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jueves, 30 de abril de 2015

Eve Arden (Mill Valley, California, US, 30-4-1908 / Los Angeles, California, US, 12-11-1990): In memoriam

LAS TRES FASES DE EVE

Hoy es aniversario natal de la actriz estadounidense Eve Arden. Poseedora de un registro cómico extraordinario, sazonado con buenas dosis de ironía, su desparpajo característico le proporcionó muy buenos resultados como intérprete, aunque en cierto modo la encasilló. Pero ella, dispuesta a combatir este estereotipo, combinó la pantalla grande y pequeña con los escenarios de Broadway, donde participó en diversos musicales y comedias.
De  nombre real Eunice M. Quedens, a los 16 años se unió a una compañía de teatro de repertorio. Debutó en el cine con el musical Song of love (1929) de Erle C. Kenton y en Broadway en las Ziegfeld Follies de 1934. Su carrera cinematográfica despegó con la comedia dramática Damas del teatro (1937) de Gregory La Cava, donde formaba parte de un reparto encabezado por Katharine Hepburn, Ginger Rogers y Adolphe Menjou. Casi siempre secundaria, a partir de este film creó un personaje que rapidamente se hizo popular: Mujer independiente y de vuelta de todo, más observadora que participativa, que comentaba o desenmascaraba con crítico sarcasmo las acciones de los protagonistas. Sus aforismos, cáusticos como cuchillas, surgían con un agudo sentido de la oportunidad. Ella solía ser la eficiente secretaria, la fiel amiga de la protagonista, la confidente previsora, la compañera experimentada, demasiado lúcida para dejarse llevar por las emociones. 
Después intervino en títulos como Lo mejor de la vida (1938) de Alfred Santell, comedia romántica con Ginger Rogers y Douglas Fairbanks Jr., Carta de presentación (1938) de John M. Stahl, comedia dramática con Adolphe Menjou y Andrea Leeds, Eternamente tuya (1939) de Tay Garnett, comedia romántica con Loretta Young y David Niven, Una tarde en el circo (1939) de Edward Buzzell, divertida comedia con The Marx Brothers, Con su misma arma (1939) de Tay Garnett, thriller de intriga con Pat O'Brien, Edward Arnold y Broderick Crawford, Camarada X (1940) de King Vidor, comedia de espionaje con Clark Gable y Hedy Lamarr, Lo que piensan las mujeres (1941) de Ernst Lubitsch, comedia sofisticada con Merle Oberon, Melvyn Douglas y Burgess Meredith, Las chicas de Ziegfeld (1941) de Robert Z. Leonard, musical con James Stewart, Judy Garland, Hedy Lamarr y Lana Turner, Alta tensión (1941) de Raoul Walsh, drama triangular con Edward G. Robinson, Marlene Dietrich y George Raft, La vida empieza hoy (1941) de Alexander Hall, comedia romántica con Fredric March y Loretta Young, o Las modelos (1944) de Charles Vidor, musical con Rita Hayworth y Gene Kelly.
Por su interpretación en Alma en suplicio (1945, noir basado en la novela "Mildred Pierce" de James M. Cain, con Joan Crawford, Jack Carson, Zachary Scott y Ann Blyth, fue nominada al Oscar a la mejor actriz secundaria. También apareció en Mi reputación (1946) de Curtis Bernhardt, melodrama con Barbara Stanwyck y George Brent, El asombro de Brooklyn (1946) de Norman Z. McLeod, comedia musical con Danny Kaye, Virginia Mayo y Vera-Ellen, Noche y día (1946) de Michael Curtiz, biopic musical sobre el compositor Cole Porter, con Cary Grant y Alexis Smith, Scheherezade (1947) de Walter Reisch, exótica cinta sobre un imaginario episodio en la vida del compositor ruso Nikolai Rimsky-Korsakov, con Yvonne De Carlo, Brian Donlevy y Jean-Pierre Aumont, La infiel (1947) de Vincent Sherman, noir con Ann Sheridan, Lew Ayres y Zachary Scott, Venus era mujer (1948) de William A. Seiter, comedia musical con canciones de Kurt Weill y protagonismo de Robert Walker, Ava Gardner y Dick Haymes, Mi sueño eres tú (1949) de Michael Curtiz, comedia musical con Jack Carson y Doris Day, Té para dos (1950) de David Butler, comedia musical con Doris Day y Gordon MacRae, Adiós, mi amor (1951) de Vincent Sherman, comedia romántica con Joan Crawford y Robert Young, o No estamos casados (1952) de Edmund Goulding, comedia donde formaba pareja con Paul Douglas.
Entre 1952 y 1956 protagonizó la serie televisiva "Our Miss Brooks", donde encarnaba a una sardónica profesora de inglés, sitcom por la que ganó un premio Emmy y cuyo prolongado éxito originó que fuese llevada a la gran pantalla en una película del mismo título en 1956. Asímismo encabezó "The Eve Arden show" entre 1957 y 1958. Del resto de su filmografía destacan Anatomía de un asesinato (1959) de Otto Preminger, extraordinario drama judicial con James Stewart y Lee Remick, En la escalera oscura (1960) de Delbert Mann, adaptación de un drama de William Inge, con Robert Preston y Dorothy McGuire, El hombre más fuerte del mundo (1975) de Vincent McEveety, comedia familiar con Kurt Russell, Grease (1978) de Randal Kleiser, musical de enorme éxito, donde interpretó a la directora del instituto al que asisten John Travolta y Olivia Newton-John, y su fallida secuela Grease 2 (1982) de Patrice Birch, con Maxwell Caulfield y Michelle Pfeiffer. Entre sus trabajos teatrales figuran Auntie Mame (1958), Goodbye Charlie (1960), Hello, Dolly! (1966), Barefoot in the Park (1967), Cactus flower (1968) o Butterflies are free (1970). En 1985 publicó su autobiografía "The three phases of Eve".
Eve Arden estuvo casada con Ned Bergen entre 1939 y 1947 y con el actor Brooks West desde 1952 hasta la muerte de él en 1984. Tuvieron cuatro hijos. La actriz, que padecía un cáncer de colon, falleció de problemas coronarios a los 82 años.


miércoles, 29 de abril de 2015

Fred Zinnemann (Viena, Imperio Austrohúngaro, 29-4-1907 / London, UK, 14-3-1997): In memoriam

