miércoles, 14 de mayo de 2014

Rita Hayworth - Put the blame on Mame (Gilda, 1946)

THERE NEVER WAS A WOMAN LIKE GILDA

Hoy se cumplen 27 años de la muerte de la actriz estadounidense Rita Hayworth, la pelirroja y mítica protagonista de Gilda, una de las estrellas más populares de la época dorada del cine.

A continuación, un perfil biográfico de su trayectoria tomado de la página El Criticón:
 
Rita Hayworth (de nombre auténtico Margarita Carmen Cansino) nació en Brooklyn, Nueva York (Estados Unidos), el 17 de octubre de 1918. Sus padres se dedicaban al mundo del espectáculo. Eduardo Cansino era un bailarín español que había llegado a tierra norteamericana en el año 1913, y Volga Haworth trabajaba como showgirl para el empresario Florence Ziegfeld. Rita comenzó a destacar en el mundo artístico bailando al lado de su padre.
Su belleza y talento no pasaron desapercibidos para los ejecutivos cinematográficos de la 20Th Century Fox, quienes la contrataron para que apareciese brevemente en varias películas a partir de mediados de los años 30. Su debut 'oficial' en el cine tuvo lugar con La nave de Satán (1935), aunque su primer film estrenado fue Amor de gaucho (1935). Rita no logró relevancia popular con sus trabajos para la Fox, lo que provocó que el estudio no le renovase el contrato. Poco después firmó con la Columbia y conoció a una persona clave en su carrera, Harry Cohn. El jefazo del estudio, con la avenencia de Rita y su primer marido, Edward Judson, le cambió el apellido Cansino por el de Hayworth (el de su madre pero con 'y'), además de teñirle el pelo de pelirrojo. Esta transformación fue fundamental para el sex appeal de la escultural actriz.
Su primer trabajo importante, Sólo los ángeles tienen alas (1939), un film de Howard Hawks protagonizado por Cary Grant y Jean Arthur con el que Rita consiguió por fin hacerse notar entre la audiencia norteamericana. Con este rodaje concluyó la década de los 30 y comenzó la que iba a ser su etapa cinematográfica más importante, los años 40.
A principios del decenio intervino en numerosas películas, como Susana y Dios (1940) de George Cukor, Una dama en cuestión (1940) de Charles Vidor, La pelirroja (1941) dirigida por Raoul Walsh, con el co-protagonismo de James Cagney, Sangre y arena (1941), cinta con Tyrone Power, dirigida por Rouben Mamoulian, Desde aquel beso (1941), musical con el gran Fred Astaire como compañero de reparto, Mi chica favorita (1942), como co-protagonista de Victor Mature, Seis destinos (1942), película de episodios de Julien Duvivier, Bailando nace el amor (1942) de nuevo acompañada por Astaire, Las modelos (1944) de Charles Vidor, junto a otro de los gigantes de la danza cinematográfica, Gene Kelly, o Esta noche y todas las noches (1945), título dirigido por Victor Saville.
En 1946 protagonizó su película más legendaria y la que haría de Rita Hayworth el objeto de deseo del público masculino, Gilda, un film histórico dirigido por Charles Vidor y co-protagonizado por Glenn Ford, quien le propinaba una famosa bofetada. Rita interpretaba de forma sensual las canciones "Put the blame on mame" y "Amado mío". Sin embargo, la voz que sonaba no era la de Rita, sino la de Anita Ellis. Su siguiente película fue el musical La diosa de la danza (1947) de Alexander Hall. A raiz de Gilda, Rita Hayworth se había convertido en el gran sex symbol de los años 40 ("Los hombres se enamoran y se acuestan con Gilda y se levantan conmigo", decía la propia actriz), que en ese momento se encontraba casada con Orson Welles, con quien había contraído matrimonio en 1943. Ambos coincidirían en una de las magistrales cintas del fenomenal director, La dama de Shanghai (1948). Welles, en pleno trámite de divorcio de Rita, tiño su cabello de rubio y le cortó su famosa melena rojiza. Ese mismo año el trío Vidor, Ford y Hayworth intentaron repetir el éxito de Gilda con Los amores de Carmen (1948), pero no lograron conseguir su objetivo debido a la mediocre calidad de la cinta que adaptaba la obra clásica de Prosper Merimee.
En ese período Rita comenzó a relacionarse con el Príncipe Ali Khan, un multimillonario árabe con el que se casó en 1949. Durante el tiempo que duró este matrimonio, la actriz se mantuvo alejada del cine para retornar tras su divorcio en el año 1951.
El regreso se produjo de nuevo con Glenn Ford como co-protagonista en la película La dama de Trinidad (1952), un film dirigido por Vincent Sherman. Tras Salomé (1953) de William Dieterle y La bella del pacífico (1953) de Curtis Bernhardt, Rita regresó a la inactividad cinematográfica para casarse por cuarta vez, ahora con el cantante Dick Haymes. El enlace matrimonial tampoco funcionó como se esperaba y terminaron divorciandose en el año 1955. Fuego escondido (1957), un film de Robet Parrish en el que aparecían Robert Mitchum y Jack Lemmon, significó su vuelta a la gran pantalla. Pal Joey (1957), musical de George Sidney co-protagonizado por Frank Sinatra y Kim Novak, Mesas separadas (1958) de Delbert Mann, o Sangre en primera página (1959) de Clifford Odets, fueron otras importantes películas que Rita interpretó a finales de los años 50.
Su quinto y último marido fue el productor James Hill, con el que se casó en 1958 y se separó en 1961. A partir de los años 60 su carrera como actriz se mostró irregular a raíz de sentir los primeros efectos de la enfermedad de Alzheimer. Sus títulos fueron escasos y no demasiado destacados, entre ellos, El fabuloso mundo del circo (1964) de Henry Hathaway, La trampa del dinero (1966), una película dirigida por Burt Kennedy con Glenn Ford de nuevo como compañero de reparto, o La ira de Dios (1972), un western realizado por Ralph Nelson que protagonizaba Robert Mitchum.
La enfermedad de Alzheimer terminó por llevarla a la muerte a la edad de 68 años el 14 de mayo de 1987. Tuvo dos hijas, Rebecca con Orson Welles, y Yasmin con Ali Khan, Esta última cuidó de ella hasta sus últimos días.



He aquí la famosa secuencia del vestido y guantes negros de Gilda, en la que Rita Hayworth canta provocativamente su canción, desatando acto seguido la ira de Glenn Ford.

1 comentario: