domingo, 30 de marzo de 2014

Tribute to Warren Beatty

MAGNÍFICO BRIBÓN
El actor estadounidense Warren Beatty (30-3-1937) cumple hoy 77 años. En los años 60 y 70 fue, junto con Robert Redford, uno de los mayores sex symbols masculinos del nuevo cine hollywoodense. Cuatro veces candidato al Oscar como mejor actor principal, nunca lo ha conseguido en esa categoría. Sí, en cambio, como productor y director ("Rojos"), de un total de 14 candidaturas en toda su carrera, incluyendo la de guionista. Ha obtenido, asímismo, multitud de premios y reconocimientos.
La siguiente semblanza biográfica está tomada (con algunas modificaciones) de la página decine2:

American Beatty: Símbolo del nuevo Hollywood
por Juan Luis Sánchez

Considerado uno de los grandes seductores de Hollywood, hasta Woody Allen alabó su atractivo cuando dijo que si existe la reencarnación le gustaría reencarnarse 'en las yemas de los dedos de Warren Beatty'. Pero además, ha demostrado su valía a las órdenes de legendarios directores, y es también un valioso productor y director. Símbolo del nuevo Hollywood surgido a finales de los 60, elige sus proyectos con cuentagotas.
Henry Warren Beaty (posteriormente añadiría una 't' a su apellido) nació el 30 de marzo de 1937 en Richmond (Virginia). El hermano pequeño de la actriz Shirley MacLaine era un excelente deportista desde muy joven, y obtuvo una beca para la Universidad. Sin embargo, decidió dejar la facultad y seguir los pasos de su ilustre hermana, por lo que se hizo alumno de Stella Adler, actriz de Broadway que estaba considerada una de las mejores profesoras de interpretación neoyorquinas.
Mientras recibía clases ejerció las ocupaciones más diversas –albañil o pianista de un bar–, hasta que le ofrecieron pequeños trabajos como actor en la televisión, y el teatro, llegando a ser nominado al Tony, por "A loss of roses".
En el cine, Warren Beatty llegó, vio y venció, pues debutó a lo grande, de la mano del prestigioso Elia Kazan, que quedó encantado con su fotogenia tras hacerle una prueba de cámara. Decidió darle el papel protagonista de "Esplendor en la hierba" (1961), junto a Natalie Wood, donde interpretaba a Bud, joven enamorado cuyo padre no le deja casarse porque quiere que vaya a la Universidad de Yale.
No tardaron en ofrecerle protagonizar más películas, como "La primavera romana de la Sra. Stone" (1961), junto a Vivien Leigh, "Su propio infierno" (1962) de John Frankenheimer, con Eva Marie Saint, o "Lilith" (1964) de Robert Rossen, con Jean Seberg. El director Arthur Penn quedó entusiasmado con su talento y le dio el papel principal de "Acosado" (1965), un drama criminal. Con el director inglés Jack Smight rodó "Magnífico bribón" (1966).
Aunque Beatty tenía una gran intuición para involucrarse en cintas de calidad, lo cierto es que éstas eran lo que los grandes estudios consideraban 'de arte y ensayo', y no daban mucho dinero. Admiraba a los grandes cineastas clásicos, como Kazan, su descubridor, o Billy Wilder, pero éstos ya empezaban a estar de capa caída. Y al arrogante actor las películas que le ofrecían le parecían indignas de su talento. Jack L. Warner le propuso protagonizar la adaptación de "John F. Kennedy and Pt-109", un libro de éxito de John Tregaskis. El propio JFK había declarado que quería que el director fuera Fred Zinnemann y Beatty el protagonista. Pero el joven rechazó la oferta, porque creía que el guión era muy malo. Así se lo hizo saber a Jack Warner, que le contestó que no volvería a trabajar en Hollywood.
Después de que "¿Qué tal, Pussycat?", otro título que declinó rodar –con Peter O’Toole en su lugar– se convirtiera en un gran éxito de taquilla, Warren Beatty tuvo muy claro que a partir de entonces asumiría el control creativo de sus películas para siempre. Encontró el proyecto ideal, "Bonnie & Clyde", pero como nadie se lo financiaba, decidió ir a visitar... ¡a Jack Warner!
'Tengo a Arthur Penn, tengo un guión formidable, puedo hacer esta película por un millón seiscientos; siempre será una gran película de gangsters', cuentan que dijo a Warner. Éste le guardaba mucho rencor a Beatty, pero cuando estaba a punto de mandarle a paseo, se dio cuenta de que era un auténtico filón. Beatty le proponía rodar la cinta por una nimiedad, en comparación con los 15 millones que Warner se había gastado en "Camelot". Al final aceptó, con la condición de que Beatty le mandara el presupuesto por escrito y firmado por él.