REALISMO DRAMÁTICO

Hoy es aniversario natal del director de cine austriaco Fred Zinnemann. Aunque su filmografía se reduce a veintidós títulos, destacó en los de su primera etapa por su acentuado realismo social y, en sus obras más importantes, por la dramática confrontación al destino en solitario de personajes puestos a prueba por trágicos acontecimientos. En estos films mostró con meticuloso detallismo los dilemas morales a que se enfrentan sus caracteres de ambos sexos. Dos de sus obras ganaron el Oscar a la mejor película y él otros dos como director de entre cinco candidaturas en esa categoría.
De familia judía, Alfred Zinnemann era hijo de un médico. Su primer deseo fue dedicarse a la música, destacando como intérprete de violín. Tras acabar sus estudios secundarios cursó la carrera de derecho, estudiando asímismo cinematografía durante un año en París, donde también trabajó como operador de cámara. En Alemania colaboró con otros principiantes como Edgar G. Ulmer, Robert Siodmak y Billy Wilder en el documental silente "Los hombres del domingo", rodado en 1929 y estrenado al año siguiente. Después viajó a Hollywood, donde encontró trabajo como extra en el rodaje de "Sin novedad en el frente" de Lewis Milestone, aunque fue despedido. Finalmente establecido en Hollywood desde finales de 1934, rodó en México su primera película, el mediometraje Redes (1936). Ese mismo año se casó con Renee Bartlett, su mujer el resto de su vida, con la que tuvo un hijo. Antes de filmar su primer largometraje, en años sucesivos rodó dieciocho cortos para MGM, uno de los cuales "That mothers might live" (1938) ganó un Oscar. En los años 40, sus siete películas iniciales fueron producciones de esa compañía. Las primeras, dos titulos de misterio de serie B: Kid glove killer (1942), con Van Heflin y Marsha Hunt, y Ojos en la noche (1942), con Edward Arnold y Ann Harding, ambos films de tersa factura en los que su director mostraba su habilidad para la dirección de intérpretes, la narración directa y la penetración psicológica en los personajes que protagonizaban sus tramas. La séptima cruz (1944), un drama bélico protagonizado por Spencer Tracy y Signe Hasso, formulaba un mensaje antinazi desarrollando la historia de siete hombres que intentan escapar de un campo de concentración alemán y son acosados por la Gestapo. El film obtuvo un sobresaliente éxito de taquilla y Zinnemann comenzó a dirigir a Judy Garland en el siguiente, "El reloj", pero la estrella pidió al estudio que lo sustituyesen por Vincente Minnelli. Cuando la II Guerra Mundial concluyó, Zinnemann supo que sus padres habían perecido en el Holocausto. El contrato con el estudio le obligó a dirigir dos títulos que no le interesaban protagonizados por el actor infantil Jackie 'Butch' Jenkins y que registraron pérdidas: Little Mister Jim (1946) y My brother talks to horses (1947). 
Su gran oportunidad le llegó al dirigir Los ángeles perdidos (1948), el primer título estrenado de Montgomery Clift, drama bélico en tono semi-documental sobre un niño superviviente de Auschwitz ayudado por un soldado a encontrar a su madre. Parcialmente rodada en las ruinas de la Alemania devastada por la guerra, la cinta causó sensación por su realismo, emotividad y dirección de actores, recibiendo cuatro nominaciones al Oscar, una de ellas para su director. El argumento recibió una estatuilla y el niño Ivan Jandl un Oscar juvenil especial. La película, que también ganó un BAFTA, convirtió a Zinnemann en un director de primera fila. Antes de la entrega de esos premios el cineasta había rodado Acto de violencia (1948), un noir con Van Heflin y Robert Ryan que constituyó su último trabajo para MGM. Stanley Kramer produjo su siguiente film, Hombres (1950), debut en la pantalla de Marlon Brando, quien, acompañado en el reparto por Teresa Wright, encarnaba a un héroe parapléjico de la guerra en su difícil proceso de rehabilitación. Además de con Kramer, este título marca su primera colaboración con el guionista Carl Foreman y en él Zinnemann insistía en su afán por el realismo e introspección psicológica. El mismo año que rodó Teresa (1951), un drama con Pier Angeli y John Ericsson, el director de origen austriaco realizó "Benjy" (1951), un corto documental que ganaría el Oscar. A continuación dirigió una de sus obras capitales, el western psicológico de tensa atmósfera Solo ante el peligro (1952), una alegoría del macartismo. Producida por Kramer y escrita por Foreman, la película, narrada en tiempo real, sería candidata a siete premios de la Academia: como mejor film del año, mejor director y mejor guión, consiguiendo Gary Cooper el Oscar al mejor actor, Elmo Williams y Harry Gerstad el premio al mejor montaje y Dimitri Tiomkin los de mejor banda sonora y canción, compartido este último con el letrista Ned Washington. Ese año también Zinnemann estrenaría The member of the wedding (1952), drama familiar protagonizado por Ethel Waters, Julie Harris y Brandon De Wilde.
El cineasta alcanzaría la cima de su carrera con su mayor éxito crítico y comercial, De aquí a la eternidad (1953), brillante adaptación de la novela de James Jones, un drama bélico coral de gran intensidad emocional que narraba los momentos previos al ataque japonés de Pearl Harbor. Nominada a trece Oscars, ganó ocho, incluyendo los de mejor película y director (el primero en tal categoría para Zinnemann) y los secundarios Donna Reed y Frank Sinatra. Aunque no obtuvieron el premio, también fueron candidatos a él los protagonistas Burt Lancaster, Montgomery Clift y Deborah Kerr. Asímismo Zinneman consiguió el Globo de Oro como mejor director. Sus siguientes trabajos fueron el musical Oklahoma (1955), con Gordon MacRae, Gloria Grahame, Shirley Jones y Gene Nelson, Un sombrero lleno de lluvia (1957), drama sobre un adicto a la morfina encarnado por Don Murray, con Eva Marie Saint como su esposa y Anthony Franciosa como su hermano, e Historia de una monja (1959), adaptación de la novela de Kathryn C. Hulme protagonizada por Audrey Hepburn y Peter Finch, otro sobresaliente éxito de taquilla, candidato a ocho Oscars (incluyendo la tercera nominación a su director), aunque no consiguió ninguno.
En las tres películas que dirigió en los años 60, Zinnemann ejerció también como productor: Tres vidas errantes (1960), un drama ambientado en la Australia de los años 20 y centrado en una familia nómada de cuidadores de ovejas, que estaba protagonizado por Deborah Kerr, Robert Mitchum y Peter Ustinov, con cinco candidaturas al Oscar, dos de ellas para Zinnemann como productor y director, Y llegó el día de la venganza (1964), con Gregory Peck, Anthony Quinn y Omar Sharif, drama sobre la resistencia española al régimen franquista, que prohibió la distribución del film en España (hasta 1979 no se pudo exhibir), y Un hombre para la eternidad (1966), drama histórico escrito por Robert Bolt y protagonizado por Paul Scofield en el papel de Sir Thomas More. El film, nominado a ocho premios de la Academia, consiguió alzarse con seis, incluyendo el Oscar a la mejor película del año y al mejor director (el segundo en esta categoría para Zinnemann), obteniendo asímismo cuatro Globos de Oro y siete premios BAFTA, además de una extraordinaria recaudación en taquilla.
En la década de los 70 estrenó el thriller político Chacal (1973), basado en la novela de Frederick Forsyth y protagonizado por Edward Fox, que centraba su trama en un complot para atentar contra la vida del Presidente Charles de Gaulle, y Julia (1977), drama con Jane Fonda, Vanessa Redgrave, Jason Robards y Maximilian Schell que, en el contexto de los años previos a la Segunda Guerra Mundial, narraba las vivencias de la escritora Lillian Hellman (descritas en su libro "Pentimento") con su amiga resistente antinazi. La película fue candidata a once Oscars, incluyendo nominaciones como mejor película y como mejor director (la quinta para Zinneman en ese apartado), logrando tres, así como el BAFTA a la mejor película.
Su último film fue Cinco días, un verano (1982), drama ambientado en los Alpes en los años 30 con un triángulo amoroso interpretado por Sean Connery, Betsy Brantley y Lambert Wilson. Quince años después de su retiro, Fred Zinnemann falleció de un ataque al corazón a los 89 años. Nueve meses más tarde murió su viuda. La crítica considera a Zinnemann como un hábil director, pero no como un autor, al no haber dotado al conjunto de su obra de un estilo personal y distintivo.


martes, 28 de abril de 2015

Tribute to Ann-Margret (Jämtland, Suecia, 28-4-1941)

