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domingo, 29 de septiembre de 2019

Stanley Kramer (New York, US, 29-9-1913 / Woodland Hills, Los Angeles, California, US, 19-2-2001): In memoriam

DE PRODUCTOR INDEPENDIENTE A CINEASTA CONTROVERTIDO

Hoy es aniversario natal del productor y director cinematográfico Stanley Kramer. Hombre de mentalidad liberal, su ideario asumió la influencia del New Deal de Franklin D. Roosevelt y abordó en sus films arriesgadas problemáticas sociales que la mayoría de los grandes estudios de su época solían evitar: los tabúes raciales, la avaricia o las causas y efectos del fascismo, entre otros temas, lo que en su día no estuvo exento de polémicas y en cierta medida le convirtió en un outsider en la industria de Hollywood. En su obra predominan las 'películas con mensaje' y muchos críticos consideran que hay en ellas más buenas intenciones que talento. En todo caso cosechó notables éxitos como productor (El ídolo de barro, Solo ante el peligro, El motín del Caine) y cineasta (Fugitivos, ¿Vencedores o vencidos?, El mundo está loco, loco, loco, Adivina quién viene esta noche). El conjunto de su obra aglutina 16 premios de la Academia de Hollywood y 80 nominaciones a los mismos en diferentes apartados. Con notable instinto para escoger actores, 23 actuaciones en sus películas obtuvieron candidaturas al Oscar, premio que lograron José Ferrer, Gary Cooper, Maximilian Schell y Katharine Hepburn. El propio Kramer fue candidato al Oscar en cinco ocasiones como productor y en tres como director. Aunque nunca lo ganó, sí recibió de la Academia el honorífico Premio en memoria de Irving Thalberg correspondiente a 1961. 
Descendiente de emigrantes judíos alemanes, Stanley Kramer creció al cuidado de sus abuelos, pues sus padres se separaron siendo él pequeño y su madre se puso a trabajar en la oficina de la Paramount en Nueva York. En 1933 Kramer se graduó en administración de empresas por la Universidad de Nueva York, en donde desarrolló su gusto por la escritura colaborando con una columna semanal en el periódico de la institución.
Eran los años de la Gran Depresión y Kramer se trasladó a Holywood contratado como escritor por 20th Century Fox. Pasando de un estudio a otro, realizó trabajos en departamentos de guiones o montaje y como ayudante de producción, lo que le sirvió como aprendizaje para asumir el modo de configurar la estructura completa de las películas. En 1943, durante la II Guerra Mundial, fue reclutado por el ejército, al que contribuyó en Nueva York haciendo películas de entrenamiento militar. Tras licenciarse con el grado de teniente, no encontró trabajos disponibles en Hollywood y en 1947 creó una compañía independiente de producción, Screen Plays, en la que su principal colaborador fue el guionista y productor Carl Foreman. Así es nueva York (1948), una comedia satírica que dirigió Richard Fleischer, fue su primer producto, pero no tuvo éxito, al contrario que el segundo y tercero, ambos dirigidos por Mark Robson: El ídolo de barro (1949), drama boxístico que lanzó al estrellato a Kirk Douglas y obtuvo seis nominaciones al Oscar, y Clamor humano (1949), drama sobre el racismo contra los negros en el ejército (el primero en abordar ese tema). Bajo el nombre de Stanley Kramer Company fueron producidas Hombres (1950), drama sobre los veteranos de guerra parapléjicos que dirigió Fred Zinnemann y protagonizó Marlon Brando en su debut en el cine, Cyrano de Bergerac (1950), primera adaptación en inglés del drama de Edmond Rostand, que dirigió Michael Gordon y convirtió en estrella a su protagonista, José Ferrer, ganador de un Globo de Oro y un Oscar como mejor actor por este film, Muerte de un viajante (1951) de Laslo Benedek, adaptación del drama de Arthur Miller que protagonizó Fredric March