Errol Flynn (Hobart, Tasmania, 20-6-1909 / Vancouver, Canadá, 14-10-1959): In memoriam

GALÁN Y AVENTURERO

Aniversario natal del actor australiano-estadounidense Errol Flynn, célebre por sus personajes de galán, aventurero y héroe romántico.

Reseña biográfica extraída de la página decine21:

El héroe arrogante

(por Juan Luis Sánchez)

Socarrón y caradura, Errol Flynn es el aventurero por excelencia de la gran pantalla. Desprendía una enorme fuerza interpretando en la pantalla a un personaje que tenía mucho que ver con su vida real, el fanfarrón carismático de buen corazón. Muchas veces imitado, pero nunca igualado, su nombre es sinónimo del sabor de la aventura, de héroes legendarios que nos hacían soñar de niños en las sesiones dobles de los cines.

Hijo de un adinerado biólogo, Errol Leslie Thomson Flynn vino al mundo el 20 de junio de 1909 en Tasmania (Australia). Desde su infancia se distinguió por su falta de disciplina, lo que provocó su expulsión de todos los colegios a los que fue. Igual le ocurrió en Gran Bretaña, cuando su familia se mudó allí. De joven seguía en sus trece, se enfrentó a sus progenitores, y se alejó del hogar para llevar una vida bohemia. Subsistió con trabajos tan variopintos como capador de reses o supervisor de una plantación de tabaco. Por entonces era un joven carismático que no pasaba desapercibido, lo que llamó la atención de un productor australiano, que le contrató para un papelito de cine en In the wake of Bounty (1933). Flynn quedó encantado y decidió que había encontrado la profesión ideal para satisfacer su vanidad, por lo que decidió mejorar sus dotes interpretativas, integrándose en una compañía teatral.

A mediados de los años 30, Flynn se lanzó al abordaje de Hollywood, y la Warner le contrató. La compañía apostó fuerte por él, como sustituto de última hora de Robert Donat en El capitán Blood (1935), de Michael Curtiz, donde compartía protagonismo con Olivia de Havilland, entonces una desconocida. Esta historia de piratas, hito del cine de aventuras de todos los tiempos, tuvo un éxito sin precedentes, haciendo popular a Flynn. Éste desarrolló una gran amistad con su compañera de reparto Olivia de Havilland, y compartió una enorme mansión de estilo colonial con Clark Gable, donde ambos organizaban las fiestas más frívolas y salvajes que se recuerdan en Hollywood. El director Michael Curtiz siguió apostando por él, y le volvió a emparejar con Olivia de Havilland en La carga de la brigada ligera (1936), Dodge, ciudad sin ley (1939), La vida privada de Elizabeth y Essex (1939), Camino de Santa Fe (1940) y sobre todo, Robin de los bosques (1938). En ésta Curtiz sustituyó a última hora a William Keighley, que ya había filmado algunas escenas. Cumbre indiscutible del género épico y aventurero, de ambientación colorista, y montaje dinámico, el guión derrochaba imaginación y sentido del humor. Sin Olivia de Havilland, Curtiz, conocido por ser el responsable de Casablanca, dirigió también a Flynn, en El halcón del mar (1940). Todos estos títulos convirtieron a Flynn en el heredero de Douglas Fairbanks, que en la época del cine mudo era el rey indiscutible del cine de aventuras.

En 1935, Flynn contrajo matrimonio con la actriz Lili Damita, que había protagonizado títulos como Ésta es la noche. Fruto del matrimonio nació Sean, primer hijo de Errol, que posteriormente intentaría sin éxito triunfar en el cine, protagonizando El hijo del capitán Blood, y que falleció mientras ejercía de fotógrafo de prensa en la Guerra de Vietnam. Lejos de sentar la cabeza al casarse, como Clark Gable al unirse a Carole Lombard, Flynn se volvió más juerguista que antes. Su amistad con Gable se rompió porque a éste le dieron el papel de Rhett Butler en Lo que el viento se llevó, en detrimento de Flynn, que en un primer momento iba a ser el protagonista. Aunque según el departamento de propaganda de Warner, el actor tenía la intención de enrolarse en el ejército, parece que tuvo que quedarse en casa por problemas de salud. Varias mujeres le acusaron de violación, aunque tras un largo proceso quedó absuelto. En cualquier caso, conservaba una imagen opuesta en la pantalla, donde seguía interpretando héroes como los protagonistas de Murieron con las botas puestas (1941), Gentleman Jim  (1942) y Objetivo: Birmania (1945), todas a las órdenes de Raoul Walsh. Tras divorciarse de Damita, volvió a unirse durante poco tiempo con Nora Eddintong, que tenía un breve papel en El burlador de Castilla (1948), y Patrice Wymore, coprotagonista de Cerco de fuego (1950), un correcto western. Su último gran éxito fue Kim de la India (1950), pero luego empezó su declive en los 50, y el fin de su contrato con Warner. El intérprete encadenó fracasos sucesivos en películas como La taberna de Nueva Orleans (1951), El señor de Ballantry (1953) o Guillermo Tell (1954). Cuando Hollywood le dio la espalda, marchó en busca de mejor fortuna a Europa, donde rodó la cinta italiana Il maestro don Giovanni (1954) y la británica Lilacs in the spring (1955). Después de una larga temporada de descanso, dedicándose a recorrer el mundo en su velero, Flynn se lanzó a la reconquista de Hollywood con papeles más complejos y dramáticos que los que le habían hecho famoso, a menudo alcohólicos, similares al propio actor. Interpretaba a un bebedor estadounidense de gira por Europa en Fiesta (1957), adaptación de una obra de Hemingway cuyo rodaje duró dos años, en los que el actor pasó por Francia y España. En nuestro país, Flynn le dio a la botella en compañía de su compañera de reparto Ava Gardner, otra gran bebedora. La cinta pasó desapercibida aunque obtuvo mejores resultados Las raíces del cielo (1958), del maestro John Huston. Su papel secundario de ex militar que ayuda a un idealista en su cruzada para preservar a los elefantes africanos obtuvo buenas críticas. Su última película, escrita y producida por él, fue Cuban rebel girls (1959), donde interpretaba a un corresponsal estadounidense en la isla. Cuando estaba cimentándose su prestigio como actor dramático le sobrevino la muerte en 1959, a causa de un ataque al corazón. Ese mismo año se publicó su autobiografía. Por aquel entonces estaba muy desmejorado, pues aunque sólo tenía 50 años, parecía mucho mayor.