DE "VIVA LAS VEGAS" A GALARDONADA ESTRELLA TELEVISIVA

La polifacética actriz y cantante sueca nacionalizada estadounidense Ann-Margret cumple hoy 74 años. Ella fue una de las grandes sex-symbols de los años 60, demostrando sus aptitudes dramáticas fundamentalmente a partir de la década siguiente, en la que obtuvo dos nominaciones al Oscar. A lo largo de su carrera ha sido premiada con cinco Globos de Oro y un Emmy.
Cuando Ann-Margret Olsson tenía cinco años, su familia se mudó a los Estados Unidos, estableciéndose en Wilmette, una pequeña localidad cercana a Chicago. Pronto sintió inquietudes artísticas y comenzó a trabajar en su adolescencia en espectáculos musicales. Gracias a sus actuaciones en night-clubs fue descubierta por el actor George Burns, quien la llevó a la ciudad del juego, Las Vegas, para actuar como cantante. Asímismo grabó su primer disco en 1961. La transición de Nevada a Hollywood fue rápida. Ann debutó en el cine apareciendo en Un gángster para un milagro (1961) de Frank Capra, un remake de la película "Dama por un día" (1933) del mismo director, en la que interpretaba a la hija de Bette Davis, papel por el que ganó un Globo de Oro como nueva estrella del año.
En esos primeros años como actriz, que ayudaron a fundamentar su poderío sexual, intervino en la comedia musical Un beso para Birdie (1963) de George Sidney, Cita en Las Vegas (1964), musical de nuevo dirigido por George Sidney con Elvis Presley como partenaire, Como en una pesadilla (1964) de Douglas Heyes, drama criminal con John Forsythe, En busca del amor (1964) de Jean Negulesco, una comedia romántica ambientada en España, Brazos de terciopelo (1965), de Harvey Hart, drama con Michael Parks, El último homicidio (1965) de Ralph Nelson, thriller donde compartía créditos con el actor francés Alain Delon, El rey del juego (1965) de Norman Jewison, film que, ambientado en las competiciones de póker de los años 30 y co-protagonizado por Steve McQueen y Edward G. Robinson, resultó un sobresaliente éxito comercial, Cita en París (1966) de Boris Sagal, comedia romántica con Louis Jourdan, Hacia los grandes horizontes (1966) de Gordon Douglas, western remake de "La diligencia" de John Ford, Chica sin barreras (1966) de George Sidney, comedia con Anthony Franciosa, Matt Helm, agente muy especial (1966) de Henry Levin, comedia de acción con Dean Martin, Un tigre en la red (1967) y El profeta (1968), comedias ambas con Dino Risi como director y Vittorio Gassman como coprotagonista. La presencia de Ann-Margret se utilizó en la mayoia de estos títulos como objeto de atracción para el público masculino.
En los años 70 Ann-Margret regresó con éxito a Las Vegas en su faceta de cantante. Tras protagonizar R.P.M. Revoluciones por minuto (1970) de Stanley Kramer, drama de ambiente universitario con Anrthony Quinn y Gary Lockwood, sus intervenciones como objeto decorativo cambiaron con su explosiva aparición en Conocimiento carnal (1971), estimable película de Mike Nichols con Jack Nicholson, Candice Bergen y Art Garfunkel que supuso para Ann su primer gran reconocimiento como intérprete, al ganar un Globo de Oro y ser nominada al Oscar como mejor actriz secundaria. Las buenas reacciones críticas no pudieron ser continuadas durante un tiempo, ya que durante una de sus actuaciones en Las Vegas la pelirroja actriz y cantante sufrió un grave accidente que desfiguró parcialmente su rostro, posteriormente recuperado gracias a la cirugía estética. Cuando regresó a la gran pantalla Ann confirmó que no sólo era una imponente presencia: El thriller Funeral en Los Ángeles (1973) de Jacques Deray, con Jean-Louis Trintignant, Roy Scheider y Angie Dickinson, corroboró su talento dramático. Luego de intervenir junto a John Wayne y Rod Taylor en el western Ladrones de trenes (1973) de Burt Kennedy, obtuvo otra nominación al Oscar, ahora como actriz principal, además de un Globo de Oro, por su actuación en Tommy (1975), la adaptación cinematográfica que de la famosa ópera rock de los Who realizó el director Ken Russell.
Su carrera prosiguió con títulos como Locuras de un matrimonio burgués (1976) de Claude Chabrol, Joseph Andrews (1977) de Tony Richardson, Mi bello legionario (1977) de Marty Feldman, Un detective barato (1978) de Robert Moore, Magic (1978) de Richard Attenborough, Cactus Jack (1979) de Hal Needham, La locura de la edad madura (1980) de John Trent, El retorno del soldado (1982) de Alan Bridges, Soy tu hija, ¿No te acuerdas? (1982) de Herbert Ross, La vida puede continuar (1985) de Bud Yorkin, 52 vive o muere (1986) de John Frankenheimer, Una nueva vida (1988) de Alan Alda, Dos viejos gruñones (1993) de Donald Petrie, Discordias a la carta (1995) de Howard Deutch, Un domingo cualquiera (1999) de Oliver Stone u otros de inferior categoría. Ha trabajado asímismo en televisión, ganando sendos Globos de Oro por los telefilms ¿Quién cuidará de mis hijos? (1983) y Un tranvía llamado deseo (1984) y un Emmy por la serie Ley y orden (2010). Además de sus presentaciones en vivo, también ha participado en un par de producciones teatrales y grabado alrededor de una docena de álbumes como cantante.
Tras un idilio con Elvis Presley, a quien conoció en el rodaje de Cita en Las Vegas, Ann-Margret contrajo matrimonio en 1967 con el actor Roger Smith, quien se retiró del cine para convertirse en su agente. No tienen hijos.


Jacques Dutronc - Il est cinq heures, Paris s'éveille

TRIBUTO A JACQUES DUTRONC (París, Francia, 28-4-1943)

El cantautor y actor francés Jacques Dutronc cumple hoy 72 años. Surgido en los años 60 en plena efervescencia ye-yé, alcanzó su mayor grado de popularidad en la segunda mitad de esa década con varios discos que fueron número uno en Francia.
Nacido en el seno de una familia de intelectuales artistas, después de sus comienzos como guitarrista del grupo El Toro et les Cyclones, editó su primer disco como solista, Et moi, et moi, et moi (1966), gran éxito en Francia al que siguieron otros como Les play-boys (1966), Les cactus (1966), J'aime les filles (1967), Le plus difficile (1967), o Il est cinq heures, Paris s'éveille (1968). En el cine debutó en 1973, interviniendo en películas como Lo importante es amar (1975) de Andrzej Żuławski, Mado (1976) de Claude Sautet, Salve quien pueda (la vida) (1980) de Jean-Luc Godard, Van Gogh (1991) de Maurice Pialat, por la que ganó el César al mejor actor, o Gracias por el chocolate (2000) de Claude Chabrol, obteniendo un César honorífico en 2005.
En 1981 se casó con la cantante Françoise Hardy, con la que vivía desde 1967, unión de la que nació su hijo Thomas en 1973, estableciendo su residencia en Monticello (Córcega).



En 1968 Jacques Dutronc publicó Il est cinq heures, Paris s'éveille, su canción más inspirada, con letra de Jacques Lanzman y Anne Ségalen y música propia, que fue el mayor hit de su carrera no sólo en Francia, donde encabezó las listas de éxitos, sino en países como Bélgica y Holanda.

lunes, 27 de abril de 2015

Maria del Mar Bonet - Cançó del bon amor

TRIBUTO A MARIA DEL MAR BONET (Palma de Mallorca, España, 27-4-1947)

La cantautora española Maria del Mar Bonet, figura prominente de la Nova Cançó en catalán a fines de los años 60, cumple hoy 68 años. Su ya larga trayectoria de investigación en la música folklórica representa la cultura del Mediterráneo en estado puro.



Cançó del bon amor, una hermosa balada compuesta por la cantautora mallorquina, apareció formando parte del álbum Maria del Mar Bonet (1971) editado por Bocaccio Records. Los arreglos de orquesta que lleva esta canción son una maravilla. Una producción imposible hoy día.


Renato Rascel - Romantica - Eurovision 1960 - Italia

TU SEI LA MUSICA CHE ISPIRA L'ANIMA

El cantante y actor turinés Renato Rascel (1912-1991), nacido tal día como hoy hace 103 años, representó a Italia en el Festival de Eurovisión 1960, con Romantica, canción con letra de Dino Verde y música del propio Rascel que se clasificó en octava posición. Poco antes, éste y Tony Dallara habían ganado con ella el Festival de Sanremo 1960.

domingo, 26 de abril de 2015

Douglas Sirk (Hamburgo, Imperio Alemán, 26-4-1897, Lugano, Suiza, 14-1-1987): In memoriam