y, aunque fue candidata al Oscar en cinco categorías, no funcionó en taquilla, y Solo ante el peligro (1952) de Fred Zinnemann, western con Gary Cooper que supuso el mayor triunfo de su productora independiente, con siete nominaciones al Oscar (entre ellas una para Kramer como productor) y cuatro premios de la Academia, incluyendo el de mejor actor para su protagonista. La producción de este último film coincidió con la caza de brujas de la era McCarthy y su coproductor y guionista, Carl Foreman, fue llamado a testificar ante el Comité de Actividades Antiamericanas. Al negarse a declarar nombres de antiguos compañeros comunistas, fue incluido en las tristemente famosas listas negras, lo que le impidió trabajar en ningún estudio de Hollywood y por lo que tuvo que marcharse a Inglaterra para poder continuar con su vida profesional. Ahí acabó su relación profesional con Kramer.
Harry Cohn, el presidente de Columbia Pictures, ofreció a Kramer la oportunidad de formar una unidad de producción trabajando con su estudio. El contrato para cinco años y veinte películas estipulaba que el productor contaría con plena libertad para elegir el material de sus películas siempre que el presupuesto no sobrepasase el millón de dólares. De ese acuerdo surgieron El francotirador (1952), drama criminal dirigido por Edward Dmytryk, Un beso en la noche (1952), comedia de Richard Fleischer, El miembro de la boda (1952), drama de Fred Zinnemann, Ocho hombres de acero (1952), drama bélico de Edward Dmytryk, Hombres olvidados (1953) de Edward Dmytryk, drama bélico con Kirk Douglas, Los 5.000 dedos del Dr. T (1953), fantasía musical que dirigió Roy Rowland, o Salvaje (1953) drama de Laslo Benedek que convertiría a Marlon Brando en icono cultural de los 50. Ninguno de estos títulos de modesta producción logró gran repercusión, por lo que Cohn y Kramer acordaron cancelar el contrato entre ambos. Aún quedaba pendiente el estreno de El motín del Caine (1954), drama militar de mayor coste que dirigió Edward Dmytryk y protagonizaron Humphrey Bogart, José Ferrer, Van Johnson y Fred MacMurray. El film obtuvo un rotundo éxito y siete nominaciones al Oscar, una de ellas como mejor película. Aunque no logró ninguna estatuilla de la Academia se convirtió en la producción más taquillera de Kramer hasta entonces.
Después de dejar Columbia, Kramer pudo materializar su sueño de convertirse en director, al tiempo que como productor contrató a grandes estrellas. Las dos primeras películas que filmó tuvieron éxito comercial pero no crítico: No serás un extraño (1955), drama sobre el mundo de la medicina con Olivia de Havilland, Robert Mitchum, Frank Sinatra, Gloria Grahame, Broderick Crawford y Charles Bickford, y Orgullo y pasión (1957), drama ambientado en la Guerra de la Independencia Española contra las tropas napoleónicas, con Cary Grant, Frank Sinatra y Sophia Loren. Mucho más importantes fueron las cuatro siguientes -como las anteriores, distribuidas por United Artists-, por las que logró su mayor reputación como director: Fugitivos (1958), drama que contaba la odisea de dos fugitivos encadenados y condenados a huir juntos, con Tony Curtis y Sidney Poitier, film nominado al Oscar en ocho apartados (entre ellos los de mejor película y director), ganando en dos, La hora final (1959), drama post-apocalíptico sobre el holocausto nuclear, con Gregory Peck, Ava Gardner, Fred Astaire y Anthony Perkins, La herencia del viento (1960), drama judicial que opone las teorias darwinistas y creacionistas, suponiendo una defensa de la libertad de pensamiento, con Spencer Tracy, Fredric March y Gene Kelly, film que no tuvo éxito comercial pero fue premiado en el festival de Berlín y nominado a cuatro Oscars, y ¿Vencedores o vencidos? (1961), drama judicial sobre el proceso de Nuremberg que juzgó los crímenes de guerra nazis, con Spencer Tracy, Burt Lancaster, Richard Widmark, Marlene Dietrich, Maximilian Schell, Judy Garland y Montgomery Clift, que muchos consideran su obra maestra, con once candidaturas al Oscar (entre ellas a la mejor película y director), ganando en dos (mejor actor para Schell y mejor guión adaptado). El film no gustó a los alemanes pero tuvo éxito en todo el mundo.
