miércoles, 25 de junio de 2014

Gaudí mágico

ANTONIO GAUDÍ (Reus o Riudoms, Tarragona, 25-6-1852 / Barcelona, 10-6-1926): IN MEMORIAM

Tal día como hoy hace 162 años vino al mundo este gran genio de la arquitectura, que en sus 73 años de vida forjó una obra ingente, asombrosa y personalísima que hoy es admirada en el mundo entero. Varias de su obras han sido declaradas por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad: el Parque Güell, el Palacio Güell, la Casa Milà, la fachada, cripta y ábside del templo de la Sagrada Familia, la Casa Vicens y la Casa Batlló en Barcelona, junto con la cripta de la colonia Güell en Santa Coloma de Cervelló.

El texto siguiente procede de la página ArtEEspañA:

Biografía y obra de Antonio Gaudí
  
Introducción a la obra de Antonio Gaudí
Antonio Gaudí, máximo representante del Modernismo y uno de los pioneros de las vanguardias artísticas del s. XX, nació el 25 de Junio de 1852. El lugar de su nacimiento se lo disputan Riudoms y Reus, poblaciones muy próximas entre sí en la provincia de Tarragona, aunque la mayoría de sus biógrafos afirman que nació en Reus. De su padre, que fue calderero en Riudoms, heredó la tradición artesanal.
Desde pequeño, Gaudí padeció un problema reumático que le impidió ir a la escuela y jugar con los niños de su edad, convirtiéndose en un gran observador de la naturaleza, de la que le atraían las formas, los colores y la geometría.
A los once años ya manifestaba su entusiasmo por la arquitectura y el dibujo, y a los diecisiete, se traslada a Barcelona para entrar en la escuela de Arquitectura.
De su personalidad podemos destacar la religiosidad y el escaso interés que demostró por la sexualidad. Sólo se conoce el nombre de una mujer de la que estuvo enamorado, Pepita Moreu, que rechazó la mano de Gaudí. Podríamos asegurar que el trabajo llenó su vida por completo.

El Modernismo y Gaudí
Su actividad profesional se desarrolló en Barcelona, que a finales del s. XIX vivía un momento de auge económico debido al florecimiento de la industria y el comercio. La nueva burguesía enriquecida fue la gran mecenas del modernismo, movimiento artístico europeo de finales del s. XIX, que en España, como en el resto de Europa, tomó unos tintes originales propios y creó la necesidad de renovación.
El modernismo en Cataluña se nutrió de la "Renaixença", sentimiento nacionalista que reivindicó la cultura y la política buscando referentes históricos en la gloriosa Edad Media. Extrajo los elementos tradicionales catalanes y recuperó el gótico como símbolo de su identidad.
Gaudí partió de un medio artístico local unido a las características del modernismo y del Art Nouveau e intentó superar estas tendencias y alcanzar un lenguaje propio.
Sus obras iniciales se apoyaron en la hibridación y reinterpretación de estilos históricos, sobre todo de los medievales gótico y mudéjar. Influenciaron notablemente en el artista el libro de Violet Le Duc sobre la arquitectura francesa de los siglos XI al XVI y los escritos teóricos de Ruskin, quien predicó en 1853 que el ornamento era el origen de la arquitectura, despertando el gusto por las formas caprichosas y por los juegos ornamentales que darían origen al Art Nouveau.
Una de las constantes de su obra es el amor a la Naturaleza. En las formas vivas, vegetales o animales, encontró una fuente de inspiración, que quedará reflejada en el uso de piedras de construcción curvas y formas orgánicas.
Gaudí no sólo revolucionó la arquitectura, además diseñó muebles, elementos decorativos con vidrio y cerámica y empleó el hierro forjado. Todos ellos formaban parte de sus construcciones. Entiende la arquitectura como un arte integrador, simbólico y total dentro del mundo natural. Buscó la luz y el color. Sus edificios resultan una gran escultura de símbolos en cuya decoración tienen cabida otras artes, un intenso trabajo que desarrolló con la colaboración de numerosos artesanos.
La exposición universal de París de 1878 supuso el principio de su fama, allí conoció a uno de sus mejores amigos, Eusebio Güell, su principal mecenas junto con la burguesía y el mundo eclesiástico.

Etapa historicista de Gaudí
En la obra de Gaudí se puede hablar de dos etapas. Una primera historicista que va desde 1883, fecha en la que ya empieza a trabajar en la Sagrada Familia, hasta 1900. La primera construcción es la Casa Vicens, de estilo hispanoárabe, realizada con abundante azulejería y con atrevidos mozárabes en sus techumbres. Siguiendo una estética gótica realizó el Palacio Güell (1886-91), el Colegio Teresiano (1888-90), el Palacio Episcopal de Astorga y la Casa de Los Botines en León.

Etapa Modernista de Gaudí
Entre 1898 y 1904, dos construcciones marcan un cambio en su estética avanzándonos lo que será la fase posterior, Bellesguard (Bella Vista) y la Casa Calvet. Bellesguard, plasma un gótico de ensoñación que se funde con el paisaje que le rodea y la Casa Calvet muestra a un Gaudí preocupado por los patios interiores y por las formas orgánicas de los muebles diseñados para su decoración.
Desde 1900 hasta 1917 se produce la segunda y gran etapa de la obra gaudiniana. Es el período de las construcciones más atrevidas, más modernas y más personales. En el Parque Güell, se evidencian sus inquietudes por los valores arquitectónicos y estéticos de carácter libre y de gran fuerza cromática.
En la Casa Batlló (1904-1906), el modernismo de Gaudí alcanza su plenitud. Lo que en principio era una simple reforma de un edificio ya construido, dio la oportunidad a Gaudí de crear una de sus obras más poéticas. La fachada, ondulada verticalmente, está revestida de fragmentos de vidrio y cerámica de diferentes colores. El propio Gaudí fue indicando a los operarios, desde la calle, la distribución de los diferentes fragmentos y colores. La parte baja del edificio fue sustituida por unas formas ondulantes talladas en piedra, que integran los balcones, y en los que se ven unas delicadas columnas con temas florales. En los detalles decorativos demuestra que es al mismo tiempo arquitecto, decorador y genial escultor.
Entre 1906 y 1910, Gaudí realizó la Casa Milá, conocida también como La Pedrera por la impresionante fachada que fue concebida como una gran masa de piedra ondulante sin líneas rectas. En el tejado utiliza formas abstractas y vanguardistas que sirven de accesos, chimeneas o puntos de ventilación.
Desde 1917 y hasta 1926, año en que Gaudí murió atropellado por un tranvía, dedicó todos sus esfuerzos al gran templo de La Sagrada Familia. Las obras progresaron muy lentamente, desde 1883 a 1891 se realizó la cripta, en 1893 se cerró el ábside y hasta 1925 no se finalizó la primera de las cuatro torres que debían completar la fachada del Nacimiento. La Sagrada Familia, su obra inconclusa, es inclasificable. Tomó elementos y estructuras del pasado, pero sobre todo dejó rienda suelta a su imaginación para crear un monumento tan lleno de personalidad que hoy es símbolo de Barcelona.



 
El video recoge un breve recorrido por la obra más sobresaliente de Gaudí.

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