MAESTRO DEL MELODRAMA

Hoy es aniversario natal del director alemán Douglas Sirk, que aunque filmó películas de diversos géneros, ha pasado a la historia del cine como hábil, elegante y sofisticado artífice de melodramas de gran fuerza emocional.
Hans Detlef Sierck (su nombre real) era hijo de un matrimonio danés instalado en Hamburgo, donde su padre trabajó de reportero periodístico. Pasó varios años de su infancia en Dinamarca  hasta que sus padres regresaron a Alemania y se convirtieron en ciudadanos de ese país. El adolescente Sierck se aficionó al teatro (particularmente a las obras de Shakespeare) y al cine, entonces incipiente (su favorita de la pantalla era la actriz danesa Asta Nielsen). Al término de la I Guerra Mundial se matriculó en Derecho en la Universidad de Munich y después pasó a estudiar Filosofía e Historia del Arte en la de Jena y en su ciudad natal. Cuando terminó la carrera empezó a trabajar escribiendo artículos en los periódicos, siguiendo los pasos de su progenitor. Poco después se introdujo en el mundillo teatral, primero como ayudante de reputados directores, y más adelante como director artístico. Residió en Bremen (1923-1929) y Leipzig (1929-1933), ciudades en las que puso en escena obras de autores clásicos como Shakespeare, Molière, Schiller, o modernos como Strindberg, Ibsen, Pirandello, Wilde o Shaw, con las que adquirió notoria reputación. Desde comienzos de los años 30,  los estudios UFA andaban necesitados de directores con experiencia teatral para competir con Hollywood y Sierck fue atraído a Berlín y contratado en 1934. Tras codirigir con Jacques Van Pool No empieces nada en abril (1935), realizó sus primeros largometrajes: La chica del cenagal (1935) y Los pilares de la sociedad (1935), sendas adaptaciones de Selma Lagerlöf y Henrik Ibsen, y Concierto en la corte (1936), opereta musical con Mártha Eggerth. Su estilo se consolida con tres melodramas de éxito creciente que trataban de la oposición del Nuevo Mundo y del Viejo: La novena sinfonía (1936), con Willy Birgel y Lil Dagover, La golondrina cautiva (1937), con Zarah Leander y Willy Birgel, y Habanera (1937), con Zarah Leander, cantante sueca a la que el enorme triunfo de esta película convirtió en una gran estrella del cine alemán. La interferencia en su trabajo del partido nazi en el poder le hicieron abandonar Alemania en 1937, y deambular por diversos países, rodando finalmente la producción holandesa Boefje (1939). Divorciado de Lydia Brinken, con la que en 1925 había tenido a su único hijo, Klaus Detlef Sierck, el cineasta se emparejó con la actriz teatral Hilde Jary, que se convertiría en su segunda esposa. Ésta tuvo que escapar a Roma por su origen judío, mientras que la ex esposa del director –ferviente seguidora de Hitler– le denunció por mantener una relación con una judía. Consecuentemente Sierck optó por reunirse con Hilde Jary en Roma, y posteriormente ambos se mudaron a los Estados Unidos, aceptando una oferta de Warner Brothers para un remake de uno de sus exitosos films alemanes, proyecto que no se llegaría a concretar. Desgraciadamente, el realizador jamás volvió a ver a su hijo, que quedó en Alemania y murió durante la guerra en 1944 en una población ucraniana.
Al llegar a los Estados Unidos pronto cambió su nombre alemán Detlef Sierck, con el que había firmado su películas, por el de Douglas Sirk. Sus comienzos en Hollywood fueron duros hasta que consiguió dirigir Hitler's madman (1943), producción de bajo presupuesto, pero un proyecto personal sobre el atentado, preparado por la Resistencia, en que muere Reinhard Heydrich, jefe del gobierno nazi de ocupación en Praga. Su siguiente film fue Extraña confesión (1944), adaptación de un relato de Chejov, con George Sanders y Linda Darnell. Concluída la II Guerra Mundial, Sirk regresó brevemente a Alemania, pero la terrible situación en que encuentra a su país de origen le hace volver a Hollywood. Continúa su carrera con Escándalo en París (1946), irónica biografía de Eugène François Vidocq, reformado delincuente francés (interpretado por George Sanders) que llegó a ser prefecto de policía durante la era napoleónica, El asesino poeta (1947), noir con George Sanders, Lucille Ball, Charles Coburn y Boris Karloff, Pacto tenebroso (1948), thriller psicológico con Claudette Colbert, Robert Cummings y Don Ameche, Más fuerte que la ley (1949), noir con Cornel Wilde y Patricia Knight, Con acento francés (1949), comedia musical con Dorothy Lamour y Don Ameche, y La primera legión (1951), drama religioso con Charles Boyer.
En 1950 había firmado contrato con Universal, estudio para el que rodó veintún títulos y que propiciaría sus trabajos más destacados respetando, dentro de ciertos límites, su libertad creativa. Empezó con obras menores entre las que se encuentran El submarino fantasma (1950), thriller bélico con Macdonald Carey, Marta Toren y Robert Douglas, Tempestad en la cumbre (1951), dramática historia de monjas, con Claudette Colbert y Ann Blyth, ¿Alguien ha visto a mi chica? (1952), comedia familiar con Piper Laurie y Rock Hudson (destinado a ser su actor fetiche en seis películas), Raza de violencia (1954), western rodado en 3-D con Rock Hudson y Barbara Rush, o Atila, rey de los hunos (1954), que narraba la invasión de Roma por el jefe bárbaro, con Jeff Chandler y Jack Palance como protagonistas.
Su asociación con el productor Ross Hunter daría lugar a una serie de ocho títulos, la mayoría de ellos muy populares: Su gran deseo (1953), melodrama de época donde Barbara Stanwyck era una mujer que vuelve a su hogar en busca del perdón de sus hijos, Obsesión (1954), remake de un melodrama de John M. Stahl de 1935, sobre un millonario enamorado de la viuda del doctor que le salvó la vida, con Jane Wyman, Rock Hudson y Barbara Rush, Orgullo de raza (1955), aventuras en la Irlanda de 1815 con Rock Hudson y Barbara Rush, Sólo el cielo lo sabe (1955), otro sólido melodrama repitiendo con la exitosa pareja formada por Jane Wyman y Rock Hudson, donde ella era una viuda adinerada que se enamora de su jardinero, más joven y humilde, desatando así el chismorreo a su alrededor y la oposición de sus hijos, Siempre hay un mañana (1956), otro melodrama remake de un film de 1934 y uno de sus trabajos de mayor elegancia y sobriedad, con Barbara Stanwyck, Fred MacMurray y Joan Bennett, Himno de batalla (1957), melodrama bélico con Rock Hudson, Martha Hyer y Dan Duryea, Interludio de amor (1957), melodrama que cuenta la historia de una americana (June Allyson) que se enamora de un director de orquesta europeo (Rossano Brazzi) sin saber que está casado con una mujer que padece una enfermedad mental incurable, e Imitación a la vida (1959), su obra capital, también remake de un melodrama de Stahl de 1934, suntuosa adaptación de una novela de Fannie Hurst que narra la difícil convivencia de dos madres y sus respectivas hijas en un trasfondo de ambición y discriminación  racial, con un reparto que incluía a Lana Turner, John Gavin, Sandra Dee, Susan Kohner y Juanita Moore. Este último fue su título más exitoso y el más emblemático y revisitado de su filmografía. Rodado con todo lujo de detalles (se cuenta que el vestuario de Lana Turner costó un millón de dólares, uno de los más caros de la historia del cine de su época) es considerado como el melodrama quintaesencial sirkiano, por la elegancia de su puesta en escena, su dominio en el tono dramático, la dirección de actores, la utilización de símbolos (esos espejos que, una vez más, funcionan como metáfora de una sociedad que hace de la doble moral su sustento y de unos personajes que no saben a qué agarrarse) y su indescriptible carga emotiva.
Entre sus obras más valoradas por la crítica se encuentran dos títulos producidos por Albert Zugsmith: Escrito sobre el viento (1956), melodramático retrato de la decadencia de una rica familia tejana, con Rock Hudson, Lauren Bacall, Robert Stack y Dorothy Malone, y Ángeles sin brillo (1957), adaptación de una novela de Faulkner, ambientada en la época de la Depresión, sobre el mundo de los pilotos dedicados a exhibiciones acrobáticas aéreas, con Rock Hudson, Robert Stack, Dorothy Malone y Jack Carson, y asímismo una producción de Robert Arthur: el drama bélico Tiempo de amar, tiempo de morir (1958), basado en una novela de Erich Maria Remarque, con John Gavin y Liselotte Pulver viviendo un desgarrador idilio en medio de la debacle de la Alemania nazi.
A pesar del gran éxito obtenido con Imitación a la vida, Douglas Sirk abandonó con problemas de salud un Hollywood en el que no se sentía cómodo y no rodó más películas allí. Tampoco lo hizo a su vuelta a Alemania, donde, instalado en Münich, dirigió algunas producciones teatrales, dedicándose con posterioridad a dar clases en la Escuela de Cine, realizando sólo tres cortometrajes en colaboración con sus alumnos durante la segunda mitad de los años 70. Finalmente fijó su residencia en Lugano (Suiza).
Aunque en su tiempo Sirk no obtuvo la apreciación crítica que merecía, la revisión de su obra a partir de su redescubrimiento en 1967 por los críticos franceses de Cahiers du cinéma, le ha venido revelando como distinguido autor de memorables títulos (especialmente varios de los melodramas de sus últimos cinco años en Hollywood). La iluminación, la música, el uso del color y decorados (muchas veces barrocos) e incluso el vestuario, cargados de simbolismo y estilizadamente puestos al servicio de su concepción del género: combinación de poderosa emotividad, situaciones extremas, perspectiva distanciada, ironía implícita y oblicuo criticismo sobre los valores establecidos en la sociedad norteanericana, al revelar, cubierta con máscara de hipocresía, su banalidad y represión sexual ocultas.
Douglas Sirk falleció en Lugano a los 89 años. Su influencia se ha hecho visible en directores posteriores como Rainer Werner Fassbinder, John Waters, Pedro Almodóvar, Todd Haynes, Wong Kar-wai y Lars von Trier.



