domingo, 12 de octubre de 2014

Luciano Pavarotti - Torna a Surriento (London 1982)

LUCIANO PAVAROTTI (Modena, Italia, 12-10-1935 / Modena, 6-9-2007): IN MEMORIAM

Hoy se cumplen 79 años del nacimiento del célebre tenor lírico italiano. Hijo único de un panadero aficionado al canto, fue estimulado por su padre a estudiar música, si bien antes que como cantante ejerció como maestro de escuela. Profesional de los escenarios desde los 25 años, de voz resonante y luminosa, el más escuchado de los tenores de la historia del canto lírico, poseyó también un carisma y simpatía insuperables. El estrellato supremo de Pavarotti fue reconocido en el Met de Nueva York cuando, el 17 de febrero de 1972, cantando el aria de "La fille du régiment" de Donizetti "Ah, mes amis" (considerada el Monte Everest de los tenores) asombró a la audiencia dando nueve veces el do de pecho, lo que le hizo acreedor de la portada de The New York Times y supuso su acceso a la leyenda. En décadas posteriores, su figura fue clave en la popularización de la ópera a escala internacional. Su nombre aparece en el Libro Guinness Record por la cerrada ovación de una hora y siete minutos que le tributó la Opera de Berlín en 1988. Ese mismo año le nombran Caballero de la Gran Cruz de la Orden al Mérito de la República Italiana; también fue galardonado con el Grammy Legend Award (1998) y el Premio Libertad de la City de Londres y la Cruz Roja por Servicios a la Humanidad, ambos en 2005. Su destacable labor filantrópica fue muy amplia y prolongada. Estuvo casado durante 34 años con Adua Verona, con quien tuvo tres hijas y de quien se separó cuando inició una relación con su secretaria. En diciembre de 2003 y con 68 años, se casó en segundas nupcias con su ex secretaria Nicoletta Mantovani, de 33. Con ella tuvo otros dos hijos, el menor de los cuales falleció al poco de nacer. Poco después de anunciar su retirada, la delicada salud del tenor le obligó a suspender 'el tour del adiós'. Luciano Pavarotti dejó este mundo a los 71 años, conmocionando a Italia y a los aficionados al bel canto de todo el mundo.

Esto cuenta sobre él la pagina Biografías y Vidas:

