domingo, 25 de mayo de 2014

Tibute to Ian McKellen (Burnley, Lancashire, UK, 25-5-1939)

GOD AND MONSTER

El actor británico de cine, televisión y teatro Ian McKellen cumple hoy 75 años. Está considerado por la crítica teatral británica como uno de los más brillantes actores shakespearianos desde que en 1974 entrase a formar parte de la prestigiosa Royal Shakespeare Company. Su actividad escénica ha sido premiada con un Tony teatral y seis veces con un Laurence Olivier Award. En cine, además de dos candidaturas al Oscar, una como actor protagonista y otra como secundario, recibió el Premio del Cine Europeo al mejor actor de 1995 por su Ricardo III. Asímismo, el Festival Internacional de Cine de Berlín le premió con un Oso de Oro honorífico por toda su carrera (2006) y el de San Sebastián con el premio Donostia (2009). Su interpretación en Dioses y monstruos, película escrita y dirigida por Bill Condon, permanece memorable, a la vez que su activismo en pro de los derechos de los homosexuales le ha convertido en icono de la comunidad LGBT.

Este es su perfil biográfico según la página decine21:

El clásico progre
por Pablo de Santiago

Su nombre y su rostro han quedado impresos en la mente de millones de espectadores desde su impresionante composición del Gandalf tolkieniano en la magnífica trilogía de El Señor de los Anillos, de Peter Jackson.
Pero, mucho antes, Ian McKellen había dejado ya su impronta en el mundo de la interpretación. Él es uno de esos actores de raza que nacen de vez en cuando en tierras británicas y que se forjan en los teatros de la más alta alcurnia, en la línea de los ya míticos Laurence Olivier, Alec Guinness o John Gielgud. Y tanto se parece a esos maestros, que, al igual que ellos, Ian McKellen también obtuvo el título de Sir, como corresponde a su nombramiento de Caballero del Imperio Británico, recibido en 1990 de manos de la reina Isabel II.
Ian Murray McKellen nació 25 de mayo de 1939 en Burnley (Gran Bretaña), hijo de un ingeniero y de una ama de casa. Parece que el chaval tenía claro a qué quería dedicarse, ya que, según cuentan, a la temprana edad de 13 años participó en su primera obra de teatro, "Twelfth night". Ya más talludito decidió estudiar arte dramático y teatro clásico nada menos que en la Universidad de Cambridge, en donde se graduó con las más altas calificaciones. Tras unos cuantos trabajos para la televisión –que incluyen incluso una versión de "David Copperfield" en 1966–, y debido a su gran afición a declamar sobre las tablas, no debutó en el cine hasta 1969, con 30 años, una edad ciertamente tardía para los usos actuales. La película en cuestión fue el drama Su vida íntima. A partir de ese momento la carrera de Ian progresó imparable en varios ámbitos, el cine, la televisión y el teatro. En la pequeña pantalla apareció en 1970 en numerosas obras que proceden de la literatura británica, como Edward II, basada en la historia escrita por Christopher Marlowe o The tragedy of King Richard II y Hamlet, de Shakespere. Ese mismo año encarnó también al poeta romántico John Keats. También en los 70 participó en varios episodios de la exitosa serie Play of the month, la cual se emitió a lo largo de casi veinte años. En ella coincidió con célebres actores de su país, como John Gielgud, Helen Mirren, Edward Fox o Maggie Smith. Más tarde se metió en la piel del manipulado protagonista de Macbeth (1979). En los ochenta su etapa televisiva prosiguió, pero también su presencia en la gran pantalla se fue consolidando. Destacó en una versión televisiva de La pimpinela escarlata (1982) y en el drama Walter and June (1983), dirigido por Stephen Frears, e incluso ese mismo año se adentró en el resbaladizo terreno del thriller de terror con El torreón (1983), peculiar film del entonces primerizo Michael Mann. Poco a poco sus papeles secundarios comenzaron a multiplicarse en películas muchas veces desiguales, e incluso malogradas, como Plenty (1985), Escándalo (1989) o El último gran héroe (1992). Pero McKellen no olvidaba tampoco su procedencia y de vez en cuando se daba el gustazo de volver al bardo inglés, como en Ricardo III (1995), en versión escrita por él mismo.
A partir de los noventa el nombre de Ian McKellen comenzó a ser más conocido por el gran público. Tuvo que ver en ello su mayor presencia en películas de Hollywood más comerciales, pero también al hecho de que hiciera pública su homosexualidad y a que los medios explotaran la noticia desproporcionadamente y le convirtieran en adalid del colectivo gay, cosa que él –todo hay que decirlo– ha llevado a gala desde entonces, tanto en el plano social como en el cinematográfico. Entre su producción de esa época destaca Restauración (1995), La hija de Robert Poste (1995) y Dioses y monstruos (1998). Este último film significó su consagración definitiva, ya que su interpretación del controvertido director de cine James Whale le valió su primera nominación al Oscar. Por su intensidad dramática, su mirada inquietante y su enjuto rostro, McKellen ha demostrado ser un gran villano en pantalla y muchos filmes han sacado partido de esa faceta, como Verano de corrupción (1998) y, sobre todo, la saga de X-Men (2000), en donde interpreta al líder de los mutantes 'malos', Magneto. Y luego llegó el papel por el que seguramente será recordado toda la vida, el del mago Gandalf de la trilogía iniciada con El Señor de los Anillos: La comunidad del anillo (2001). Su composición es sencillamente perfecta, de una solidez y convicción apabullante, y por ella fue nominado por segunda vez al Oscar. Tras su participación en la decepcionante El código Da Vinci (2006), el veterano actor ha seguido trabajando a pleno rendimiento.


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