sábado, 25 de abril de 2015

Ginger Rogers (Independence, Missouri, US, 16-7-1911 / Rancho Mirage, California, US, 25-4-1995): In memoriam

BASTANTE MÁS QUE 'LA PAREJA DE BAILE' DE FRED ASTAIRE

Hoy se cumplen 20 años del fallecimiento de la actriz, bailarina y cantante estadounidense Ginger Rogers. Rubia y de intensos ojos azules, brilló especialmente en comedias musicales, pero no dejó de actuar a lo largo de su carrera en todo tipo de personajes y géneros, desde comedias hasta títulos dramáticos, en los que mantuvo su popularidad. Recordada fundamentalmente como pareja artística y de baile de Fred Astaire en diez films musicales, nueve de ellos para RKO y el último para MGM, ganó el Oscar a la mejor actriz de 1940. En peliculas sin su mítico compañero fue dirigida por importantes cineastas como Gregory La Cava, George Stevens, Sam Wood, William A. Wellman, Billy Wilder, Leo McCarey, Mitchell Leisen, William Dieterle, Frank Borzage o Howard Hawks.
Aunque su nombre real era el de Virginia Katherine McMath, obtuvo su nombre artístico debido a que uno de sus primos, incapaz de pronunciar correctamente su verdadero nombre, acabó por llamarla 'Ginga' y con tal apelativo derivado en Ginger pasó a la historia del cine; lo de Rogers procede del apellido de su padrastro, John Rogers, casado con Lela Owens McMath, una mujer de fuerte carácter que ejerció una gran influencia en la carrera profesional de su hija. Este influjo fue aprovechado y canalizado por la adolescente Ginger para participar en todo tipo de proyectos escénicos, como el vodevil y actuaciones musicales y teatrales en el instituto de Texas, estado al cual se había mudado antes de dar el salto a la gran ciudad de Nueva York. Su primer paso importante en el negocio del espectáculo se produjo, cuando ya establecida en Broadway, logró un papel en la obra musical "Top speed" (1929) y un año después en "Girl crazy" (1930), musical con canciones de Gershwin que convirtió en estrellas a Ginger y a Ethel Merman. Su interpretación, alabada por los críticos neoyorquinos, supuso su trasvase de costa, haciendo las maletas para intentar comenzar una carrera cinematográfica.
En Hollywood debutó con buen pie aunque en un breve papel en Jóvenes de Nueva York (1930) de Monta Bell. Poco después intervino en títulos como Queen high (1930), Tonto de remate (1930), Honor entre amantes (1931), La novia del gangster (1932) o La chica del guardarropa (1932), películas que fueron moldeando su imagen de chica desenfadada en el Hollywood de principios de los años 30. Destacó especialmente como parte del elenco en dos musicales Warner hoy considerados clásicos: La Calle 42 (1933) de Lloyd Bacon y Vampiresas 1933 (1933) de Mervyn LeRoy, ambos con espectaculares coreografías de Busby Berkeley. La llegada al estudio RKO fue un punto clave en su vida profesional cuando fue contratada como pareja de baile de Fred Astaire en el musical Volando hacia Río de Janeiro (1933) de Thornton Freeland, que aunque protagonizada por Dolores Del Rio y Gene Raymond, supuso el principio de un dueto artístico que ya forma parte de la historia del baile y del cine. El famoso número Carioca supuso el primer baile juntos de la nueva pareja danzante, que se convirtió en la favorita para los aficionados al género musical de todo el mundo y sus danzas maravillaron en otras ocho películas RKO ya como protagonistas: La alegre divorciada (1934) de Mark Sandrich (con el célebre número The Continental), Roberta (1935) de William A. Seiter (con Smoke gets in your eyes), Sombrero de copa (1935) de Mark Sandrich (con The Piccolino y Cheek to cheek), Sigamos la flota (1936) de Mark Sandrich (con Let's face the music and dance), En alas de la danza (1936) de George Stevens (con The way you look tonight), Ritmo loco (1937) de Mark Sandrich (con Shall we dance?), Amanda (1938) de Mark Sandrich (con Change partners) y La historia de Irene Castle (1939) de H.C. Potter.
Aparte de sus sofisticadas y ligeras comedias musicales al lado del gran Fred, Ginger disfrutó de un buen reconocimiento crítico en películas importantes como Damas del teatro (1937) de Gregory La Cava, drama con Katharine Hepburn y Adolphe Menjou, Ardid femenino (1938) de George Stevens, comedia romántica con James Stewart, Mamá a la fuerza (1939) de Garson Kanin, comedia con David Niven, La muchacha de la Quinta Avenida (1939) de Gregory La Cava, comedia con Walter Connelly, Camino de rosas (1940) de Gregory La Cava, comedia con Joel McCrea, Unidos por la fortuna (1940) de Lewis Milestone, comedia romántica con Ronald Colman, Espejismo de amor (1940) de Sam Wood, con Dennis Morgan y James Craig, drama romántico basado en el best-seller "Kitty Foyle" por el que consiguió el Oscar a la mejor actriz, Tom, Dick y Harry (1941) de Garson Kanin, comedia con George Murphy, Alan Marshal y Burgess Meredith, Roxie Hart (1942) de William A. Wellman, comedia con Adolphe Menjou y George Montgomery, El mayor y la menor (1942), comedia con Ray Milland y debut como director en Hollywood de Billy Wilder, Hubo una luna de miel (1942) de Leo McCarey, comedia romántica con Cary Grant y una de sus mejores películas, Compañero de mi vida (1943) de Edward Dmytryk, drama con la II Guerra Mundial como telón de fondo y Robert Ryan interpretando a su marido, Una mujer en la penumbra (1944) de Mitchell Leisen, musical dramático basado en la obra "Lady in the dark" de Kurt Weill, Ira Gershwin y Moss Hart, con Ray Milland, Warner Baxter y Jon Hall, Te volveré a ver (1944) de William Dieterle, drama romántico con Joseph Cotten y Shirley Temple, otro de sus mayores éxitos de taquilla, Fin de semana (1945) de Robert Z. Leonard, comedia de historias cruzadas con Lana Turner, Walter Pidgeon y Van Johnson, Latido (1946) de Sam Wood, comedia dramática con Jean-Pierre Aumont, La primera dama (1946) de Frank Borzage, melodrama histórico con David Niven y Burgess Meredith, o Tenías que ser tú (1947) de Don Hartman y Rudolph Maté, comedia con Cornel Wilde. Diez años después de la disolución de la pareja artística que había formado con Fred Astaire, la MGM la reclama para sustituir a última hora a la protagonista prevista, una enferma Judy Garland, en el musical Vuelve a mí (1949) de Charles Walters, su reencuentro con Astaire y última colaboración de la legendaria (y mal avenida fuera de la pantalla) pareja artística.
En otros estudios prosiguió su carrera con títulos como Aviso de tormenta (1951) de Stuart Heisler, thriller con Ronald Reagan, No estamos casados (1952) de Edmund Goulding, comedia en la que también aparecía una Marilyn Monroe aún starlette, al igual que en otra producción Fox, Me siento rejuvenecer (1952) de Howard Hawks, enloquecida y divertidísima comedia donde compartió créditos con Cary Grant y Charles Coburn, La viuda negra (1954) de Nunnally Johnson, noir con Van Heflin, Gene Tierney y George Raft, La bella desconocida (1954) de David Miller, drama de intriga con Herbert Lom y Stanley Baker, En un aprieto (1955) de Phil Karlson, noir con Edward G. Robinson y Brian Keith, Teenage rebel (1956) de Edmund Goulding, drama con Michael Rennie, y Oh, men! Oh, women! (1957) de Nunnally Johnson, comedia con Dan Dailey, David Niven, Barbara Rush y Tony Randall. En este punto de su trayectoria se apartó del cine hasta sus dos últimas reapariciones en The confession (1964) de William Dieterle y Harlow, la rubia platino (1965) de Alex Segal. Entretanto trabajó en televisión y en teatro con obras como "Annie get your gun" (1960), "Calamity Jane" (1961), "The unsinkable Molly Brown" (1963) o "Tovarich" (1964). Asímismo protagonizó en Broadway después las exitosas "Hello, Dolly!" (1965) y "Mame" (1969), prolongando sus intervenciones escénicas en otras obras hasta 1984. Tres años más tarde hizo su último trabajo para la pequeña pantalla.
Ginger Rogers se casó y divorció cinco veces. Sus maridos fueron Jack Pepper (1929-1931), Lew Ayres (1934-1941), Jack Briggs (1943-1949), Jacques Bergerac (1953-1957) y William Marshall (1961-1969). No tuvo hijos. Falleció en su casa de un ataque al corazón a los 83 años.