Tenor italiano, considerado uno de los mejores del siglo XX, cuya popularidad contribuyó a la difusión de la lírica fuera del ámbito estrictamente operístico. Luciano Pavarotti dio sus primeros pasos en el mundo de la lírica como cantante de coro. Después de trabajar durante dos años como profesor de una escuela elemental, realizó estudios de canto en su ciudad natal con Arrigo Pola, y años después perfeccionó su técnica en Mantua con Ettore Campogalliani.
Debutó el 29 de abril de 1961 en la ciudad italiana de Reggio Emilia con el papel que más tarde le haría popular: Rodolfo, de La bohème. En 1963, en el Covent Garden de Londres, sustituyó a Giuseppe di Stefano en dicho papel, interpretación que le valió un gran éxito de crítica y público. Ese mismo año debutó en Viena, en Zurich y, con el rol de Edgardo (Lucia di Lammermoor), en Ámsterdam. Su primera actuación en España tuvo lugar en Barcelona en 1963, con una única representación de La traviata. Asimismo, se le pudo escuchar en 1964 en el Festival de Ópera de Glyndebourne, en el papel de Idamante (Idomeneo), junto a la cantante Enriqueta Tarrés. Un año más tarde, en 1965, se produjo su debut norteamericano en Miami.
Ese mismo año, y tras haber conocido al director de orquesta Richard Bonynge, esposo de la soprano Joan Sutherland, realizó una gira por Australia cantando de nuevo el rol de Edgardo (Lucia di Lammermoor) con la compañía operística de la citada soprano, que más adelante sería su pareja en óperas de Donizetti y Bellini. El éxito que consiguió con La fille du Régiment de Donizetti, con su difícil aria de tenor, es impresionante. Desde entonces su carrera fue imparable.
En 1966 cantó por primera vez en el Teatro de la Scala de Milán un papel secundario, el de Tebaldo en I Capuleti ed i Montecchi de Bellini, y a ese mismo teatro volvería más adelante en el papel de Des Grieux de la ópera Manon de Massenet y, ya en 1967, el Réquiem de Verdi con motivo del centenario del maestro Arturo Toscanini. Un año más tarde debutó en San Francisco interpretando a Rodolfo (La bohème), Nemorino (L'elissir del amore) y Enzo (en La Gioconda de Ponchielli). En el Metropolitan de Nueva York interpretó en 1968 en su papel favorito: el de Rodolfo de La bohème, y más adelante representó en ese mismo teatro a Fernando (La Favorita, de Donizetti), Arturo (I puritani, de Bellini) y Manrico (Il trovatore, de Verdi), entre otros.
A pesar de algunos fracasos puntuales, como el de la Scala con Don Carlo de Verdi en 1992, Pavarotti fue un tenor de reconocido prestigio que poseía una bella voz de brillantes agudos y elegante estilo, que apenas si perdió colorido a pesar del paso del tiempo. Fue el único tenor, junto a Nicolai Gedda, capaz de cantar el famoso Fa5 en falsete escrito en la parte final de la ópera I puritani. La singular pureza de su voz, la disciplina técnica del cantante y su extraordinaria musicalidad le permitieron, en efecto, cantar con aparente facilidad los fragmentos de más complicada estructura melódica o tonal.
Entre sus interpretaciones destacadas figuran también la grabación de Madame Butterfly (en la que trabajó con su gran amiga la soprano Mirella Freni y con Von Karajan), su interpretación del duque de Mantua en Rigoletto de Verdi y su Nemorino de L'elissir del amore de Donizetti. En 1991 cantó Otello en versión de concierto con la Orquesta Sinfónica de Chicago bajo la dirección de Sir Georg Solti. De sus numerosos trabajos discográficos, cabe citar el de Arnold (Guillaume Tell, de Rossini), Orombello (Beatrice di Tenda, de Bellini) y el rol principal de la ópera L'amico Fritz, de Pietro Mascagni.
Su arrolladora personalidad y sus grandes dotes de comunicación posibilitaron que, a partir de la década de los años ochenta, Pavarotti se hiciera popular en todo el mundo a través de grabaciones, vídeos y conciertos. Con un repertorio no muy extenso, pero escogido, centrado en los grandes títulos de la ópera francesa e italiana románticas, de Bellini y Donizetti a Verdi y Puccini, este tenor supo hacerse con un amplio grupo de admiradores, merced también a sus incursiones en la música popular y a sus recitales en grandes espacios, en ocasiones en compañía de Plácido Domingo y José Carreras bajo el apelativo común de Los Tres Tenores. Con ellos dio recitales en lugares como las Termas de Caracalla, con motivo del Mundial de Fútbol de 1990, además de participar en conciertos benéficos para contribuir a la reconstrucción de los teatros de La Fenice (Venecia) y del Liceu (Barcelona). En 1996 interpretó de nuevo a Rodolfo de La bohème en Turín, junto a Mirella Freni, para la celebración del centenario del estreno de dicha ópera.
El tenor italiano también dedicó parte de su tiempo a impartir clases magistrales en diversos conservatorios del mundo. Su apoyo a los jóvenes cantantes se materializó en el concurso de canto que lleva su nombre, Luciano Pavarotti International Vocal Competition, cuya primera edición se celebró en 1980.
Su compromiso social como cantante se tradujo en múltiples actuaciones solidarias, como la que tuvo lugar en 1992 a favor de la Fundación Berloni, que lucha contra la anemia mediterránea. Tras este concierto, Pavarotti participó en una serie de recitales titulados War Child junto a estrellas de la canción como Bono (de U2), Elton John o Liza Minnelli. En 1997 se inauguró en Mostar (Bosnia-Herzegovina) el centro musical Pavarotti Music Centre, gracias a los beneficios obtenidos en las giras del espectáculo Pavarotti & Friends en 1995 y 1996. Posteriormente, y mediante el citado proyecto musical, Pavarotti aportó ayudas a proyectos en Guatemala y Kosovo (1999), y en Camboya y el Tibet al año siguiente.
Pavarotti se mantuvo activo en los últimos años, pero paulatinamente empezó a reducir su presencia en los escenarios. Los rumores acerca de su retirada se acrecentaron en julio de 2006, cuando canceló todos sus compromisos por una convalecencia provocada por una intervención de un tumor maligno en el páncreas. El 5 de Septiembre de 2007, el Gobierno italiano concedió a Pavarotti el Premio Excelencia en la Cultura de Italia. Un día después fallecía a causa de su enfermedad.


El 13 de abril de 1982, un pletórico Pavarotti ofreció un memorable concierto en el Royal Albert Hall londinense, presidido por la Reina Elizabeth y la Reina Madre, que finalizó con esta famosa composición de Ernesto De Curtis.

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