Después Kramer produjo dos títulos que no dirigió: La escuela del odio (1962), drama cuya dirección confió a Hubert Cornfield y su protagonismo a Sidney Poitier y Bobby Darin, y Angeles sin paraíso (1963), drama sobre una institución para niños discapacitados, con Burt Lancaster y Judy Garland. Ambos recibieron buenas críticas pero fracasaron comercialmente.
Sus siguientes películas como director fueron El mundo está loco, loco, loco (1963), divertidísima y trepidante comedia sobre la avaricia, con Spencer Tracy al frente de un extensísimo reparto actoral que obtuvo seis nominaciones al Oscar y resultó el mayor éxito de taquilla de toda su carrera, El barco de los locos (1965), drama sobre una nave que vuelve a Alemania en 1933 en plena escalada del nazismo, representando un microcosmos que muestra la debilidad del mundo que permitió el ascenso de Hitler, con Vivien Leigh, Simone Signoret, José Ferrer, Lee Marvin, Oskar Werner, Elizabeth Ashley y George Segal, film candidato al Oscar en ocho categorías y ganador en dos, Adivina quién viene esta noche (1967), comedia dramática con Spencer Tracy (en su última aparición en la pantalla), Sidney Poitier, Katharine Hepburn y Katharine Houghton que resultó el segundo más taquillero de Kramer y fue nominado al Oscar en diez apartados (entre ellos los de mejor película y director), ganando los de mejor actriz (Hepburn) y guión original, aunque muchos críticos le reprocharon su blandura (el personaje de Poitier carece de defectos) y previsibilidad, El secreto de Santa Vittoria (1969), comedia dramática sobre un pueblo al norte de Italia famoso por su vino que es ocupado por las tropas alemanas en las postrimerías de la II Guerra Mundial, con Anthony Quinn, Anna Magnani, Hardy Kruger, Virna Lisi y Sergio Franchi, film que obtuvo dos nominaciones al Oscar y un Globo de Oro a la mejor comedia, aunque no alcanzó el éxito que se esperaba de él. 
Menos interés presentan sus películas de los años 70: R.P.M. Revoluciones por minuto (1970), drama universitario con Anthony Quinn, Ann-Margret y Gary Lockwood, Bendice a los animales y a los niños (1971), comedia dramática de aventuras con los desconocidos Bill Mumy y Barry Robins, Oklahoma, año 10 (1973), comedia dramática ambientada en la época de expansión de las compañías petrolíferas, con George C. Scott, Faye Dunaway, John Mills y Jack Palance, De presidio a primera página (1977), thriller con Gene Hackman, Candice Bergen, Richard Widmark, Mickey Rooney, Edward Albert y Eli Wallach, y Más allá del amor (1979), drama religioso con  Dick Van Dyke y Kathleen Quinlan.
En los años 80 Kramer se retiró a Bellevue, Washington, y escribió una columna sobre cine en un periódico de Seattle hasta 1996. Un año después publicó su autobiografía. 
Stanley Kramer se casó en tres ocasiones. Su primer matrimonio con Marilyn Erskine (1945) fue anulado. Con Anne Pearce estuvo casado entre 1950 y 1964 y tuvo dos hijos, Casey y Larry. Tras el divorcio se volvió a casar en 1966, esta vez con Karen Sharpe, que le dio dos hijas, Katharine y Jennifer, y le sobrevivió a su muerte en 2001. Kramer falleció de neumonía a la edad de 87 años.



1 comentario:

  1. Sí, claro, las películas que produjo son bien conocidas. Yo destacaría "Fugitivo" que también se conoce con el título de "Fuga en cadenas". Muy enriquecedora la semblanza.

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