viernes, 24 de abril de 2015

María de los Angeles Loya 'La Consentida' - Le falta un clavo a mi cruz

Y POR UNA SOLA HERIDA SE PRESENTÓ LO FATAL

María de los Angeles Loya 'La Consentida', originaria de Parral, Chihuahua, México, fue introducida de adolescente en el mundo del canto por Miguel Aceves Mejía. En los años 50 grabó temas vernáculos, acompañada por el Mariachi Vargas de Tecalitlán, que tuvieron gran popularidad.



Maria de los Angeles Loya cantó Le falta un clavo a mi cruz de José Luis Valderrabano Nájera en la película "El hombre del alazán" (1959).

jueves, 23 de abril de 2015

Roy Orbison - Only the lonely

"THE BIG O"

Hoy es aniversario natal del cantante y compositor estadounidense Roy Orbison, uno de los grandes personajes de la música pop-rock en toda su historia, admirado y venerado con devoción por sus compañeros de profesión.
Roy Orbison, nacido el 23 de abril de 1936 en Vernon, Texas, poseía una voz penetrante capaz de emocionar al individuo más insensible con sus tristes relatos de desamor que tanto influyeron en la construcción del rock y el pop posterior.
Roy comenzó su carrera musical en la segunda mitad de la década de los 50 como cantante para la mítica Sun Records de Sam Phillips, en donde grabó su primer sencillo, Trying to get to you/Ooby dooby (1956), con sonidos blues y rockabilly, que tuvo mediana repercusión comercial. El físico poco agraciado de Orbison pudo condicionar el poco éxito de sus siguientes singles, lo que le hizo abandonar la Sun Records y pasar a RCA. Su talento como compositor le llevó a volcarse en la escritura de canciones de texturas más pop (con predilección por las baladas) sin perder sus raíces más rock & roll para la Acuff-Rose Music, una compañía de Nashville con la que consiguió buenos resultados en ventas gracias a que los famosos Everly Brothers grabaron un tema que Orbison había escrito para su esposa, Claudette. Poco después, en 1959, firmó con el sello Monument Records y, decidido a volver a grabar sus propias canciones, presentó Uptown, single que, aunque no fue un tremendo éxito, sí logró estimables ventas que animaron a Orbison a continuar su carrera como cantante.
Su popularidad se disparó con la publicación de Only the lonely (1960), un tema rechazado por Elvis Presley y los Everly Brothers que le llevó a los más altos puestos en las listas mundiales. Otras exitosas canciones que hicieron de Roy uno de los grandes de la época fueron Blue angel (1960) I'm hurtin' (1960), Running scared (1961), Love hurts (1961), Crying (1961), Candy man (1961), Dream baby (1962), Working for the man (1962), Leah (1962), In dreams (1963), Falling (1963), Blue bayou (1963), Mean woman blues (1963), It's over (1964) y Oh, pretty woman (1964), el mayor hit de su carrera y número uno en USA, UK, Canadá, Australia y otros paises. Los dos últimos hits los consiguió nada más y nada menos que en el año de mayor auge de la "Invasión Británica" en los Estados Unidos, haciendo de Roy uno de los pocos artistas estadounidenses en competir en ventas con los grupos británicos, liderados por los Beatles, a quienes había teloneado en su gira por Inglaterra un año antes. Los Beatles eran grandes admiradores de la capacidad vocal de Orbison, en especial John Lennon.
Esta buena etapa de Roy Orbison durante la primera mitad de los 60 se vio radicalmente frenada en los últimos años del decenio. El cambio de sello discográfico (de Monument Records a MGM, que prometía mejores resultados comerciales, produjo consecuencias negativas, ya que las ventas de sus sencillos comenzaron a decrecer debido principalmente a que la audiencia más joven estaba loca por las nuevas tendencias musicales que arrasaban en listas y arrinconaban un poco las formas más tradicionales. El cantante y compositor pasó por el peor período de su vida, si a la caída comercial le sumamos la muerte de su mujer Claudette en 1966 por culpa de un accidente de moto, el incendio de su casa en 1968 que destrozó su hogar y, lo peor de todo, acabó con la vida de dos de sus hijos. El terrorífico final de década prosiguió en los 70, un decenio también bastante estéril para el vocalista texano.
Cuando estaba semiolvidado, conoció de nuevo gracias al cine una inesperada etapa de gloria. El primero en acordarse de Roy Orbison fue David Lynch, quien en su película "Terciopelo azul" (1986) utilizó In dreams y posteriormente el megaéxito dirigido por Garry Marshalll y protagonizado por Richard Gere y Julia Roberts titulado "Pretty Woman" (1990), que contenía su tema homónimo, provocó la resucitación de la carrera de este maestro, recuperado por las antiguas y nuevas generaciones melómanas. En 1988 Roy se unió a Bob Dylan, Tom Petty, George Harrison y Jeff Lynne (ELO) para formar el supergrupo Traveling Willburys con el que grabaría el primero (de los dos) discos de la banda, el magnífico Traveling Willburys, Vol. 1 (1988), muy superior a su continuación (ya sin Orbison, pues había fallecido).
Parte de los Traveling Willburys apoyaron el último trabajo de Roy Orbison, el estimable y póstumo Mystery Girl (1989), en donde recuperaba con acierto la nostalgia de su primera época con estupendas canciones como You got it, In the real world, A love so beautiful o She's a mystery to me, esta última escrita por Bono y The Edge del grupo U2. Cuando Roy Orbison estaba totalmente recuperado, la nefasta fortuna volvió a aparecer. Un ataque al corazón acabó con la vida de "The Big O" el 6 de diciembre de 1988 en Hendersonville, Tennessee, cuando contaba con 52 años de edad.

[Informe biográfico procedente (con retoques) de la página alohacriticón]
 



Only the lonely, una balada compuesta por Roy Orbison y Joe Melson, fue el primer gran hit internacional en la carrera del artista texano, número dos en los Estados Unidos y número uno en el Reino Unido.

