viernes, 28 de noviembre de 2014

José Isbert (Madrid, España, 3-3-1886 / Ibid, 28-11-1966): In memoriam

EL GRAN CÓMICO DEL CINE ESPAÑOL

Hoy se cumplen 48 años de que el popular actor español José Isbert nos dejase. Su trabajo en casi 120 películas lo convirtió en uno de los mejores y más destacados secundarios del cine español. Su personalísima vis cómica, su peculiar físico y su voz ronca son recordados y reconocidos por muchas generaciones de espectadores a cada nuevo visionado de sus películas, algunas de ellas títulos ya clásicos. Fue galardonado con la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes y la Medalla al Mérito en el Trabajo. En los últimos días de su vida publicó sus memorias con el título de "Mi vida artística". En la actualidad hay varios premios que llevan su nombre.

Semblanza biográfica procedente (con algún retoque) de la página El Criticón:

Gran mito del cine español y extraordinario actor, Pepe Isbert se fundía de manera genial con sus personajes sin perder un ápice sus propias características personales. Más que interpretaba, era, haciendo resultar creíbles a sus caracteres por su prodigiosa naturalidad en la actuación y la simbiosis instintiva con sus inolvidables papeles.
José Ysbert Alvarruiz nació el 3 de marzo de 1886 en Madrid. En la capital de España y en 1903 debutó en la escena teatral, consiguiendo un gran reconocimiento por sus actuaciones en el Teatro Lara. En esos momentos cambió su apellido por el de Isbert. Por esa época estuvo trabajando como profesor mercantil y ocupando puesto en el Tribunal de Cuentas, profesión que abandonó para dedicarse de lleno a la interpretación.
Logró su primer papel en el cine apareciendo en Asesinato y entierro de Don José Canalejas (1912), cortometraje que narraba la muerte del político liberal Canalejas, presidente del gobierno que falleció asesinado por el anarquista Pardiñas, personaje que fue interpretado por el propio Pepe Isbert.
En la etapa del período mudo, Isbert centró su actividad profesional en el teatro, interviniendo en contadas ocasiones en títulos cinematográficos. Con la llegada del cine sonoro las cosas cambiaron. En la década de los 30 su voz enronquecida y su entrañable presencia física se hicieron notar por primera vez en las pantallas españolas, debutando como protagonista en La pura verdad (1931), una comedia dirigida por Florián Rey. En esos primeros años sus trabajos cinematográficos fueron escasos, rodando media docena de títulos en los años 30, entre ellos ¿Cuándo te suicidas? (1931) de Manuel Romero, La bien pagada (1935) de Eusebio Fernández Ardavín o El bailarín y el trabajador (1935), comedia dirigida por Luis Marquina basada en la obra teatral de Jacinto Benavente.
Durante la década de los 40 sus intervenciones en la gran pantalla se hicieron más asiduas, ensanchando su popularidad gracias a películas como Te quiero para mí (1944) o El testamento del Virrey (1944), ambas dirigidas por Ladislao Vajda, Ella, él y sus millones (1944) de Juan de Orduña, El fantasma y Doña Juanita (1945) de Rafael Gil o Pacto de silencio (1949), film dirigido por Antonio Román.
La mejor y más prolífica etapa de Pepe Isbert en el cine fueron los años 50 y la primera mitad de la década de los 60, brillando especialmente en sus trabajos con Luis García Berlanga y Marco Ferreri. Bienvenido, Mr. Marshall (1953), Calabuch (1956), Los jueves, milagro (1957) y El verdugo (1963), películas dirigidas por Berlanga, que junto a El cochecito (1960) de Ferreri permanecen como algunos de los mejores títulos jamás filmados con producción española. El guión de estas dos últimas cintas se debe al brillante Rafael Azcona.
Al margen de estos títulos, Isbert intervino en películas muy populares en la época, como Once pares de botas (1954) de Francisco Rovira Beleta, título ambientado en el mundo del fútbol en el que aparecía el jugador del Real Madrid Alfredo Di Stefano, La pícara molinera (1955) de León Klimowsky, comedia protagonizada por Carmen Sevilla y Paco Rabal, Historias de la radio (1955), film de episodios dirigido y escrito por José Luis Sáenz de Heredia, Mi tío Jacinto (1956), estupendo título dirigido por Ladislao Vajda, con el niño prodigio Pablito Calvo y Antonio Vico,  Los ladrones somos gente honrada (1956), película dirigida por Pedro L. Ramírez y co-protagonizada por otro de los grandes del cine español, José Luis Ozores,  Manolo, guardia urbano (1956) de Rafael J. Salvia, popular film protagonizado por Manolo Morán, Un ángel pasó por Brooklyn (1957), estimable película de Vajda que mezclaba comedia y fantasía, protagonizada por Peter Ustinov y Pablito Calvo, La vida por delante (1958), comedia dirigida y protagonizada por Fernando Fernán Gómez, Nada menos que un arkángel (1958) de Antonio del Amo, La Casa de la Troya (1959) de Rafael Gil, film protagonizado por Arturo Fernández de ambiente universitario, el mismo que se reflejaba en Margarita se llama mi amor (1961) de Ramón Fernández, comedia que convirtió en sex symbol local a la actriz Mercedes Alonso.   
Entre sus últimos éxitos comerciales destacan Sabían demasiado (1962), parodia del cine de gángsters dirigida por Pedro Lazaga y protagonizada por Tony Leblanc, La gran familia (1962) título dirigido por Fernando Palacios y protagonizado por Alberto Closas, Amparo Soler Leal y José Luis López Vázquez, que giraba sobre los avatares de una familia numerosa, y la comedia negra Los dinamiteros (1964) de Juan G. Atienza.
Pepe Isbert, que contrajo matrimonio con Elvira Soriano, falleció en Madrid el 28 de noviembre de 1966 a causa de problemas del corazón. Tenía 80 años. Una de sus cuatro hijos, María Isbert, también se dedicó a la interpretación, al igual que su nieto Tony Isbert.

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