En "Bonnie & Clyde" (1967), y nuevamente dirigido por Penn, Beatty bordó su papel más recordado, el gangster Clyde Barrow, con Faye Dunaway como su compañera de reparto. Por esta cinta, basada en la historia real de los dos famosos atracadores de bancos, Beatty fue nominado al Oscar por primera vez, no sólo como actor, sino que al ser productor del film, también le correspondió la candidatura a la mejor película. Aunque el film optaba a diez premios, se llevó dos únicamente: actriz secundaria (Estelle Parsons) y fotografía.
A pesar de "Bonnie and Clyde" fue su primer gran éxito comercial y le había consagrado como un icono del nuevo Hollywood, Beatty seguía mirando con lupa los guiones y ya no volvió a actuar hasta tres años después, en "El único juego de la ciudad" (1970)junto a Elizabeth Taylor, dirigidos por George Stevens, uno de los cineastas clásicos que le gustaban. A continuación aceptó protagonizar el western "Los vividores" (1971) de Robert Altman, con Julie Christie, la comedia de intriga "Dólares" (1971) de Richard Brooks, junto a Goldie Hawn, y el excelente thriller "El último testigo" (1974) de Alan J. Pakula, con el fin de recaudar lo suficiente para poner en marcha un nuevo proyecto de su cosecha.
Invirtió todas sus ganancias en "Shampoo" (1975), comedia satírico-romántica con Julie Christie y Goldie Hawn, donde era un peluquero de éxito, que tiene a las mujeres rendidas a sus pies. El film, dirigido por Hal Ashby, estaba coescrito y producido por Beatty.
Tras la comedia criminal "Dos pillos y una herencia" (1975) de Mike Nichols, con Jack Nicholson y Stockard Channing, Beatty debutó como director –con la ayuda de Buck Henry– con la deliciosa comedia celestial "El cielo puede esperar" (1978), basada en la misma obra teatral que dio lugar a "El difunto protesta" y "La diosa de la danza", ambas de Alexander Hall. Además de que el film tuvo mucho éxito, Beatty consiguió acaparar varias de las 9 nominaciones al Oscar de la cinta, ya que le correspondieron a él mismo las candidaturas de guión adaptado (con Elaine May), película, director (con el citado Buck Henry) y actor. Al final, el film sólo ganó en la categoría de dirección artística.
Volvió a repetirse la historia con su segunda película como director, "Rojos" (1981), épica crónica de las peripecias de un personaje real, el periodista John Reed, testigo de la Revolución Rusa que a pesar de su idealismo acaba dándose cuenta de la dura realidad del comunismo. Esta vez Beatty acaparó 4 de las 12 candidaturas al Oscar, y ganó uno (director), de los tres que el film obtuvo finalmente, ya que también triunfó en las categorías de fotografía (Vittorio Storaro) y actriz secundaria (Maureen Stapleton).
Desde entonces, Beatty se lo toma con más tranquilidad si cabe. De hecho, su filmografía es bastante escasa, pues no llega a las dos docenas de títulos en cinco décadas. Y el recibimiento de sus películas ha sido irregular. "Ishtar" (1987) –que produjo y coprotagonizó con Dustin Hoffman– fue un auténtico fracaso de taquilla. En cambio, "Dick Tracy" (1990) –adaptación de las peripecias del famoso héroe de cómic– consiguió las mejores cifras de recaudación de su carrera, y tampoco funcionó mal la brillante "Bugsy" (1991), dirigida por Barry Levinson, donde interpretaba a Bugsy Siegel, otro criminal real como Clyde Barrow. Pero "Un asunto de amor" (1994), tercera versión de "Tú y yo" (las anteriores eran de 1939 y 1957), con su esposa Annette Bening, y "Bulworth" (1998) pasaron sin pena ni gloria, así como "Enredos de sociedad" (2001) de Peter Chelsom, hasta la fecha la última película que interpretó, uno de los grandes fracasos del cine de Hollywood de principios del siglo XXI.
En el terreno sentimental, Beatty tiene el más largo historial de relaciones jamás conocido en Hollywood. Se le atribuyen romances con muchas mujeres, muchas de ellas bastante famosas, como Natalie Wood, Joan Collins, Leslie Caron, Vivien Leigh, Barbra Streisand, y sobre todo Julie Christie, con quien parecía que iba más en serio. También mantuvo un romance con Diane Keaton que fue decisivo a la hora de que la actriz dejara a Woody Allen. Cuando parecía que Beatty no iba a sentar la cabeza jamás, apareció en el horizonte la actriz Annette Bening. Ésta no sólo logró que pasara por la vicaría en 1992, sino que ha tenido con él 4 hijos, y siguen juntos. Vivir para ver.














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