Otto Preminger (Wiznitz, Imperio austrohúngaro, actual Ucrania, 5-12-1905 / New York, US, 23-4-1986): In memoriam

LÚCIDO Y ESCÉPTICO, ENÉRGICO Y FÉRREO

Tal día como hoy, hace 29 años, falleció el director austriaco nacionalizado estadounidense Otto Preminger. Aunque dirigió películas de diversos géneros, es mayormente recordado como autor de importantes títulos clásicos del cine negro o policiaco. Cineasta de enérgico pulso narrativo, con agudo olfato para los 'grandes temas', se distinguió también por su visión crítica de la sociedad norteamericana, su espíritu transgresor y su persistente desafío a la censura y los tabúes de Hollywood en sus films, tratando asuntos como la adicción a las drogas, la violación o la homosexualidad. Con fama de fogoso y despótico, asímismo convertido en productor desde 1944, descubrió a estrellas como Gene Tierney o Dana Andrews, trabajó con muchas de la principales luminarias de su época y, sobre todo en los años 60, dirigió películas con repartos espectaculares. Nominado al Oscar dos veces como director y una como productor, Preminger constituye uno de los más flagrantes casos de olvido por parte de la Academia de Hollywood: nunca recibió la dorada estatuilla, ni siquiera de modo honorífico.
Otto Ludwig Preminger era hijo de un magistrado judío polaco que se trasladó con su familia a Viena en 1915. Dispuesto a seguir los pasos de su padre, se licenció en Derecho e incluso ejerció de abogado durante un breve lapso de tiempo, aunque desde los 17 años había combinado los estudios con su verdadera pasión: el teatro. Empezó como actor y llegó a ser ayudante de dirección del mítico Max Reinhardt, uno de los grandes directores teatrales de la época. Al final decidió colgar la toga de abogado y sustituyó a Reinhardt al frente de su compañía teatral, con la que montó más de cincuenta espectáculos. En aquella época también quiso probar fortuna como director de cine en su país con la película Die große liebe (1931) que supuso una experiencia aislada, pues tras el rodaje Preminger volvió a concentrarse en los escenarios.
Cuando Hitler llegó al poder en Alemania en 1933, el futuro en Austria no se presentaba nada halagüeño para los judíos. Preminger se resistía a dejarlo todo y empezar desde cero, pero al final vio que no le quedaba alternativa. Aceptando una oferta de Joseph Schenk, presidente de Twentieth Century-Fox, compañía fundada por éste junto a Darryl F. Zanuck en 1934, viajó a Los Angeles en los últimos meses de 1935. Tras rodar Under your spell (1936) y Amor en la oficina (1937), dos films modestos de escasa repercusión, discrepancias con Zanuck durante el rodaje de su tercera película, dejaron a Preminger sin trabajo en Hollywood, por lo que decidió probar fortuna en los escenarios de Broadway, aprovechando que los empresarios neoyorquinos le habían tentado alguna vez. Allí triunfó con varias producciones teatrales, en una de las cuales incluso trabajó como actor. Su regreso a Hollywood, tras aceptar un papel secundario ofrecido por el guionista y productor Nunnally Johnson en The pied piper (1942) de Irving Pichel, le propicia volver a dirigir dos nuevos títulos menores para la Fox: Margin for error (1943) y In the meantime, darling (1944), el primero de los cuales también protagoniza junto a Joan Bennett y Milton Berle, ejerciendo como productor a partir del segundo, faceta que combinaría desde entonces con la dirección, porque era la única forma de tener el control creativo de sus películas.
Su revelación como gran cineasta se produce con Laura (1944), absoluta obra maestra del cine negro basada en una novela de Vera Kaspary con un reparto constituido por Gene Tierney, Dana Andrews, Clifton Webb, Judith Anderson y Vincent Price, que sorprendiendo a críticos y espectadores con su extraño poder de fascinación, fue candidata a cinco Oscars, incluida una nominación para su director. Este film sentaría las bases de la depurada puesta en escena premingeriana: tomas largas o planos-secuencia aéreos, con múltiples y sutiles encuadres que aseguran la continuidad espacio-temporal de la escena, además de relacionar de forma ágil y rigurosa personajes y decorados y analizar las acciones de la trama con fría objetividad. Sustituye a continuación a un enfermo Ernst Lubitsch para dirigir La zarina (1945), comedia histórica sobre Catalina de Rusia que protagonizó Tallulah Bankhead, y vuelve al noir con la excelente ¿Ángel o diablo? (1945) que contó con Dana Andrews, Alice Faye y Linda Darnell como trío protagonista. Después prueba suerte en distintos géneros con  Centennial summer (1946), musical con Jeanne Crain, Cornel Wilde y Linda Darnell, Ambiciosa (1947), drama de época con Linda Darnell, Cornel Wilde y Richard Greene, Daisy Kenyon (1947), melodrama triangular con Joan Crawford, Dana Andrews, Henry Fonda, o El abanico de Lady Windermere (1949), adaptación de la obra de Oscar Wilde con Jeanne Crain, Madeleine Carroll, George Sanders y Richard Greene. De nuevo en el género noir, su talento vuelve a brillar en títulos como Vorágine (1949), con Gene Tierney, Richard Conte, José Ferrer y Charles Bickford, Al borde del peligro (1950), con Dana Andrews y Gene Tierney, Cartas envenenadas (1951) con Linda Darnell y Charles Boyer, y Cara de ángel (1952), con Robert Mitchum y Jean Simmons, el mejor de todos ellos.
Luego de actuar en Traidor en el infierno (1953) de Billy Wider, Preminger dirige La luna es azul (1953), comedia vodevilesca con William Holden, David Niven y Maggie McNamara, Carmen Jones (1954), musical de Oscar Hammerstein II inspirado en la "Carmen" de Merimée, con un reparto exclusivo de actores de raza negra (algo muy infrecuente en su época) encabezados por Dorothy Dandridge y Harry Belafonte, Río sin retorno (1954), western con Robert Mitchum y Marilyn Monroe, El proceso de Billy Mitchell (1955), drama judicial con Gary Cooper, El hombre del brazo de oro (1956), drama de gran crudeza con Frank Sinatra, interpretando a un heroinómano que lucha por rehabilitarse, Eleanor Parker y Kim Novak, Santa Juana (1957), drama histórico según la obra de Bernard Shaw, con Jean Seberg, Richard Widmark y John Gielgud, Buenos días, tristeza (1958), adaptación de la novela de Françoise Sagan, con Deborah Kerr, David Niven y Jean Seberg, y Porgy & Bess (1959), traslado a la pantalla de la famosa ópera de Gershwin, con Sidney Poitier, Dorothy Dandridge, Sammy Davis Jr. y Pearl Bailey. Finaliza la década con el drama judicial Anatomía de un asesinato (1959) protagonizado por James Stewart y Lee Remick, otra impactante obra maestra donde su interés por la ambigüedad alcanza la perfección. De todas sus producciones fue la única nominada a mejor película.
En el drama épico Éxodo (1960), basado en una novela de Leon Uris, rehabilitó de la lista negra al guionista Dalton Trumbo y contó con un gran reparto encabezado por Paul Newman, Eva Marie Saint, Ralph Richardson y Peter Lawford, algo similar al drama político Tempestad sobre Washington (1962), que contaba con Henry Fonda, Charles Laughton, Don Murray, Walter Pidgeon y Peter Lawford. Por El cardenal (1963), drama religioso con Tom Tryon, Romy Schneider y John Huston, obtuvo su segunda candidatura al Oscar como director. Otros interesantes títulos fueron Primera victoria (1965), drama bélico con espectacular reparto que incluía a John Wayne, Kirk Douglas, Patricia Neal, Tom Tryon, Paula Prentiss y El rapto de Bunny Lake (1965), thriller psicológico con Laurence Olivier, Carol Lynley y Keir Dullea. Menos valoradas fueron sus últimas seis películas: La noche deseada (1967), melodrama sureño con Michael Caine, Jane Fonda y John Phillip Law, Skidoo (1968), comedia con Jackie Gleason y Carol Channing, Dime que me amas, Junie Moon (1970), melodrama con Liza Minnelli, Ken Howard y Robert Moore, Extraña amistad (1971), comedia dramática con Dyan Cannon y James Coco, Rosebud, desafío al mundo (1975), thriller de acción con Peter O'Toole y Richard Attenborough, y El factor humano (1979), adaptación de una novela de espionaje de Graham Greene con Richard Attenborough, John Gielgud, Derek Jacobi, Robert Morley, Ann Todd y Nicol Williamson.
Otto Preminger estuvo casado con Marion Mill (1932-1949), Mary Gardner (1951-1959) y Hope Bryce (1971-1986). Durante su primer matrimonio, el director sostuvo un romance extra-conyugal con Gypsy Rose Lee, del que en 1944 nació su hijo Erik, hecho que se mantuvo oculto durante 22 años. Durante el segundo también tuvo otra relación sentimental de cuatro años con la actriz Dorothy Dandridge. Preminger falleció de cáncer a los 80 años, ya padeciendo la enfermedad de Alzheimer. 

 

miércoles, 22 de abril de 2015

Vintage delights (XXXVIII)


Romy Schneider

Woody Allen

Burt Reynolds

Barbra Streisand

Ava Gardner

Robert Redford

Jane Russell

Faye Dunaway

Gene Tierney

Helmut Berger ("La caduta degli dei", 1970)

William Holden

Marlene Dietrich

Gloria Swanson

Gina Lollobrigida

Rock Hudson

Dolores del Río

Merle Oberon

Sophia Loren

Ann Miller

Leslie Howard.

