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lunes, 21 de agosto de 2017

Tribute to Peter Weir (Sydney, Australia, 21-8-1944)

EL AUSTRALIANO QUE CONQUISTÓ HOLLYWOOD

El director cinematográfico australiano Peter Weir cumple hoy 73 años. Figura prominente de la llamada 'nueva ola del cine australiano' -movimiento que adquirió protagonismo entre 1970 y 1990 y que acabó absorbido por Hollywood-, la segunda parte de su carrera se nutre de películas estadounidenses. Es un cineasta minucioso, paciente, concienzudo y no demasiado prolífico, que gusta de lo enigmático, lo mágico y lo ambiguo, cuyas películas suelen mostrar a personajes idealistas enfrentados a un entorno opuesto a ellos. Ha ganado dos premios BAFTA como director y ha sido cuatro veces candidato al Oscar al mejor director sin conseguir el preciado galardón, además de una como guionista y otra como productor.
Hijo de un agente inmobiliario, Peter Lindsay Weir cursó estudios inacabados de arte y leyes en la Universidad de Sydney. A mediados de década de los 60 decidió hacer un largo viaje por Europa, hasta que regresó a su país natal para dar inicio a sus actividades fílmicas, comenzando a trabajar en el medio televisivo como ayudante de producción. En esos años rodó diversos cortos, documentales y su primer largometraje en 1971. 
Su carrera como director adquirió continuidad a partir de la comedia negra Los coches que devoraron París (1974), a la que siguió Picnic en Hanging Rock (1975), extraño e inquietante drama de intriga basado en hechos reales que narraba la misteriosa desaparición de un grupo de colegialas australianas durante una excursión a comienzos del siglo XX. Este film cimentó su reputación crítica posterior, que fué consolidándose con La última ola (1977), enigmático thriller que planteaba una reflexión sobre el choque de culturas en Australia, con protagonismo de Richard Chamberlain, El visitante (1979), thriller con Judy Morris, Ivar Kants y Robert Coleby, en principio concebido para la televisión pero después distribuído en salas de cine, Gallipoli (1981), drama bélico ambientado en la Primera Guerra Mundial que supuso un gran éxito en su país, con Mel Gibson y Mark Lee, y El año que vivimos peligrosamente (1982), drama romántico ubicado en la insurrección comunista contra el presidente Sukarno en Indonesia, con Mel Gibson y Sigourney Weaver.
La buena acogida de estos últimos títulos abrió a Weir las puertas de Hollywood, donde dirigió Unico testigo (1985), thriller romántico con Harrison Ford y Kelly McGillis en el que volvía a contraponer situaciones y personajes de distinta índole cultural, aquí integrando a su personaje central en el mundo de la comunidad amish. El film fue un éxito, obtuvo ocho candidaturas al Oscar (incluyendo a la mejor película y director), ganó dos premios de la Academia y asentó la carrera americana de Weir. Sus películas posteriores fueron la menos lograda La costa de los mosquitos (1986), fábula de aventuras con Harrison Ford. Helen Mirren y River Phoenix, El club de los poetas muertos (1989), drama sobre un excéntrico profesor de literatura que, en los años 50, despierta las mentes de los alumnos de un elitista colegio privado en Nueva Inglaterra por medio de métodos poco convencionales, con Robin Williams, Robert Sean Leonard y Ethan Hawke, film que, además de suponer su mayor éxito comercial, le valió una segunda candidatura al Oscar al mejor director, y que fue premiado con el BAFTA a la mejor película, así como un César y un David di Donatello a la mejor película extranjera, Matrimonio de conveniencia (1990), comedia romántica de enredos legales con Gérard Depardieu y Andie MacDowell por cuyo guión original Weir fue nominado al Oscar, Sin miedo a la vida (1993), drama sobre los efectos psicológicos de sobrevivir a un accidente de avión, con Jeff Bridges, Isabella Rossellini, Rosie Perez y John Turturro, El show de Truman (1998), comedia dramática de ciencia-ficción que satirizaba el mundo de la televisión, con Jim Carrey, Laura Linney y Ed Harris, otro gran éxito con BAFTA a la mejor película y director, además de una tercera nominación al Oscar para Weir, Master and Commander: Al otro lado del mundo (2003), celebrado drama de aventuras marinas en el siglo XIX con Russell Crowe y Paul Bettany, con BAFTA al mejor director y diez nominaciones al Oscar (incluyendo a la mejor película y director) y Camino a la libertad (2010), drama bélico de supervivencia sobre la fuga de un gulag soviético de un grupo de prisioneros, con Ed Harris, Jim Sturgess, Saoirse Ronan y Colin Farrell.
Desde 1966 Peter Weir permanece casado con la diseñadora de producción Wendy Stites, con quien ha tenido dos hijos.

 

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