto producida por Monogram Pictures, compañía menor a la que se había cedido a la joven starlette, apareciendo después en títulos como Three men in white (1944) y She went to the races (1945), ambos dirigidos por Willis Goldbeck o Señal de parada (1946) de Léonide Moguy.
Su gran oportunidad llegaría con la película Forajidos (1946), un film noir realizado por Robert Siodmak que supuso también el descubrimiento de Burt Lancaster. A partir de ahí, Ava Gardner se consolidó como protagonista y en los restantes años de la década de los 40 intervino en títulos como Una vida y un amor (1947) de John Brahm, con Fred MacMurray, Mercaderes de ilusiones  (1947) de Jack Conway, con Clark Gable, Venus era mujer (1948) de William A. Seiter, fantasía romántico-musical con canciones de Kurt Weill, con Robert Walker como coprotagonista, Soborno (1949) thriller de Robert Z. Leonard, con Robert Taylor, El gran pecador (1949) de Robert Siodmak, adaptación de Dostoievski, con Gregory Peck, y el melodrama Mundos opuestos (1949) de Mervin Leroy, con Barbara Stanwyck, James Mason y Van Heflin. Tras su divorcio de Rooney, el multimillonario Howard Hughes la pretendió, pero ella nunca quiso casarse con él, aunque continuaron su amistad largo tiempo. Sí lo hizo con Artie Shaw, su segundo marido, con quien contrajo matrimonio en 1945 para divorciarse en 1946. En 1951 se casaría con Frank Sinatra en un tortuoso matrimonio que duró hasta 1957, casi siempre acosados por la prensa. Según revelaría ella mucho después en su autobiografía, Sinatra, que dejó a su mujer y madre de sus tres hijos, Nancy Barbato, por Ava (con gran escándalo mediático), fue el gran amor de su vida (y lo mismo solía decir de ella el famoso cantante y actor). Ava tuvo dos abortos mientras estuvo casada con Sinatra.
La década de los 50 fue la mejor época profesional para Ava Gardner, ya que intervino en proyectos cinematográficos tan relevantes como el drama romántico Pandora y el holandés errante (1951) de Albert Lewin, junto a James Mason, para muchos, su mejor película, el drama Odio y orgullo (1951) de Robert Stevenson, con Robert Mitchum, Magnolia (1950) de George Sidney, lujosa tercera versión, ahora en color, del famoso musical "Show Boat" de Jerome Kern y Oscar Hammerstein II, Estrella del destino (1952) de Vincent Sherman, western con Clark Gable, Las nieves del Kilimanjaro (1952) de Henry King, traslación de una novela de Hemingway, con Gregory Peck y Susan Hayward, Una vida por otra (1953) de John Farrow, western con Robert Taylor, Mogambo (1953), película de aventuras en Africa dirigida por John Ford, con Clark Gable y Grace Kelly, por la que obtuvo su única nominación al Oscar, Los caballeros del Rey Arturo (1953) de Richard Thorpe, exitoso film histórico basado en el relato de Sir Thomas Malory, con Robert Taylor, La condesa descalza (1954) de Joseph L. Mankiewicz, arrebatador drama que la emparejó a Humphrey Bogart, Cruce de destinos (1956) de George Cukor, drama colonial con Stewart Granger, La cabaña (1957) de Mark Robson, comedia romántica también con Granger y David Niven, Fiesta (1957) de Henry King, adaptación de Hemingway con Tyrone Power, Mel Ferrer y Errol Flynn, La maja desnuda (1958) de Henry Koster, su film más flojo de la década, o La hora final (1959), distopía nuclear dirigida por Stanley Kramer, con Gregory Peck, Fred Astaire y Anthony Perkins.
En sus rodajes en  España Ava se enamoró del país y desde entonces pasaría largas temporadas en tierras españolas admirando el arte del toreo y bailando flamenco. Mantuvo diversas relaciones con hombres españoles, siendo las más sonadas las muy publicitadas con los toreros Luis Miguel Dominguín y Mario Cabré. Esta estancia permanente en España conllevó su alejamiento de Hollywood, retornando en los años 60 al cine en contadas ocasiones. Dentro de las pocas películas que hizo en esta década son las más destacables la épica y costosa 55 días en Pekín (1963) de Nicholas Ray, con Charlton Heston y David Niven, que fracasó en taquilla, Siete días de mayo (1964), thriller político dirigido por John Frankenheimer, con Burt Lancaster, Kirk Douglas y Fredric March y La noche de la iguana (1964) adaptación de Tennessee Williams a las órdenes de John Huston, con Richard Burton y Deborah Kerr. En La Biblia (1966) de John Huston y Mayerling (1968) de Terence Young intervino en papeles secundarios.
A finales de los años 60 Ava Gardner dejó España debido a problemas con el fisco y a presiones del régimen franquista. Se trasladó a Gran Bretaña, en donde permaneció hasta su muerte. En la década de los 70 apareció brevemente como Lillie Langtry al final del western El juez de la horca (1972) de John Huston, protagonizado por Paul Newman, así como en la fallida El pájaro azul (1976) de George Cukor. En el género de catástrofes, entonces de moda utilizando repartos multiestelares, incidió tres veces: Terremoto (1974) de Mark Robson, el mayor éxito comercial de su carrera, El puente de Cassandra (1976) de George Pan Cosmatos y Ciudad en llamas (1979) de Alvin Rakoff, que fracasó, ya dando muestras de agotamiento de la fórmula. Ninguna de sus restantes películas añadió nada nuevo a su trayectoria. Sus últimos trabajos en los años 80 fueron para la televisión.
Sola y con salud muy deteriorada los años finales de su vida, Ava Gardner murió en su casa de Londres a los 67 años de una neumonía.


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