Warren Beatty

David Niven

 The Marx Brothers

Laurence Olivier


martes, 21 de abril de 2015

Anthony Quinn (Chihuahua, México, 21-4-1915 / Boston, Massachusetts, US, 3-6-2001): In memoriam

ZORBA

Hace 100 años, tal día como hoy, nació el gran actor mexicano nacionalizado estadounidense Antonio Rodolfo Quinn Oaxaca, conocido como Anthony Quinn. Con una longeva carrera y una extensísima filmografía que supera los 130 títulos, encarnó personajes inolvidables como Zorba el griego o el Zampanò de La strada. Fue dos veces premiado con el Oscar al mejor actor secundario y otras dos candidato al mejor actor protagonista.

La reseña que sigue procede (con retoques y añadidos) de la página Biografías y Vidas:

De padre de origen irlandés y madre mexicana, desde muy pequeño vivió en varios lugares de California. Tuvo que empezar a trabajar pronto, al tiempo que asistía a clase en el colegio Belvedere Junior Hight. La necesidad le llevó a aprender todo tipo de oficios, que desempeñó a lo largo de varios años (vendedor de periódicos, camarero, camionero, boxeador).
El teatro le interesó desde joven: asistió a la escuela de Katherine Hamil y con veintiún años debutó en el Hollytown Theatre de Los Angeles. No obstante, circunstancias diversas le obligaron a mirar hacia el cine, medio en el que comenzó a aparecer en labores de extra en películas como La vía láctea de Leo McCarey y Los buitres del presidio de Louis Friedlander, ambas de 1936. Sus condiciones y rasgos físicos le condicionaron para interpretar papeles muy característicos (bucanero, sex-symbol, gángster o soldado y, con el tiempo, representante de todo tipo de pueblos: indio, mestizo, esquimal, árabe y ruso) que le permitieron, no obstante, alcanzar la seguridad que todo actor necesita.
Sus primeras intervenciones le abrieron lentamente la puerta (siempre con pequeños papeles) en películas de renombre dirigidas Cecil B. de Mille: Buffalo Bill (1936), Corsarios de Florida (1938) y Unión Pacífico (1939), en las que supo demostrar que podía interpretar papeles con más texto. En esta época, en la que trabajó especialmente para la Paramount, se casó con la hija de De Mille, Katherine, con quien tuvo cinco hijos.
En los primeros años cuarenta se trasladó a la Warner, estudio que le proporcionó papeles más interesantes, y comenzó a labrarse una relación con actores y actrices de renombre. Ciudad de conquista (1940) de Anatole Litvak, con James Cagney y Ann Sheridan, Sangre y arena (1941) de Rouben Mamoulian, con Tyrone Power, Linda Darnell Y Rita Hayworth y Murieron con las botas puestas (1941) de Raoul Walsh, con Errol flynn y Olivia de Havilland, fueron algunos de sus títulos. Se paseó por otros estudios como Paramount, 20th Century-Fox y RKO, en todo tipo de comedias, aventuras, musicales, westerns. y destacó especialmente su participación en películas como El cisne negro (1942) de Henry King, con Tyrone Power y Maureen O'Hara, Incidente en Ox-Bow (1943) de William A. Wellman, con Henry Fonda y Dana Andrews, California (1946) de John Farrow, con Barbara Stanwyck, Ray Milland y Barry Fitzgerald, Simbad el marino (1947) de Richard Wallace, con Douglas Fairbanks Jr., Maureen O´Hara y Walter Slezak
Al tiempo que obtuvo la nacionalidad estadounidense en 1947, regresó al teatro para interpretar en Broadway "The gentleman from Athens" y, sobre todo, "Un tranvía llamado deseo", en el papel de Stanley Kowalski, en sustitución de Marlon Brando. Al éxito teatral se unió rápidamente el cinematográfico, pues ya le ofrecieron papeles más interesantes como el de Eufemio Zapata, hermano del líder campesino que interpretó Marlon Brando, en ¡Viva Zapata! (1952) de Elia Kazan, por el que recibió su primer Oscar de la Academia, o en El mundo en sus manos (1952) de Raoul Walsh, con Gregory Peck y Ann Blyth, y Una vida por otra (1953) de John Farrow, con Robert Taylor y Ava Gardner.
De su incursión en Italia surgió otro sonado éxito por el complejo papel de Zampanò en La strada (1954) de Federico Fellini, que alcanzó más notoriedad tras el Oscar que recibió la película, así como las cintas de aventuras Atila: Hombre o demonio (1954) de Pietro Francisci, con Sophia Loren, o Ulises (1954) de Mario Camerini, con Kirk Douglas y Silvana Mangano. De nuevo en Hollywood, su papel de Gauguin, el amigo de Van Gogh (Kirk Douglas) en la película El loco del pelo rojo (1956) de Vincente Minnelli, le sirvió en bandeja su segundo Oscar al mejor actor secundario. Después de interpretar a Quasimodo en Nôtre Dame de Paris (1956) del francés Jean Delannoy, junto a Gina Lollobrigida, con Viento salvaje (1957) de George Cukor, drama con Anna Magnani y Anthony Franciosa, compitió en los premios de la Academia ya en la categoría de actor principal. Siguieron títulos como Orquídea negra (1958) de Martin Ritt, con Sophia Loren, El último tren de Gun Hill (1959) de John Sturges, con Kirk Douglas, El pistolero de Cheyenne (1960) de George Cukor, con Sophia Loren, Los dientes del diablo (1960) de Nicholas Ray, con Yoko Tani, o Retrato en negro (1960) de Michael Gordon con Lana Turner.
Se mantuvo artísticamente entre Estados Unidos y Europa, con una prolífica trayectoria. Estuvo siempre entre los repartos más interesantes de los años sesenta y alcanzó una excelente notoriedad por sus intervenciones en Los cañones de Navarone (1961) de J. Lee Thompson, con Gregory Peck y David Niven, Barrabás (1961) de Richard Fleischer, con Silvana Mangano y Vittorio Gassman, Lawrence de Arabia (1962) de David Lean, con Peter O'Toole y Alec Guinness,  La visita del rencor (1964) de Bernhard Wicki, con Ingrid Bergman, Y llegó el día de la venganza (1964) de Fred Zinneman, con Gregory Peck y Omar Sharif, y especialmente, Zorba el griego (1964) de Michael Cacoyannis, con Alan Bates e Irene Papas, por la que obtuvo una nueva nominación al Oscar. En estos años se casó con Iolanda Addolori, a la que había conocido en el rodaje de Barrabás. El matrimonio duró treinta y un años y de él nacieron tres hijos. En ese tiempo, Quinn fue padre de otros dos hijos, fruto de su relación con Friedel Dunbar.
Su estrella continuó brillando en las décadas siguientes para confirmar la grandeza de un actor capaz de adoptar mil y una caracterizaciones y estar siempre a la altura de las exigencias del guión. Su popularidad estuvo siempre por encima de la rentabilidad de muchas de sus películas, como Viento en las velas (1965) de Alexander Mackendrick, Las sandalias del pescador (1968) de Michael Anderson, El secreto de Santa Vittoria (1969) de Stanley Kramer, Secretos de una esposa (1970) de Guy Green, El Don ha muerto (1973) de Richard Fleischer, Contrato en Marsella (1974) de Robert Parrish, La herencia Ferramonti (1976) de Mauro Bolognini, Mahoma, el mensajero de Dios (1976) y El león del desierto (1981), ambas de Moustapha Akkad, Valentina (1982), de Antonio J. Betancor, Venganza (1990) de Tony Scott, Fiebre salvaje (1991), de Spike Lee y así, hasta sus últimas apariciones en la gran pantalla.
Dirigió sólo una película: Los bucaneros (1958), de escaso éxito. Cultivó la pintura y escultura en sus últimos años de vida, en los que permaneció unido a la que fue su secretaria particular, Kathy Benvy, que le dió otros dos hijos, de un total de doce con cuatro mujeres.
Anthony Quinn falleció a los 86 años como consecuencia de una grave neumonía contraída después de haber sido sometido a quimioterapia debido a un cáncer de esófago.